martes, 14 de octubre de 2014

Los Compromisos Económicos de las Naciones

ANTECEDENTES

Aunque el título de este ensayo es abierto porque puede aplicarse a cualquier país del mundo, el desarrollo del mismo estará centrado en la experiencia que hoy vive  Argentina. Las razones son varias, pero la principal es su actualidad, por la polémica de los trasandinos por el fallo que dio el Juez Thomas P. Griesa del Tribunal Federal del Distrito Sur de New York, ratificado por la Cámara de Apelaciones de New York y la Corte Suprema de Estados Unidos, a favor de los Holdouts o Fondos “Buitres”, como los denomina la Presidenta María Cristina Fernández de Kirchner y la eventual caída en default (cesación de pagos) de su economía. No cabe duda que el desenlace traerá consecuencias en las relaciones internacionales de nuestro hermano país y sentará un precedente en el futuro de las relaciones de los países, especialmente de América Latina, con las potencias mundiales a las cuales, generalmente, acuden en busca de financiamiento, vía empréstitos o colocación de bonos, para el desarrollo de sus planes de gobierno, inversión en obras y/o apoyo al sector privado.    

Creo que cuando Argentina decidió congelar el pago de su deuda a los acreedores internacionales en el año 2001 para iniciar la renegociación  de su pago, no imaginó las consecuencias negativas de largo plazo de esta decisión, toda vez que no es inusual que los países, cuando están en crisis, acudan a esta figura. De hecho, no es la primera vez que esto se hace y la mayoría de países del mundo han tenido que recurrir a esta alternativa en algún momento de su historia.

Por otra parte, catorce años después, parece mucho más fácil “adivinar” lo que ocurriría. En buen chileno, siempre es más fácil ser un buen general después de la batalla. Sin embargo, el presente ensayo no pretende “hacer leña del árbol caído” ni resaltar lo obvio del malestar de los acreedores afectados, ni del mayor cuidado que seguramente tendrán los inversionistas en una futura relación comercial con los hermanos trasandinos.

Lo interesante de lo que está ocurriendo a la economía Argentina y su relación con los acreedores, son las señales de carácter político que se dan al mundo y que pueden afectar el presente y el futuro de las Relaciones Internacionales, caracterizadas históricamente por algunos autores neo-marxistas, por una marcada dependencia económica de los países más pobres a las naciones capitalistas.

Es importante reiterar que Argentina no es el único, ni el primer país de América Latina que ha tenido dificultades para cumplir sus compromisos económicos o pagar su deuda externa; porque como veremos en el ensayo, la mayoría de los países del mundo han tenido experiencias similares y no ha sido una, sino varias veces que han tenido que apelar a la suspensión de sus pagos a los acreedores, buscar la renegociación e incluso pedir la condonación de sus deudas.
  
Entonces, ¿por qué si la renegociación de la deuda de un país es un fenómeno común y corriente, y forma parte de la cotidianeidad del financiamiento  externo, Argentina se encuentra en el “ojo del huracán” y es vista por la comunidad internacional como un delincuente al cual se le debe aplicar un castigo ejemplar?  ¿Qué hace interesante lo de Argentina, mirado desde la perspectiva de las Relaciones Internacionales? Justamente, es lo que me propongo descubrir a lo largo de éste ensayo, partiendo de algunas hipótesis que espero confrontar al final del estudio.
  
OBJETIVO

Descubrir las razones que han hecho “popular” el conflicto de Argentina con sus acreedores e inferir las consecuencias que pueden tener estos conflictos en las Relaciones Internacionales.

HIPÓTESIS

Mis postulados se enfocan a demostrar que desde finales del Siglo XX, muchos países han dado claras señales de querer tomar el control de sus economías y de sus decisiones en materia de política interna. Tradicionalmente, han sido economías dependientes de las grandes potencias y han recibido recomendaciones de los organismos internacionales creados por Naciones Unidas, después de la Segunda Mundial.

Lo anteriormente expuesto, creo que  ocurre por múltiples factores: el fortalecimiento de la economía China, el resurgimiento de Rusia, la crisis de la Comunidad Económica Europea y la recesión económica de Estados Unidos que además, ha ido perdiendo protagonismo y participación en los conflictos bélicos que afectan al planeta. Percibo un reordenamiento en la geopolítica del mundo, en donde muchos países desean liberarse del “yugo” americano, aprovechando el “cobijo” que puede ofrecerles una nueva potencia mundial; porque al final de cuentas, estoy convencido que los países latinoamericanos están muy lejos de gozar de una autonomía plena.

Por otra parte y paralelo ese afán independentista, la preocupación de hoy radica en la sensación de alta corrupción y criminalidad que invade la sociedad y que ha contaminado a la inmensa mayoría de los gobiernos del mundo, en donde ya no es extraño ver el enorme enriquecimiento de los gobernantes, sus familiares y círculos cercanos, que actúan en abierta contradicción con las ideas y principios que dicen defender y por los cuales un día lucharon para llegar al poder. Parece que una nueva forma de preservar el poder está haciendo carrera en el mundo y especialmente en América Latina, son las neo-dictaduras, que se instalan y perpetúan “democráticamente” en el poder, el cual ejercen de la misma forma y con los mismos vicios de las dictaduras tradicionales. Está claro que en estos modelos los dineros ni los recursos tampoco llegan a la población ni se invierten en un mayor y mejor bienestar social.

