sábado, 12 de abril de 2025
¿TODOS SON IGUALES?
miércoles, 26 de marzo de 2025
¡Quiero Ser Presidente de la República!
El Mercurio, 24 de marzo de 2025 |
Esta es una excelente noticia que desearía ver hecha realidad antes de morir, porque no he podido entender cuál es la razón para que no exista un nivel de exigencia máximo ni mínimo razonable para postular al cargo más importante y representativo del país: ¡Presidente de la República de Chile! Un cargo que solo con pronunciarlo siento que nos queda como "poncho" a la inmensa mayoría de ciudadanos.
Es que ser Presidente de la República de un país, implica grandes responsabilidades que demandan importantes competencias y no me explico, cómo ha sido posible que estén inscritos para el cargo ¡más de 90 candidatos! ¿¡De dónde salió esta “constelación de estrellas”, en un país en donde ni siquiera hay quién pueda llevarnos a un mundial de fútbol!?
Está bien que los privilegios del cargo, como el de recibir una pensión vitalicia al término del mandato que es de "tan solo" cuatro años, sean por sí mismos una atractiva razón, pero es que no se trata de un cargo que no demande extraordinarias e importantes responsabilidades.
Lo anterior, porque si bien es cierto todos los habitantes de un país debemos estar dispuestos a sacrificarnos y dar hasta la vida por él, no es menos cierto que sin las competencias adecuadas jamás seremos un aporte, por el contrario, podemos ser fácilmente la causa principal de un retroceso o fracaso, que es lo que hemos visto en Chile, en Latinoamérica y en cualquier actividad de la vida, porque la conclusión es igual para todo.
Ser Presidente de la República, elegido por las mayorías en cualquier país, es un honor muy grande que se debe recibir con orgullo por lo que representa y con gran respeto y humildad por las enormes responsabilidades que se deben asumir.
Quien aspire a ser Presidente de la República debe exhibir, naturalmente, un gran carisma y gozar de probidad a todas luces y éstas deben ser la base de partida de quienes sueñen con ocupar ese trono, porque no es lo único que se requiere. Si hasta la Inteligencia Artificial detalla cuidadosamente una lista de requisitos y competencias para quienes aspiren a este cargo en cualquier país del mundo, que se resumen en una exigencia de formación multidisciplinaria e integral.
Los argumentos precedentes deberían ser suficientes para sentir al menos pudor y abstenerse de postular a Presidente de la República de manera unilateral y sin el apoyo expreso de una organización o movimiento social de reconocida reputación con trayectoria en el conocimiento de los problemas de la nación y con propuestas claras, concretas y viables para su solución, porque esta es otra condición: quien aspire al cargo debe tener el liderazgo de una organización o movimiento capaz de proveerlo de los asesores que potencien sus competencias, formación y experiencia. Repito, dije: ¡Potencien!, no sustituyan, que es muy diferente.
Lamentablemente, los bajos requisitos para postularse y la posibilidad de llegar al cargo por votación popular han "chacreado" el proceso y hasta la propia figura del Presidente de la República, de la cual se tiene cada vez menos respeto y empatía, al igual que ha pasado con todos los cargos de elección popular, por estar siendo ocupados por una cantidad de personas sin méritos ni competencias, abusadoras e incompetentes, que solo dan vergüenza en su comportamiento personal y en sus decisiones.
El cargo de Presidente de la República exige a quien lo ejerce, una sólida formación profesional y experiencia comprobada, porque se trata de conducir los destinos de un país que ya está "rodando" hace más de 200 años, que alberga la vida de casi 20 millones de seres humanos y representa toda la riqueza y el patrimonio que ellos han construido y acumulado. No solamente debe hacerse cargo del presente, también lo debe hacer del pasado y del futuro, porque nadie quiere que siga "chuteando" los problemas para adelante, ni menos hacerse el "won".
La capacidad de los aspirantes para llegar a acuerdos, construir y trabajar en equipo debe estar probada, porque la heterogeneidad de la población, la diversidad de sus demandas y la cantidad de temas que están a cargo del Estado son la constante, que supera las de cualquier gran empresa que exista en el país y eso se observa con claridad en la cantidad de Instituciones públicas que existen, la abultada burocracia que lo sigue y el enorme presupuesto del Estado.