Los dineros desaparecen, al igual que la información a la ciudadanía y a la comunidad internacional. Lo que es inocultable en estas nuevas sociedades, es el malestar de la gente, el aumento de la emigración, la fuga de cerebros y de capitales y por supuesto, el crecimiento de la brecha de la desigualdad.
  
Por lo anterior, parece que ya no existen razones para que países ricos, inversionistas o grandes empresas, solidaricen con otros gobiernos cuando entran en crisis. Ya no es suficiente la promesa de pretender contribuir al crecimiento y al desarrollo de sus pueblos con los dineros que piden. En materia de endeudamiento externo, cada vez toma más importancia la evaluación del riesgo financiero y comercial y que cada país cargue con sus problemas.

La corrupción y la deslealtad está matando la confianza entre los países y mientras ésta no sea revivida, las relaciones internacionales seguirán teniendo una rara mezcla de discurso cooperativo, con señales de comportamiento anarquista y claras muestras de dependencia de los más poderosos.  Me parece que cada vez los gobiernos de los países, especialmente los latinoamericanos, pierden mayor credibilidad, tanto al interior como a nivel de la comunidad internacional. 
  
DESARROLLO

Las relaciones comerciales entre Estados son tan antiguas como la existencia de ellos mismos e inclusive, van mucho más atrás, si consideramos los incontables viajes de intercambios de mercaderías que se realizaban por parte de las tribus en la antigüedad.  Y dado que no es el propósito de éste documento ocuparse de las teorías que explican el origen y la evolución del comercio internacional, simplemente diré que desde aquel origen y en algún momento de la historia tendrían que reconocerse las Relaciones Internacionales y su importancia; y con ellas, la necesidad de contar con mecanismos que garanticen un beneficio mutuo de las potencialidades de cada uno de los países que intervienen. Quizás estas relaciones o acuerdos, se basaron o se basan en el temor o la confianza de la contraparte.

Estas relaciones comerciales, que han evolucionado, se han fortalecido y se han extendido con vigor a lo largo y ancho del planeta, han tenido innumerables experiencias, costumbres y  prácticas, al punto que han sido capaces de generar instituciones que regulan y fiscalizan estas relaciones y los posibles conflictos que de ellas se deriven.

Como consecuencia de lo anterior, no son pocos los países que en algún momento de la historia han tenido que entrar en recesión, o devaluar su moneda, o tener que renegociar sus deudas para no entrar en cesación de pagos. Estrategias estas dolorosas, pero de ninguna manera alguna desconocidas ni causantes de rompimiento de relaciones internacionales.

Pero, ¿por qué en el caso de Argentina parece que su actual crisis económica y el fallo de un Tribunal Federal de Distrito (Distrito Sur de New York a cargo del Juez Thomas P. Griesa), colocan al país en una situación excepcional? ¿Es acaso el endeudamiento de la Argentina excesivo? ¿Por qué Argentina teme a una declaración internacional de default técnico? ¿Son realmente los acreedores que se negaron a renegociar su deuda con el gobierno de los “K,” verdaderos “Buitres”? 

Veamos cada uno de estos interrogantes, con el propósito de entender lo que pasa en Argentina y conocer las señales que perciben en el mundo los dueños del dinero, sean estos inversionistas particulares, grandes empresarios o países desarrollados:
          
a)      Nivel de Endeudamiento de los Países

Las relaciones comerciales dieron origen, en algún momento, a la posibilidad de que una comunidad, un pueblo, una sociedad o un Estado, solicitaran y recibieran dinero en calidad de préstamo de parte de un tercero. Esta práctica ha permanecido a lo largo de la historia de la humanidad, evolucionando y perfeccionándose con los desarrollos tecnológicos alcanzados.
  
Hoy los países tienen también la posibilidad de colocar bonos en los mercados internacionales y los inversionistas los adquieren libremente a través de corredores, después de evaluar el riesgo y la rentabilidad.

No tengo dato de ningún país que no haya hecho uso de un préstamo a lo largo de de su existencia, aunque existen pequeños reinados y estados-ciudad, reconocidos como tales a partir del  Siglo XX que sobreviven con sus propios recursos.  Por otra parte, tampoco se puede atribuir esta práctica de obtener dinero prestado exclusivamente a países menos desarrollados, porque como veremos en la siguiente tabla, inclusive las grandes potencias mundiales no solo han acudido al financiamiento internacional, sino que tienen el mayor nivel de endeudamiento al día de hoy:

                          (A)                                                                                            (B)


Fuente: World Factbook. Imagen publicada por: http://www.cartafinanciera.com

En la tabla (A) se puede apreciar el orden de mayor a menor de los países con mayor endeudamiento al 31 de diciembre de 2012; y en la tabla (B) se puede apreciar el orden sobre el porcentaje que la deuda representa del PIB cada país.

Como se puede apreciar, la comparación del endeudamiento con el PIB de cada país cambia nuestra mirada. La cantidad de ingresos anuales que reciben estos países, puede bajar el nivel de preocupación de los inversionistas sobre algunos países y aumentar la preocupación de los inversionistas en otros. Es el caso por ejemplo de United States, la Unión Europea y China,  que desaparecen de la tabla (B) y de Irelanda, Singapore, United Kingdom, Hong Kong y Netherlands que tienen comprometido su PIB en porcentajes que superan el 300%  

Sin embargo, las Relaciones Internacionales de estos países no aparece afectarse, como  sí lo están la de otros países latinoamericanos, entre ellos Argentina, cuyo nivel de endeudamiento tan solo representa el 30% de su PIB. Aunque se debe recordar que el nivel de endeudamiento de Argentina superaba el 200% del PIB al comienzo del presente siglo. El monto de la deuda al 2012 representa un 10% del endeudamiento de Belgium, que ocupa el sexto lugar entre los países más endeudados del mundo.




Fuente: World Factbook. Imagen publicada por: http://www.cartafinanciera.com

La situación de Estados Unidos que es más llamativa, parece menos preocupante, porque a pesar de tener un nivel de endeudamiento que supera el 100% de su PIB, lo cual lo hace estar muy por debajo de los países que ocupan los 20 primeros lugares, ha logrado en varias oportunidades que el Congreso aumente el techo de la deuda, para que ésta siga creciendo, como se aprecia en la siguiente gráfica:



Fuente: Whitehouse.gov. Imagen publicada por: http://www.bbc.co.uk

b)      Cesación De Pagos

Por otra parte, la generación de compromisos económicos y su aumento, también sugiere la posibilidad de que el Estado deudor por cualquier circunstancia, pueda verse impedido de cumplir con su pago. Y como dato histórico, se cuenta que en Grecia en el año 377 A. de C., varias de su polis  -ciudades griegas- decidieron no cumplir con sus obligaciones financieras.

Al terminar el Siglo XX, se esperaba un colapso de los sistemas tecnológicos. El mundo se paralizaría y todo volvería a comenzar de cero. Con una apuesta de tal magnitud, no era extraño escuchar decir a muchas personas que sus “deudas desaparecerían”. Parece broma, pero incluso muchas personas optaron mejor por el suicidio antes de ser testigos presenciales de la hecatombe. Es el caso, por ejemplo, de una secta liderada por el destacado político demócrata Kimbwetere en la República de Uganda en donde se suicidaron más de 1.000 personas. (Ver noticia disponible en Internet: (http://www.abc.es/20100317/historia-/suicidio-colectivo-mortifero-historia-201003171004.html). Hoy se considera una exageración los cientos de millones de dólares invertidos para evitar los diversos desastres que provocaría un colapso de los sistemas y la pérdida de sus datos ante la falla informática denominada “Y2K”.Ver noticia disponible en Internet: (http://www.lanacion.com.ar/1216919-a-diez-anos-del-fallido-y2k).

 Como una rara coincidencia, varios países latinoamericanos parecen haber sufrido el síndrome del “cambio de milenio” y, si no tuvieron muerte súbita con el cambio de siglo, sí vienen padeciendo una larga agonía que no sabemos hasta cuando se extenderá. Es el caso de Argentina, que viene soportando una larga crisis económica y financiera, en medio de una propuesta de cambio del modelo social, que paradójicamente demanda cuantiosos recursos.  

Argentina introdujo serios cambios, a comienzos del presente siglo, en el manejo de la Deuda Externa y en la política de relación con los acreedores. En efecto, a una deuda externa que venía creciendo de manera “descontrolada” al pasar de US$58.700 millones en el gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989) a más de US$147.000 millones en el gobierno de Fernando de la Rúa (1999-2001, acompañada por una crisis económica y financiera, que hizo agua con el aumento al 14% de la tasa de interés externa a la financiación de los préstamos del país.

La cesación de pagos por parte de un país no es ninguna novedad. Argentina ha caído por ocho veces en “default” desde su independencia en 1816.  Brasil y Chile también tienen su historia, 11 y 9 veces respectivamente. Lo preocupación de los analistas y de los inversionistas es la cantidad de tiempo que duran en “default”  los países y la forma como negocian con sus acreedores. Esto es lo que construye la confianza o hace deteriorar la imagen de un país. Y esto es precisamente lo que nunca ha cuidado el país trasandino.          

c)       Los Fondos “Buitres”

Posteriormente, se inició por obligación o estrategia política, un proceso de disminución de la deuda externa en el gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007). En el 2002, se decretó el octavo default por US$100.000 millones, y durante el 2005 y el 2010 se reestructuró la deuda con quitas del 65% y plazos más largos de pago. El 93% de los acreedores aceptaron la propuesta.

Durante el proceso de renegociación de la deuda, un grupo de acreedores (7%), decidió no aceptar la propuesta ofrecida por el gobierno argentino y demandar al Estado por el pago total de lo adeudado, incluyendo los intereses.

Este grupo se caracteriza por ser tenedores de bonos argentinos, adquiridos a titulares a un muy bajo costo, en momentos en que estos consideraban perdido su dinero o presionados por la urgencia de tener liquidez. Son inversionistas legítimos que están a la caza de las “jugosas” oportunidades que hay en la quiebra de empresas o en las crisis económicas de los países. 

Una cronología del manejo de la deuda externa de Argentina, en relación con el desenlace de estos Fondos “Buitre”, se puede leer en el  siguiente artículo, disponible en Internet en el sitio de información para los suizos en el exterior :
  
“2001. El 23 de diciembre, el entonces presidente interino Adolfo Rodríguez Saa, declara el cese del pago de la deuda externa.