De todas maneras, no es necesario ser muy inteligente para entender la importancia de ser rigurosos con la postulación y elección del Presidente de la República, ni saber cuál debe ser el perfil que debe tener el candidato o candidata a Presidente de la República, aunque tampoco se trata de minimizar la difícil tarea de quienes deben realizarla. Pero, basta con observar cuáles han sido los desafíos que han enfrentado los últimos Presidentes de la República y cuáles son las demandas y las aspiraciones de los habitantes, para tener los elementos suficientes que podrán definir el perfil y las competencias de los candidatos, recordando que cada tiempo es diferente y demanda perfiles de los candidatos acordes con ellos.
Dicho lo anterior existen competencias que deben ser exigencias comunes a todos quienes aspiren a cargos de elección popular, pero principalmente a quienes aspiren a la Presidencia de la República, que deben tener, como decía anteriormente, una formación integral y multidisciplinaria destacando áreas como, por ejemplo: Administración Pública, Derecho, Políticas Públicas, Ciencia Política, Diplomacia, Relaciones Internacionales, Gestión de Crisis, Idiomas y Tecnología de la Innovación. Esto, al margen de tener una formación básica profesional de pregrado culminada con éxito por el aspirante como base y para lo cual no debe haber restricción o limitación alguna, pero que sí, debe ser condición sine-qua-non, porque en Chile ya hay educación superior gratuita, además de programas de becas de libre participación y porque una persona que aspire a ser Presidente de la República de Chile debe haber sido al menos, capaz de superar sus desafíos académicos, que son mínimos, frente a los desafíos que deberá enfrentar cuando sea la Primera Autoridad del país. -Rubén Solano
domingo, 23 de marzo de 2025
CUANDO LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA IMPORTA
martes, 18 de marzo de 2025
Dos Pequeñas Reflexiones para Ser Felices
viernes, 7 de marzo de 2025
UN CUMPLEAÑOS MUY ESPECIAL
domingo, 23 de febrero de 2025
MEDIOCRIDAD, ABUSO DE PODER, CORRUPCIÓN Y DESVERGÜENZA
Nadie escapa al descrédito, el daño y la vergüenza, que ese común denominador hace al país, salvo quienes son acusados y declarados culpables y quienes ocupan algún cargo en la esfera pública, porque pasan "piola", en medio de la crítica cruzada, refugiándose en la creencia que la culpa y el mayor daño, ha sido realizado por los "opositores", cuando la verdad, es que todos son iguales.
Si existe algún funcionario público o representante de la clase política honesto, es un cómplice pasivo. Un sin vergüenza más, incapaz de levantar la voz, para no perder sus privilegios y los de sus familiares. Todos enquistados en alguna Institución del Estado.
Los regímenes dictatoriales, autoritarios y criminales, existen y prevalecen en el mundo, por el apoyo cobarde, miserable y silencioso de los cómplices pasivos.
La ignorancia y la indiferencia de la gente para ejercer una Participación Ciudadana más Inteligente, más Inclusiva y más y mejor Informada, completan los ingredientes de ese "caldo de cultivo", que se esparce como bacteria por el cuerpo de la nación, condenando a todos los habitantes al inmovilismo y a la muerte por decepción.
Si en la Edad Media y en la Antigüedad el pueblo era indiferente a la actividad del Estado, lo era por descarte, por desecho de quienes se consideraban los amos del poder, no por propia voluntad; por supuesto, sin incluir los idiotas, que no son exclusivos de la era moderna.
Tuvieron que pasar muchos años, qué digo, siglos, para bajar de la "nube" a los amos del poder, que lo ostentaban y creían por designación divina. Ha sido necesario, conseguir a "sangre y fuego", cada avance en participación ciudadana, por ejemplo para que todos los habitantes, hombres y mujeres, tengan el derecho a elegir y ser elegidos, aunque todavía, en pleno siglo XXI, existen países enteros y segmentos de la población en muchos países del mundo, en donde el derecho al voto les es denegado o burlada su participación.
Por todo lo anterior, la pregunta que surge entonces es: ¿Por qué los ciudadanos de un país como Chile, civilizado, democrático, progresista, envidia de la región, cuenta con una clase política tan "rasca" y una ciudadanía tan "pobre"? Una clase política que en campaña electoral busca desesperadamente "rostros chamulleros", capaces de conquistar un pueblo que solo se mueve al son de la virutilla y del maíz que riegan en las plazas y calles los partidos políticos.
"Estamos peor, pero estamos mejor. Porque antes estábamos bien, pero era mentira. No como ahora que estamos mal, pero es verdad." Así lo dijo Cantinflas, y no podría estar más vigente su diagnóstico, el que calza perfecto nuestro país.