2002. El 12 de diciembre, el presidente interino Eduardo Duhalde, anuncia que solamente pagará intereses de la deuda externa, sin utilizar reservas del Banco Central.

2003. En septiembre, el presidente electo Néstor Kirchner, firma con el FMI un acuerdo Stand By a tres años.

2003. En septiembre, el ministro de Economía Roberto Lavagna, propone una reestructuración de la deuda con una quita del 75% - RECHAZADA.

2004. En  junio, el Gobierno de Kirchner, anuncia la “propuesta de Buenos Aires” para reestructurar los pagos de esa deuda, con quitas de entre el 63% y el 45%.

2005. El 14 de enero se realiza el lanzamiento de la operación de canje de la deuda en default.

2005. El 15 de abril finaliza el primer canje de deuda y Argentina renegocia 81.800 millones de dólares y logra una adhesión del 76,15%. El resto mantiene sus reclamos.

2006. En enero, el país cancela su deuda con el FMI, hace un pago anticipado de 9.530 millones de dólares, un pasivo contraído entre enero y septiembre de 2001, con vencimientos programados hasta 2009.

2007. El 31 de enero Argentina y España firman acuerdo de reestructuración de la deuda, asociada al préstamo que España realizó en marzo de 2001, durante la XVI Cumbre Iberoamericana.

2008. El 2 de septiembre, la presidenta Cristina Kirchner resuelve cancelar la deuda de 6.706 millones de dólares con el Club de París, con reservas internacionales del Banco Central.

2009. El 9 de octubre, el entonces ministro de Economía, Amado Boudou, anuncia la reapertura del canje de 20.000 millones de dólares de deuda para los holdouts que no habían aceptado las condiciones de 2005. 

2009. El 14 de diciembre se crea el "Fondo del Bicentenario para el Desendeudamiento" a través de un decreto de necesidad y urgencia que dispone el uso de 6.569 millones de dólares del Banco Central de la República Argentina para el pago de la deuda en el año 2010.

2010. En abril se lanza de forma oficial el nuevo canje de deuda, con una quita promedio del 66,3% para inversores institucionales, y del 50% para los restantes.

2010. El 23 de junio, la Presidenta Cristina Kirchner anuncia el fin del segundo canje de deuda, con una aceptación del 66% de los tenedores de bonos defaulteados.

2012. En octubre, la Corte de Apelaciones de Nueva York emite un dictamen, en el cual se considera que la Argentina cometió una discriminación con los fondos buitres y los demás bonistas que decidieron no participar de los canjes de deuda en los años 2005 y 2010.

2012. En noviembre, el juez neoyorkino Thomas Griesa, ratifica que Argentina debe pagar el 100% de la deuda que mantiene con los bonistas que no ingresaron a los canjes de deuda.

2014. En febrero, el gobierno argentino apela el fallo de Griesa y el de la Corte de Apelaciones ante la Corte Suprema de Estados Unidos.

2014. El 29 de mayo el gobierno de Cristina Kirchner acuerda el pago de la deuda con el Club de París.

2014. El 16 de junio, la Corte Suprema de los Estados Unidos rechaza tratar la apelación de la Argentina y el caso vuelve a Griesa.

d)      Populismo y Corrupción

Cuando se va al fondo de las razones de las crisis económicas de los países, la conclusión a la que generalmente se llega, es el mal manejo de las finanzas y de las políticas públicas. Populismo y corrupción parecen ser el común denominador de estos países.  Daron Acemoglu y James A Robinson en su libro “¿Por qué fracasan los países?” ,  estudian el tema de manera profunda y llegan a la conclusión que es la existencia de instituciones y gobiernos “extractivos” las principales razones de que haya países atrasados y afirma que mientras permanezcan estas condiciones, jamás saldrán de la pobreza.

Los escándalos del gobierno Argentina no han parado con la llegado de los Kirchner al poder. Por el contrario, se han multiplicado y extendido a varios de los miembros más cercanos de su gabinete. No haré mención a ningún caso en particular, porque no es el propósito de este ensayo, pero quiero remitirlos a las constantes denuncias que realiza el polémico periodista Jorge Lanata, sobre corrupción y populismo en Argentina, a través de los medios de comunicación, especialmente de su programa dominical “Periodismo para Todos” y que menciono por la enorme audiencia que tiene, la cual debe influir de alguna manera en la opinión pública nacional e internacional.

Conclusiones

Ha quedado claro, a lo largo del presente ensayo, que el endeudamiento externo de los países es una práctica habitual que difícilmente desparecerá y que las posibilidades que un país entre en cese de sus pagos tampoco es algo nuevo, ni que sólo les ocurra a unos pocos países.

Argentina no es el país más endeudado del planeta, ni el que más veces haya tenido que renegociar sus deudas con los acreedores. Desde éste punto de vista, ni los argentinos ni ningún otro país del mundo deberían tener mayores preocupaciones.

La razón por la cual el fallo de un Tribunal estadounidense contra Argentina llama la atención del mundo, tiene que ver con las consecuencias que se derivarán de éste. En materia de inversión y financiamiento, el mundo económico siempre estará atento a dos puntos principalmente: la forma cómo los gobiernos de los diferentes países del mundo invierten los recursos y generan con ellos crecimiento económico y estabilidad social, y en segundo lugar, sobre la manera como resuelven el pago de las deudas a sus acreedores cuando entran en crisis.

Un gobierno con una gestión poco transparente de los recursos, con inversiones improductivas al interior del país o que no traigan un real aporte al bienestar ciudadano, que sólo busca perpetuarse en el poder, genera desconfianza en los inversionistas porque pone en riesgo la recuperación de sus capitales. Una señal del escalamiento de la desconfianza y el alto riesgo, se aprecia en las cada vez mayores expectativas de los inversionistas, los cuales exigen mayores tasas de interés por la colocación de sus dineros o la adquisición de los  bonos de deuda pública. En el caso de Argentina, hasta antes de fallo del Tribunal Federal de Distrito de New York, los préstamos que obtenía eran del 14%, porcentaje muy superior a la media de los países que tienen una buena imagen y calificación.

El gobierno Argentino ha politizado el tema del  incumplimiento de sus pagos a los acreedores. Exigiendo solidaridad internacional y calificando de “buitres”  a los tenedores de bonos que en un acto de oportunidad u oportunismo (da lo mismo), compraron las acreencias de inversionistas que ya habían perdido las esperanzas de recuperar el dinero directamente de Argentina.

Creo también que la crisis de Estados de Unidos y su debilitamiento en las relaciones internacionales, está siendo aprovechado por algunos gobiernos de América Latina que han entrado en la senda del “progresismo” y están tomando medidas que revocan los contratos con empresas multinacionales y los compromisos firmados por gobiernos antecesores. Desde luego que esto no se vería mal, si los gobiernos “progresistas” hubiesen fijado reglas claras para poner fin y facilitar la salida de las empresas y/o inversiones con explotaciones en discusión.
  
Lamentablemente, esto no ha sido así y por ello la fuerte caída de la imagen de Argentina en todos los mercados internacionales, incluyendo los que se consideran con una línea política similar. Lo que el mundo se pregunta es, si el gobierno Argentino se volverá a salir con la suya en esta oportunidad.

Personalmente, creo que no porque  China, que es su aliado y que pudiera ser la salida de la crisis para Argentina, igual ve con desconfianza el gobierno  de los “K” y por ello, en su último acuerdo para construir un par de represas en la Patagonia, no aceptó dirimir eventuales diferencias en Argentina, sino en Londres o en París. La desconfianza no puede ser más evidente.

Lo anterior, me demuestra la importancia y especial atención que los gobiernos deben poner a sus relaciones internacionales, si pretenden llevar adelante sus políticas nacionales de modernización y de cambios profundos en la sociedad.

Hacia una visión Neo-cooperativa

Creo que en una visión neo-cooperativa del mundo y de la sociedad, todos los países deben contar con la solidaridad internacional cuando les sobrevengan crisis económicas por causas ajenas a la corrupción y la negligencia de sus gobiernos.

El desarrollo de las naciones en el mundo debe fundarse  en la confianza por la cual deben apostar permanentemente sus gobernantes. 

De ninguna manera la opinión pública internacional, especialmente representada en los líderes de todos los gobiernos del mundo, deberían aceptar con su silencio, las medidas de gobiernos que conduzcan a la destrucción de la economía, la fuga de capitales, la violación y el término unilateral de los contratos y la emigración a gran escala de su población. Todo esto justificado en un discurso de “recuperación” de la soberanía nacional y “fin” a la desigualdad, que es muy contrario a la realidad, cuando se comparan sus resultados con los que tenía el país con los gobiernos que los precedieron. 

 BIBLIOGRAFÍA

 Enlace disponible:
http://www.cartafinanciera.com/tendencia-actual/los-20-paises-con-mas-deuda-del-mundo/

Enlace disponible:

Enlace disponible:
http://www.swissinfo.ch/spa/cronolog%C3%ADa-de-la-deuda-argentina-y-los--fondos-buitre-/40469228

 Daron Acemoglu y James A Robinson en su libro “¿Por qué fracasan los países?” Ediciones Deusto. 2013

 
Peyrefitte Alain, “La Sociedad de la Confianza”, Ed Andrés Bello, 1995  

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Corrupción y Criminalidad

Si bien comparto el punto central sobre la afirmación de que el Transantiago es un sistema fracasado, tengo un contrapunto sobre la solución, teniendo en cuenta la información acumulada sobre la operación y las graves denuncias realizadas en el programa CONTACTO.

El punto es que lo visto y lo conocido sobre el Transantiago hasta el día de hoy, es la confirmación de la existencia de una EXTENSA  Y PROFUNDA RED DE CORRUPCIÓN Y CRIMINALIDAD en donde están involucrados especímenes de todo el espectro social: empresarios, trabajadores, autoridades de gobierno y ciudadanos de a pie. Todos parecen haber coincidido en este vergonzoso reality show del Transantiago para enviar a los más corruptos de sus representantes.

Por lo anterior, no creo que la solución a los problemas del Transantiago, pase por la estatización o la desprivatización del sistema o por la unificación de los servicios en una sola empresa, sea esta pública o privada.

Tenemos un problema de mucho más fondo que debemos solucionar de manera prioritaria o al menos simultáneamente, porque es capaz de hacer fracasar cualquier iniciativa, por muy ingeniosa que sea, y que se llama CORRUPCIÓN.