La falta de "Voluntad Política", es la frase cliché, con la cual la clase política y los cómplices pasivos, justifican su ineficiencia y la ausencia del Estado. Es la disculpa, del por qué el país no avanza, ni se dan las soluciones a los problemas, que crecen como espuma en cantidad y en antigüedad.
Acusar a la falta de "Voluntad Política", es un eufemismo, que oculta la realidad de una clase política y sus cómplices pasivos, indolentes, miserables, sin compasión, que de extremo a extremo, solo quiere tener el control del Estado para desangrar el país.
Si el problema es la corrupción, ¿por qué no declaran imprescritibles estos delitos?
Si el problema es la dificultad para recuperar los dineros robados al Estado, ¿por qué no confiscar el patrimonio de los condenados y su parentela, por los delitos de corrupción cometidos?
Si el problema es la falta de formación y competencias de los candidatos para ocupar cargos públicos, ¿por qué no denunciar e imponer sanciones ejemplares a quienes postulan a esos candidatos?
Si el problema es que la clase política no se pone de acuerdo en las medidas con las cuales se debe enfrentar una demanda estructural, ¿por qué no se convoca a un plebiscito vinculante?
Si el problema es que el gobierno equivocó el rumbo, ¿por qué no llamar a una revocatoria del mandato?
Si el problema es que el pueblo es ignorante e indiferente, ¿por qué no establecer como prioridad nacional y obligación la Formación Ciudadana?
¿Por qué no reconocer que todos somos responsables de todo y de todos?
¿Cómo entender que, a pesar de ser el principal responsable de la seguridad del país y sus habitantes, el Estado no ha logrado garantizarla? Mientras tanto, los ciudadanos están invirtiendo sus recursos, tiempo y esfuerzo en medidas de seguridad y seguros que, en muchos casos, resultan ineficaces y no reciben ninguna valoración ni compensación.
Resulta absurdo y paradójico, que los votantes de un país deban elegir de entre los peores, el menos malo para Presidente de la República y demás cargos de representación, cuando lo lógico es elegir entre los mejores, tal como los concursos de belleza, donde se elige la más bella de entre las bellas.
La falta de "Voluntad Política" jamás debería ser una excusa que justifique la no solución de los problemas sociales, porque en una sociedad que se precie de democrática y conducida por personas honestas y sensatas, sobra voluntad para resolver los problemas, porque es un valor que forma parte de la actitud y la esencia natural de toda persona que aspira a gobernar un país y representar a sus habitantes, especialmente, en una sociedad que es libre y solidaria, como la nuestra. -Rubén Solano
viernes, 21 de febrero de 2025
ES UNA ETAPA DE LA VIDA
sábado, 15 de febrero de 2025
¡NECESITAMOS UN MILAGRO!
sábado, 1 de febrero de 2025
EL PRIMER "MILAGRO" DE DONALD TRUMP
Las primeras medidas adoptadas por Donald
Trump, han generado una respuesta inmediata de los gobiernos
"exiliadores" de la región que curiosamente, han puesto una mirada de
preocupación por las condiciones de miseria, angustia y desesperación en que
viven en los Estados Unidos y en otros países, los migrantes indocumentados o
irregulares.
Por ejemplo, en respuesta, los Presidentes de México y Colombia,
han hecho un llamado a sus compatriotas a "regresar a sus paraísos lo
antes posible, donde les esperan con los brazos abiertos y ayudas
económicas".
Un llamado poco creíble después de conocer las duras sanciones arancelarías y suspensión de visas anunciadas por Trump a Petro al conocer su "pataleta de niño mal educado". De todas maneras, una invitación sin precedentes en la historia de las
migraciones, que me "conmueve hasta las lágrimas", ya que lo normal
son las invitaciones promovidas por potenciales países anfitriones que ven la migración
como algo positivo, una contribución al crecimiento y al desarrollo de sus
países, como lo hizo Chile con los haitianos en el gobierno de Michelle Bachelet
y con los venezolanos el gobierno de Sebastián Piñera, pero que al desbordarse
la migración, pasaron a ser una carga insoportable y un problema del que ahora
nadie quiere hacerse cargo.
Habrá que esperar cuántos migrantes irregulares van a atender estos
llamados de retorno, creer de nuevo en las promesas de sus gobiernos y regresar
voluntariamente a sus países de origen o seguir vagando por el mundo en busca
de otros países más creíbles y estables; y cuáles serán las ayudas económicas
que les esperan, porque las razones por las cuales se ha dado la migración en
este continente, cada vez más masiva y sin esperanza de retorno, es la pérdida
de confianza en la clase política, la inseguridad, la extrema violencia y el
abuso del poder, que han hecho llegar regímenes dictatoriales a algunos países, que hacen que las buenas intenciones y las ayudas económicas se
esfumen o escapen por su indolencia, mediocre gestión, abuso de poder y
corrupción. Ya se ha dicho de muchas maneras: los migrantes no buscan el paraíso, solo quieren salir del infierno en que se transformaron sus países de origen.
Es importante recordar que, según las cifras, desde 2009
hasta 2024, los gobiernos de Estados Unidos han deportado más de 5.0 millones
personas, de los cuales, más de 4.0 millones son mexicanos en situación
migratoria irregular. Abajo les dejo un enlace del diario El País, que presenta
un resumen muy completo de estudios de las deportaciones de mexicanos
realizadas en los últimos 15 años por los gobiernos de Barack Obama, Donald Trump y Joe Baiden. Aquí se ve con claridad que la política de deportaciones es
tan antigua como USA y que es mejor atender la sabiduría popular cuando dice:
"Cuídenme de las aguas mansas, porque de las turbulentas me cuido
yo", toda vez que ha sido Barack Obama quien más deportaciones ha ordenado. En otro enlace pueden ver un resumen de la Oficina del
Censo de USA sobre el número de migrantes hispanos que hay y su tendencia al
mayor crecimiento en los últimos años, lo que refleja la enorme crisis de gobernabilidad en que están sumidos los países latinoamericanos. La pregunta es: ¿En dónde están y qué
hacen los migrantes de esos países deportados en los últimos años? Y la otra
pregunta que siempre me ha dado vueltas: ¿Por qué el mayor número de migrantes
de Latinoamérica pertenece a los países cuyos gobiernos o regímenes son
precisamente los más "progresistas", que llegan al poder con la promesa de terminar con la pobreza,
el abuso, la corrupción y la injusticia social?
Es urgente que los países de América con gobiernos democráticos y líderes sensatos se unan para rescatar los
países secuestrados por regímenes criminales, que llegaron al poder con la
falsa promesa de construir una sociedad más justa para todos y después de
muchos años de esa promesa, sólo han traído más pobreza, hambre y miseria a sus
habitantes que por millones han huido con lo único puesto, abandonado lo poco
que tenían. Hoy vagan por el mundo, siendo la causa principal del hacinamiento y el mayor foco de la violación de los derechos humanos en TODAS las fronteras del mundo.
No olvidemos que Haití, Cuba, Nicaragua y Venezuela, son países con más denuncias sistemáticas por violación de los derechos humanos y con mayor número de ciudadanos forzados a salir de sus países. Sin embargo, no
han mostrado interés, ni preocupación alguna por las medidas de Donald Trump,
es más, las puertas de esos países permanecen cerradas y rotas las relaciones
diplomáticas con el mundo exterior de países que los critican y defienden la
democracia y protegen los derechos humanos. Esto no debe extrañar a nadie,
porque son países cuyos regímenes los han transformado en refugios, balnearios
y paraísos de organizaciones criminales y terroristas. Los que no han podido
escapar sirven como esbirros, incapaces de dar un golpe o renunciar a su
limosna.
Es difícil preever el futuro de América Latina y el de los millones de migrantes apostados en las fronteras del mundo. Por eso, el problema de la migración no es sólo de las potencias mundiales, ni de los países más desarrollados. Es principalmente una responsabilidad de los gobiernos que elegimos y de la actitud pasiva e indiferente que asumimos como ciudadanos frente a sus actos de creciente corrupción y abusos de poder. -Rubén Solano
***
* Radiografía de los mexicanos deportados de Estados Unidos: 4,4 millones en 15 años, de la mano dura de Obama a la xenofobia de Trump | EL PAÍS México https://search.app/hfGozKqzjUKEgEMm8
* Nuevas estimaciones resaltan las diferencias de crecimiento entre las poblaciones hispana y no hispana de los Estados Unidos. https://www.census.gov/newsroom/press-releases/2024/population-estimates-characteristics/population-estimates-characteristics-spanish.html
viernes, 31 de enero de 2025
¿QUÉ ES LA AMISTAD?
martes, 28 de enero de 2025
¡NO LOS NECESITAMOS!
Con la experiencia del primer gobierno de Trump y las duras declaraciones y medidas tomadas durante la primera semana de su segundo mandato, debería estar claro para toda la región, que los Estados Unidos no quieren que sigamos siendo una carga para ellos; y dado que siempre se ha renegado de la dominación y el intervencionismo "yankee", me extraña que sus declaraciones: "¡No los Necesitamos!", no sean motivo de celebración, más bien observo tristeza y preocupación de quienes han sido sus principales enemigos.