Debemos unirnos como sociedad para frenarla y denunciarla sin distinción alguna, porque lo triste es que comienza a hacer parte de nuestra cultura. Por ello, parece no extrañar a nadie que veamos como normal la oportunidad de algunos de robar los recursos públicos, disfrazados de mil maneras!

No olvidemos que ni las empresas ni los sistemas tienen vida como los seres humanos. Somos las personas quienes con nuestro actuar le damos vida a ellas.

El sindicalismo no nació para "matar" las empresas, ni mucho menos para terminar con los sueños de los trabajadores. Son los dirigentes corruptos y criminales como Luis Campos Salas y Cristián Cameroti, quienes han desprestigiado la organización sindical.

La empresa privada no surge para explotar la sociedad sino para contribuir en la solución de las necesidades de sus habitantes. Son los empresarios corruptos y criminales como Juan Pinto, Jorge Gómez y Manuel Navarrete los que desprestigian y desnaturalizan su razón de ser.

Las instituciones de fiscalización del Estado no se crean para perseguir ni "asesinar" a los ciudadanos y a sus organizaciones sino para velar por el equilibrio y la justicia social. Son los funcionarios corruptos y criminales como Jorge Guzmán y Cristián Melis, los que nos hacen dudar de la honestidad y la misión de nuestros gobernantes.

No es la desigualdad ni la injusticia social la causa de la mayor violencia en la sociedad, sino el aumento de los ciudadanos corruptos y criminales que se aprovechan de su pequeño poder para obtener ventajas económicas vendiendo su dignidad a otros corruptos y criminales que tienen algún poder económico y/o político.

En todos los gremios o sectores de la sociedad hay corruptos y criminales, inclusive en aquellos creados y llamados para protegernos y combatirlos: hay notarios corruptos y criminales, fiscalizadores corruptos y criminales, jueces corruptos y criminales, carabineros corruptos y criminales,... todos se aprovechan de una ciudadanía ignorante y mal educada, que al final del día repite en coro: "Es culpa del Sistema y hay que cambiarlo" y para confirmar su enojo e ignorancia termina "pateando la perra"... Quiero pensar que es por impotencia, pero mucho me temo que sea por rabia de no formar parte de este sistema corrupto y criminal que crece como la espuma.

lunes, 25 de agosto de 2014

El Juego de la Vida y los Paradigmas

El Juego de la Vida es una actividad lúdica que tiene como objetivo llamar la atención de los participantes sobre la forma como tomamos las decisiones, los diferentes resultados que se pueden obtener y la actitud que asumimos frente a dichos resultados.

Los participantes deben formar dos equipos de personas, de número  indiferente en cuanto a cantidad de integrantes. La actividad invita a los participantes a tomar una decisión entre dos alternativas para obtener el mayor resultado positivo posible, sobre la base de una calificación predefinida.

El juego está diseñado para que los participantes al final de la actividad se den cuenta que no era necesario competir con el otro grupo para obtener el mayor puntaje porque es el camino más difícil y de resultado incierto, toda vez que los dos grupos pueden obtener el máximo puntaje de manera fácil, siempre y cuando se pongan de acuerdo y tomen la misma decisión.

Las lecciones del Juego de la Vida son múltiples; sin embargo deseo referirme a las que llamaron de manera más poderosa mi atención, porque ratifican mi decisión de convertirme en un cientista político que intenta comprender la manera cómo funciona nuestra sociedad y la forma cómo los dirigentes toman las decisiones.

Quiero partir confesando que soy un admirador y fanático del crecimiento y el desarrollo cuantitativo y cualitativo de las personas y de la sociedad. Creo que hemos venido al mundo a disfrutar de las maravillas del universo y a desarrollar todo nuestro potencial físico y mental... ¿Qué otro sentido tiene para el ser humano haber sido dotado de  inteligencia y haber sido puesto en la inmensidad del universo?... ¡Otra actitud es un desperdicio de la vida!

El desafío está en que cada uno de nosotros vivamos esa felicidad, sin impedir ni obstaculizar la felicidad de los demás, aceptando y reconociendo el legítimo derecho y aspiración de ser feliz de nuestros semejantes. Debemos vivir para ser felices, sin provocar o ser la causa de la infelicidad de los demás…Suena bonito. Parece utópico ¿verdad?

¡Pero no es así! El Juego de la Vida nos enseña cómo hacerlo: cambiando los paradigmas, las creencias. Bajando las banderas que por tantos años hemos creído que debemos mantener en alto. Por ello, quiero compartir algunos de los paradigmas que creo nos hacen daño como sociedad y sobre los cuales me propongo seguir trabajando para  erradicarlos de mi interior y de mi forma de actuar.

SER MEJOR QUE LOS DEMÁS

Nadie debe ser mejor que nadie. La competencia debe ser consigo mismo en una carrera sin meta ni referentes. Sólo debemos preocuparnos de disfrutar lo que hacemos.

El paradigma de pretender ser mejor que los demás, nos hace ver al otro equipo como un enemigo al que se debe vencer. Ser el mejor bajo esta forma de ver la vida, significa que siempre debe haber un perdedor. Este paradigma nos hace  ciegos, al perder de vista lo que dejamos de ganar por estar regocijados en la derrota que le provocamos a nuestro “adversario.”  

En el Juego de la Vida todos podemos ganar y lograr los mismos resultados positivos.

DEMOSTRAR SUPERIORIDAD

Creer que somos superiores a los demás nos cierra la mente. Nos hace sentir desprecio por los semejantes y nos lleva decidir por ellos o en contra de ellos. 

Creo que es el paradigma más difícil de erradicar, porque se puede camuflar en la legítima autoridad que deben tener quienes ocupan determinados cargos en la sociedad. Empero, el desafío es tomar las decisiones con sabiduría. Dejando fluir la razón y el sentido común, y trabajando en estrategias comunicacionales y de relaciones interpersonales.

ACUMULAR Y OSTENTAR

Es un absurdo. Es un paradigma que trae infelicidad y soledad. No es necesario acumular cosas materiales o inmateriales per-se. Pero, sí es importante no privarnos de obtener todo aquello que contribuye a nuestro bienestar y felicidad. Recordemos que no es más feliz quien más tiene, sino quien verdaderamente disfruta lo que ha conseguido.

En el Juego de la Vida, la felicidad es efímera cuando solo buscamos el resultado que sólo pretende dejar en evidencia la debilidad del otro equipo.

***

En el mundo que vivimos, todo parece estar justificado por la necesidad de avanzar como seres humanos y contribuir al crecimiento y progreso de la sociedad. Y aunque los resultados alcanzados por la humanidad a lo largo de la historia son admirables, han dejado una brecha de desigualdad, de inequidad e inconformidad, que parece cada vez más difícil de cerrar y pacificar, porque vivimos en una sociedad y en un mundo que nos mueve hacia la confrontación, a la obtención de resultados que para muchos, sólo adquieren importancia cuando pueden ser comparados con los “pobres” resultados obtenidos por los demás.

Con esta estrategia de convivencia o forma de ver la vida, hemos construido una sociedad de rivales y de gente enemiga. La ambición y la envidia se han apoderado de la mente humana. Seguimos construyendo sobre la destrucción que provocamos y continuamos buscando nuestra felicidad, sin detenernos a pensar en la tristeza y miseria que podemos causar a los demás.
Me pregunto: ¿En qué momento de la historia de la humanidad, el ser humano renunció al camino estratégico de la solidaridad y la cooperación como alternativa para ser feliz y disfrutar de las maravillas del universo? ¿Es esta una vía sin explorar?

¿Acaso en la evolución y en el progreso de las ciencias, siguiendo la teoría de paradigmas de Thomas Kuhn (1922-1996), la solidaridad y la cooperación humana siguen siendo un débil paradigma que choca con los viejos paradigmas capitalistas y comunistas o neoliberales y socialistas, sin provocar cambio alguno, a pesar que han demostrado no ser el camino del bienestar y de la felicidad que todos anhelamos?

Creo que en el inconsciente de la sociedad, se mueve un paradigma al que nuestros líderes no le han prestado la debida atención y que puede postular a convertirse en un modelo social de convivencia más justo y equitativo que los existentes, sin reñir con el espíritu de superación que llevamos dentro; y me propongo contribuir a levantarlo para que se convierta en una nueva estrategia para la gestión del Estado y la definición de sus políticas públicas. Pero, para lograrlo debemos partir cambiando nuestras creencias desde nuestro comportamiento individual, en nuestro hogar, en nuestro trabajo y en nuestra relación con los demás. Y por supuesto, enseñando a otros también a hacerlo.
   
Este nuevo paradigma, que puede ser muy bien una propuesta socio-política, descansa en los postulados del socialismo utópico promovidos por Robert Owen (1771-1858) a mediados del S.XIX y que en América Latina se han utilizado para organizar empresas comerciales y de servicios de carácter comunitario, pero que no se han adoptado para generar una nueva cultura en el comportamiento social, ni tampoco para impulsar un modelo socio-económico que nos lleve a tener un Estado regido por dichos principios...

De todas maneras, lo importante es que desde cualquier vereda que nos encontremos, antepongamos el bien común, pero no solamente con palabras, sino con hechos de vida y de comportamiento. No está bien seguir el camino de la inconsecuencia de muchos de nuestros líderes y dirigentes políticos y sociales, que viven de manera contraria o diferente al discurso que le dan a la gente.   

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·        ·         Podemos ser felices, sin causar infelicidad.

·         Estamos para ser felices y contribuir a la felicidad de nuestros semejantes.

·         El ser humano tiene libertad para buscar la felicidad, a partir de la felicidad y el bienestar de los demás.


·         La igualdad de los seres humanos debe estar en las oportunidades y en las posibilidades de alcanzar la felicidad y la paz interior.

viernes, 23 de mayo de 2014

¡No Más Mentiras!

Sería mentiroso creer que hayan personas en Colombia que no quieran la paz. Son más de 60 años de guerra no declarada a la cual se han sumado grupos armados de diversos y oscuros intereses: FARC, EPL, ELN,UP, MOEC, M19, Paramilitares (diferentes nombres), Narcotraficantes (diferentes capos), sicarios, delincuencia común, anarquistas,… 

En esta guerra los únicos perdedores hemos sido los ciudadanos comunes y corrientes que no entendemos nada, pero que estamos obligados a sufrir las trágicas consecuencias de sus enfrentamientos y en no pocos casos hasta financiar, bajo amenaza, a estos bandidos... Nada más injusto!

Pero, cómo ponerle fin a un conflicto en donde nadie quiere ceder y en donde todos se sienten ganadores o con "legítimas" reivindicaciones que exigir al contrario?