De todas maneras, ninguna persona sensata y con algo de orgullo propio, debería ver con sorpresa las medidas de Donald Trump. Mejor verlas como la oportunidad para demostrar que podemos sobrevivir con independencia y trabajar duro para desarrollar o construir una economía fuerte, basada no solamente en la exportación de materias primas y personas dispuestas a trabajar lavando baños y cuidando jardines, porque nuestros gobiernos son incapaces de promover la industria y ofrecer a sus habitantes una vida digna y segura. Es también la oportunidad para tener relaciones de igual a igual o al menos con mayor respeto con las potencias del mundo, porque sería inaudito que los países de Latinoamérica busquen otro "mecenas" y se arrodille ante otra potencia por un siglo más. Está claro que nada es gratuito y en la guerra que se está librando entre las potencias del mundo por el liderazgo del planeta y el universo, las potencias mundiales buscan países incondicionales, dispuestos incluso a servir de "carne de cañón", como lo son Corea del Norte y Cuba, "fábricas" de mercenarios.
Por suerte, parece que, en este sentido, Latinoamérica ha demostrado en la relación con USA no ser confiable, ser "jabonosa", infiel, ingrata, pésima deudora y mal socio. De ahí la frase que explotó Donald Trump y que debe resonar en adelante y por siempre en nuestra mente desde el Rio Grande hasta la Patagonia: "¡No los necesitamos! ¡Nos necesitan! ¡Todos nos necesitan!”
...Y es verdad, porque somos todo eso y peor. Hasta las revoluciones latinoamericanas han sido una vergüenza: por ejemplo, los cubanos hicieron la suya, que fue orgullo y ejemplo para el mundo hace más de sesenta años, pero que hoy en día no han sido capaces de cortar el cordón umbilical de los "gringos"; y de no ser por los dólares que reciben en remesas enviadas por los migrantes cubanos exiliados de La Florida, toda la Isla sería un cementerio. Hoy, al igual que Venezuela y Nicaragua, son los mayores refugios, balnearios y paraísos exclusivos de las organizaciones de narcotraficantes y criminales del mundo. La promesa de una revolución para acabar con la pobreza y la explotación de la clase popular ha sido una vulgar farsa, porque los habitantes de esos países han sido obligados a someterse incondicionalmente a las dictaduras de esos regímenes criminales o a exiliarse. Son millones de personas las que vagan por el mundo con una mochila de tristeza y decepción a las espaldas, escapando de los traficantes de personas y suplicando en las fronteras su ingreso y una oportunidad para sobrevivir en países que no los quieren. A más de sesenta años de la revolución cubana, la única hazaña ha sido formar una generación de seres humanos, que de espaldas a todo lo que sucede en el resto del mundo, son capaces de sobrevivir en la miseria, el hambre y la pobreza bailando al son montuno y el danzón de los años cuarenta.
Lo más grave, es que toda la región enfrenta una situación caótica, casi catastrófica, debido a la fuga de millones de personas de sus países de origen, que han sido "secuestrados" por regímenes criminales disfrazados de movimientos políticos progresistas. Estos regímenes han generado un clima de inestabilidad y violencia, que han obligado a los ciudadanos a huir, generando una presión enorme sobre los sistemas de salud, vivienda, educación y empleo en los países anfitriones.
Lo interesante de todo esto, es que la presión ejercida por Trump sobre la región a través de las deportaciones de indocumentados, ha movido las neuronas de los líderes políticos que ahora quieren reunirse para buscar una solución conjunta, especialmente, después de la amenaza y la humillación que recibió Colombia, su principal socio comercial, al rehusarse de manera estúpida, a aceptar el regreso de los deportados.
La pregunta es: ¿Será esta presión suficiente para dar el paso y abordar esta crisis migratoria? La señal enviada por Trump, que llevó a Colombia a revertir su decisión de no recibir a sus compatriotas deportados, demuestra que su administración está dispuesta a tomar medidas firmes para abordar la migración irregular y obligar a los demás países del continente a asumir la responsabilidad que les corresponde en la crisis.
Ahora, se espera que los países que se reunirán en la CECLAC para tratar el problema de la migración, presionen a Venezuela, Nicaragua y Cuba para que pongan fin a los regímenes criminales que han secuestrado sus países, para recuperar la seguridad y la estabilidad, y facilitar el retorno de los millones de migrantes en el exilio.