Cómo puede el Estado (cualquiera sea el color político), llegar a un acuerdo o pacto nacional que deje contentos a todos los bandos y deje en paz a los ciudadanos?

Personalmente, y a esta altura del conflicto, no creo en diálogos de paz. Es un camino que el país ha recorrido infructuosamente muchas veces. De partida, el Estado no puede ni tiene recursos para garantizar la seguridad de todos quienes desean desmovilizarse mediante un acuerdo. Pensemos, que no solamente se debe brindar protección a quienes han estado alzados en armas, sino además a sus familiares y personas más cercanas. Son demasiados enemigos que han dejado en el camino y que no vacilarán en darles de baja o tomar venganza a la primera oportunidad, aprovechando su vulnerabilidad.

La reinserción a la sociedad de las personas que han nacido, crecido y vivido en la clandestinidad y armados bajo las órdenes de un fusil y de una mente criminal, es otro tema complejo. ¿Qué trabajo puede ofrecerle el Estado a estas personas, que no son pocas, para que puedan rehacer su vida con dignidad y seguridad?

¿Cuál será la reacción de las victimas y familiares de éstas, con los bandos favorecidos en un eventual dialogo? No creo que sea fácil ni cómodo para ellos ver a sus victimarios pasearse por las avenidas del país, mientras ellos han tenido que permanecer autoexiliados y privados de la compañía de sus seres queridos... 

La paz en Colombia, para que sea posible debe ser un ACTO UNILATERAL Y VOLUNTARIO. Cada bando debe renunciar a seguir en el conflicto por cansancio, por convicción, por una nueva estrategia o por lo que sea, pero jamás por la eliminación del contrario, porque esto no ha sido ni será posible. Mientras tanto, Colombia necesita un Estado con un gobierno FUERTE y GENEROSO al mismo tiempo. Con AGALLAS para combatir a todos los grupos en conflicto y con generosidad para permitirles su desmovilización y ayudarles a su re-inserción social… Cualquier otra estrategia es pérdida de tiempo. Serán más años de conflicto. Ingenuidad. UTOPÍA!

Los actuales diálogos de paz entre el gobierno y los narcoguerrilleros de las FARC, son una nueva burla a los colombianos… Mañana las FARC, cuando se sientan fuertes, harán lo de seimpre: se bajarán de los diálogos por “FALTA DE GARANTÍAS” y continuarán su actividad criminal, con más recursos, más descansados y con más ingenuos en sus filas.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Muchas gracias Señor Presidente!

Sin duda, el Presidente Sebastian Piñera pasará a la historia. Aunque no sabemos si finalmente, lo realizado será reconocido como positivo por las mayorías. Eso está por verse y dependerá de los resultados del gobierno que lo sucede. Quizás el paraíso prometido por los políticos en campaña, lo construya definitivamente la Presidenta Michelle Bachelet en su segundo gobierno.

Personalmente, no creo en gobiernos buenos, porque en democracia sólo existen malos gobiernos. Unos menos malos que otros y el de S. Piñera es uno de estos últimos.

Los gobiernos siempre quedan en deuda con sus electores y por supuesto con la ciudadanía que no los apoyó. Es natural, son demasiados los intereses y las expectativas que se mueven al interior de la sociedad...

Pero, dejando a un lado el comentario sobre los resultados económicos, políticos y sociales que dejó el gobierno de Sebastian Piñera, para lo cual habrá tiempo de referirme, creo que en lo humano hizo una contribución que se va a agradecer en ambos lados de la vereda, porque muchas personas por fortuna, la entendimos rápidamente y ya la estamos poniendo en práctica. 

Si, porque las "piñericosas" son el "caza-fantasmas" que los chilenos necesitábamos para vencer esa odiosa timidez y falta de arrojo que nos frena e impide encarar los desafíos y aprovechar las oportunidades. ¿Cuántas veces hemos perdido una oportunidad por ese maldito miedo de "hacer el ridículo"?

El Gigi Martín sacó no solamente aplausos, sino que se llevó hasta la codiciada Gaviota de Oro en el pasado Festival de Viña del Mar, por narrar por enésima vez la rayada rutina que presenta nuestro comportamiento típico cuando debemos asistir con nuestra pareja a una fiesta de la empresa. 

Bueno, desmíentame usted, pero desde que las "piñericosas" se hicieron populares, he observado un mayor atrevimiento de nuestra gente. Si hasta yo mismo estoy sorprendido con muchas de mis decisiones y actuaciones en público.

Para animarme, ahora me pregunto: ¿Si una persona tan inteligente y brillante. Que además es Presidente de Chile, ha cometido tantos chascarros, porque yo no puedo cometer alguno?... Y voy de frente, sin pedir permiso!

Pero, lo mejor de las "piñericosas" es que también ha influido en el comportamiento de las personas más jugadas. Conozco algunos que ahora se cuidan de lo que van a decir o hacer. porque ellos no quieren ser comparados con Piñera.

Las "piñericosas" servirán para mejorar "el pelo" de nuestra "indiosincracia", tal como lo han sido las contribuciones, que en su momento hicieron, el H. Senador Ricardo Lagos Weber y Luchito Jara, para que aflorará nuestro deseo por bailar la cueca y atrevernos al "espikinglis", respectivamente.