La elección de Donald Trump también podría tener otros impactos más allá de la migración. Según algunos analistas, su victoria podría inspirar a otros líderes políticos a adoptar posiciones más enfocadas en la seguridad y la estabilidad de sus países y la región. -Rubén Solano
lunes, 27 de enero de 2025
¡GOBERNAR ES EDUCAR!
Si esa clase de educación fuera suficiente, no veríamos a profesionales de todas las disciplinas huyendo de sus países de origen, abandonando todo lo que han construido, para escapar del caos económico y de regímenes corruptos, abusivos y criminales.
La calidad de un gobierno se refleja en la calidad de vida de sus ciudadanos. La pregunta es simple: ¿los extranjeros que viven en un país están allí por elección o por necesidad? ¿Están huyendo del caos y la violencia de sus países de origen o están buscando oportunidades en un entorno seguro y próspero?
La respuesta es clara: las personas huyen del infierno, no del paraíso. Por lo tanto, es fundamental que nos preocupemos por elegir líderes competentes, idóneos y probos para gobernar nuestros países.
La educación no solo debe desarrollar habilidades y conocimientos, sino también, formar ciudadanos críticos y responsables que puedan tomar decisiones informadas y contribuir al bien común.
Debemos ser conscientes de la importancia de elegir a las personas adecuadas para gobernar nuestros países y trabajar juntos para construir sociedades más justas, equitativas y prósperas para todos.
El mundo y América Latina en particular se encuentran en un momento de gran inestabilidad e incertidumbre. Esto se debe en gran medida a que muchos países están siendo gobernados por líderes que carecen de las competencias para gobernar, sin autoridad moral para promover entre los habitantes la honestidad y el respeto al Estado de Derecho.
Los discursos sobre la libertad, la democracia, la justicia y la defensa de los derechos humanos se han convertido en una mera farsa. La pérdida de la vergüenza y la falta de responsabilidad han llevado a una crisis de confianza en las Instituciones y en los líderes, de la que será difícil salir.
Sin embargo, hay una solución. Los ciudadanos debemos entender y retomar el significado de la soberanía popular y el derecho a ejercer con inteligencia los instrumentos de la participación ciudadana. Debemos demandar transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad de nuestros líderes. Solo así podremos recuperar la confianza en nuestras Instituciones y construir un futuro más justo y equitativo para todos. La hora de actuar es ahora. En este sentido, la educación que se debe tener en mente y que a ningún ciudadano debe faltar, es aquella que:
* Fomenta la ciudadanía activa y participativa. Inclusiva e informada.
* Desarrolla la capacidad crítica y reflexiva para analizar problemas y tomar decisiones informadas.
* Promueve la comprensión y el respeto por la diversidad y la pluralidad.
* Inculca valores como la justicia, la igualdad y la solidaridad.
* Prepara a los individuos para que asuman responsabilidades y liderazgos en la sociedad.
* Promueve el conocimiento de los objetivos de las Instituciones del Estado y las funciones de las autoridades.
En resumen, "Gobernar es Educar" se refiere a la educación que forma individuos capaces de gobernarse a sí mismos y de contribuir al bien común de la sociedad a través de las organizaciones de la sociedad civil. Es una educación que busca empoderar a los ciudadanos para que puedan participar activamente en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
Se trata de la educación o la Formación Cívica que necesitamos para construir sociedades más justas y equitativas, la cual no llegará por decreto de ningún gobierno, ni con la calidad, suficiencia y oportunidad con que la requieren los ciudadanos. Esta Formación Ciudadana no llegará por iniciativa de quienes han llegado al poder aprovechándose de la ignorancia y la indiferencia de los ciudadanos, que no se involucran lo suficiente en la gestión ni en la fiscalización pública.
Resulta alarmante que algunos gobernantes de América Latina hayan reconocido abiertamente la necesidad de mantener a la población en la pobreza y la ignorancia cívica. Esto tiene que ser un llamado a la acción para todos nosotros. Debemos unirnos y demandar una Formación Ciudadana que nos permita participar activamente en la construcción de nuestros países y garantizar un futuro más estable, próspero y justo para todos.
Es hora de recordar y hacer realidad el sabio dicho popular: "Sólo el pueblo salva al pueblo", ya que, como ciudadanos, debemos tomar la iniciativa y exigir esta Formación Ciudadana, la que lograremos a través de las organizaciones de la sociedad civil y los centros de formación superior. Sin permitir, que los intereses de unos pocos prevalezcan sobre el bien común.
Es una realidad que los países tienen los gobiernos que los ciudadanos se merecen, porque somos los responsables de elegirlos, aunque muchas veces no participamos en la selección de los candidatos. Por eso, es fundamental que asumamos la responsabilidad de exigir a los partidos políticos que postulen a los mejores candidatos y que se hagan responsables por su eventual mal desempeño.
Reiteramos que la calidad de un gobierno depende de la calidad de sus líderes y esto es responsabilidad de quienes los postulan y de quienes votan por ellos. Por lo tanto, debemos ser conscientes de la importancia de elegir a las personas adecuadas para gobernar nuestros países. Esto implica informarse sobre los candidatos, evaluar sus propuestas y trayectorias, hacer seguimiento de su gestión y exigirles transparencia y rendición de cuentas permanentemente. -Rubén Solano
domingo, 12 de enero de 2025
¡PROHIBIDO HABLAR DE: POLÍTICA, RELIGIÓN Y FÚTBOL!
viernes, 10 de enero de 2025
¡¿DEMOCRACIA O DICTADURA?! (El Dilema del Siglo XXI)
Aunque el experimento chavista fracasó y perdió el apoyo de la mayoría de los venezolanos, ha logrado perpetuarse, gracias a la temeridad de sus cabecillas que transformaron el modelo en un régimen dictatorial y criminal. Su objetivo de construir una mejor sociedad para todos se esfumó muy temprano, obligando al exilio a más de ocho millones de personas y "esclavizando", encarcelando o sepultando a los opositores y a quienes por necesidad o imposibilidad de salir, se han quedado dentro del país.
Adicionalmente, después de 25 años de régimen chavista, hay una generación de venezolanos que ha crecido en la pobreza y la miseria, dentro o fuera del país, y que al igual que los cubanos, que llevan más de 60 años de régimen dictatorial, con exilio, cárcel y muerte, tampoco conocieron la riqueza y el poder de su país, antes de ser secuestrados por el régimen chavista, que por lo demás, sigue la línea estratégica del castrismo cubano.
El punto sobre el cual quiero enfocarme, es que ningún país llega a la crisis que enfrenta Venezuela, Cuba y otros países, sin la "complicidad" de los gobernantes que los antecedieron y los ciudadanos que por ignorancia o indiferencia lo permitieron. En este sentido todos somos responsables, en mayor o menor grado, del éxito o del fracaso de los gobiernos y del quiebre social y económico de los países.
Ahora bien, la responsabilidad es diferente en los ciudadanos y en este sentido, es fácil identificar varios perfiles o tipos de ciudadanos por su comportamiento o actitud frente a la clase política y a quienes ejercen el poder o a las autoridades que están al frente de las Instituciones del Estado. Así, podemos observar que:
- Están los ciudadanos indiferentes, que no se preocupan por la política ni el funcionamiento del Estado y sus Instituciones, que votan por obligación o no votan en absoluto. Están convencidos que nada pasa en el mundo, mientras ellos no estén enterados o no los afecte.
- Están los ciudadanos ignorantes, que solo cumplen con ir a las votaciones y no ejercen ninguna fiscalización y seguimiento a la labor de quienes gobiernan, ni les exigen que cumplan con sus promesas de campaña, ni programas de gobierno. No creen en la importancia de la educación cívica o en la formación ciudadana en temas de Estado, política y sociedad.
- Están los cómplices pasivos, que son, en mi opinión, los más "peligrosos" porque son los que están directa o indirectamente beneficiándose del gobierno o régimen de turno. Son los funcionarios y trabajadores públicos, que callan o hacen la "vista gorda", frente a los abusos de poder y la corrupción, porque no denuncian las irregularidades que ocurren en sus Instituciones. Esta clase de ciudadanos son los incondicionales que utilizan los regímenes para promover las contra marchas o contra protestas ciudadanas.
- Están los políticos tradicionales, de izquierda y derecha, que se ubican en un nivel superior a los cómplices pasivos y por lo tanto los considero principales responsables del quiebre político, económico y social de un país o del fracaso de una sociedad. Ellos están en la cabeza de los poderes del Estado o en la oposición, con un poder muchas veces mayor al de quienes lo están ejerciendo. Su experiencia, seguridad y confianza los vuelve arrogantes y egoístas. Se consideran a sí mismos imprescindibles. Con tanto poder cuando son elegidos o con tanta influencia cuando están en la oposición, las demandas de los ciudadanos, son sólo una carta de negociación en un juego, que solo ellos juegan. Su falta de voluntad en la solución de los problemas sociales, es la razón por la cual los países caen en manos de regímenes criminales y dictatoriales. Sus peleas internas y con sus principales opositores, abren el espacio para que el país se hunda y la sociedad se quiebre.
- Y están los grupos de interés minoritarios, los oportunistas, que saben que no tienen los votos para llegar al poder, pero que son suficientes para venderlos al mejor postor a cambio que satisfagan sus ambiciones e intereses particulares. Estos grupos minoritarios se pueden unir para lograr una mayoría circunstancial, que llega al poder "en río revuelto", con el apoyo de los ignorantes y los cómplices pasivos, que saben moverse en cualquier tipo de gobierno o régimen. Y es aquí en donde lamentablemente surge el dilema, porque nacen las dictaduras, los regímenes autoritarios y totalitarios que matan las democracias...
Por todo lo anterior, debemos asumir nuestra responsabilidad y forjar una Participación Ciudadana más Inteligente, más Inclusiva y más Informada, que contribuya al mejoramiento de la gestión y la fiscalización pública a nivel nacional, regional y local. Esto es posible hacerlo, sí las organizaciones de la sociedad civil y los centros de formación superior lideran un cambio de actitud de la ciudadanía frente a un mayor compromiso con la comunidad, la sociedad, el país, el Estado y sus Institiciones.
Debemos trabajar juntos para construir un futuro mejor. Todos los modelos de sociedad son legítimos, pero exigiendo mayor transparencia y responsabilidad a quienes los proponen y velando porque trabajen para el bienestar de todos los ciudadanos, no solo para beneficio de unos pocos. De todas maneras, debe ser la ciudadanía la que a través de la democracia decida en cuál modelo quiere vivir, pero con respeto de la democracia, la libertad y los derechos humanos.
Finalmente, debemos reflexionar sobre nuestro propio papel en la crisis que enfrentamos: ¿Somos ciudadanos indiferentes o ignorantes? ¿Somos cómplices pasivos de la corrupción y el abuso de poder? ¿Estamos dispuestos a trabajar juntos para defender los derechos humanos, la libertad y la democracia? Porque estos son los únicos garantes para vivir en un país con mayor igualdad y justicia social.
La lucha política es un debate legítimo entre ideologías de derecha, centro o izquierda, donde cada una defiende su visión para el país. Sin embargo, la guerra es por algo más fundamental: la defensa de la Democracia como sistema que nos permite elegir libremente entre esas ideologías.
En otras palabras, la Democracia es el campo de juego donde se disputan las ideologías, pero no es una ideología en sí misma. Es el sistema que garantiza nuestra libertad para elegir, para disentir y para cambiar de opinión.
Por lo tanto, la lucha por la Democracia es una lucha por la esencia misma de nuestra libertad y nuestra capacidad para autodeterminarnos. Es una lucha que trasciende las ideologías y nos une como ciudadanos que valoramos la libertad, la justicia y la igualdad. - Rubén Solano
jueves, 9 de enero de 2025
¡NI PERDÓN NI OLVIDO PARA LOS CÓMPLICES PASIVOS!
miércoles, 8 de enero de 2025
¡VENEZUELA LIBRE Y DEMOCRÁTICA!
La riqueza de Venezuela ha sido siempre compartida, y sus puertas han permanecido abiertas para todos aquellos que buscan una mejor vida. La cultura, las artes y la ciencia venezolana ha enriquecido la herencia latinoamericana. Un ejemplo destacado es el invaluable aporte del ilustre Don Andrés Bello, quien dejó en Chile una huella profunda en la modernización de la República, el derecho, la literatura y la educación. Fue el fundador de la Universidad de Chile y su primer Rector hasta su muerte. Su contribución a la literatura latinoamericana son solo algunos ejemplos de su legado.
Pero más allá de su riqueza cultural y natural, Venezuela es también la cuna del sueño de la Gran Colombia, un ideal de unidad y libertad que Simón Bolívar soñó para nuestra América. Un sueño que no debe ser quebrado o roto por la ambición de unos pocos, sino que debe ser preservado y fortalecido por la solidaridad y la unidad de nuestros pueblos.
Es hora que América se una al pueblo venezolano, para exigir respeto a nuestra tradición libre, democrática y pacífica. Hoy, más que nunca, es fundamental recordar la grandeza de este pueblo y de su gente, y exigir que se ponga fin a la tragedia que vive Venezuela y sea un testimonio de gratitud, solidaridad y capacidad de los latinoamericanos para unirse, superar adversidades y luchar por la democracia, la libertad y la justicia. ¡FUERZA VENEZUELA! -Rubén Solano