miércoles, 17 de octubre de 2018

Un Ejemplo de Doble Moral


"No me produce tanta tristeza la falta de respuesta a los problemas sociales, como la  que me produce la ausencia de una metodología co-creativa y pacífica para encontrar las soluciones."  rds

En América Latina se está haciendo costumbre que dirigentes políticos y del alto gobierno no tengan ningún cuidado en la emisión de sus declaraciones, cayendo en vergonzosas contradicciones y demostrando tener una doble moral al atacar o defender, a conveniencia, las mismas. Una moral que exigen a sus opositores, pero que es diferente a la que practican y que reclaman como un derecho para ellos mismos.

Ilustraré lo afirmado precedentemente, con las permanentes declaraciones de voceros de la izquierda o autodenominados progresistas, en relación con el rechazo a la presencia de Carabineros en las protestas y manifestaciones públicas, la que consideran prácticamente como una provocación a los manifestantes. Para nadie es extraño el silencio cómplice de la mayoría de este sector, cuando Carabineros es ofendido y humillado de palabra o incluso es agredido físicamente y puesta en peligro su vida, en medio de los hechos de violencia en que generalmente terminan las convocatorias, por el comportamiento incontrolado y demencial de algunas personas extremadamente agresivas.

La doble moral queda en evidencia con el silencio sepulcral que asumen con los graves sucesos de violencia que están ocurriendo en países dominados por regímenes de su signo, como por ejemplo en Venezuela, Nicaragua y Cuba, en donde las policías han excedido todas las prácticas de las fuerzas del orden de cualquier país del mundo. En estos países, los asesinatos y torturas de manifestantes se cuentan por cientos y en algunos por miles. Allí, nadie puede poner en duda el derecho a la autoprotección de los integrantes de la policía, ni la defensa a cualquier costo, que estos hacen del régimen. La pregunta es: ¿por qué razón nuestros Carabineros, que son valorados y reconocidos profesionalmente por propios y extraños, son tan poco apoyados y respetados, en circunstancias que cuando la izquierda está en el poder también hace uso de ellos y exige su respaldo incondicional? ¿Por qué tanta incoherencia y doble moral?

Pensemos que no existe ningún país del mundo que no tenga una fuerza de policía, con lo cual queda demostrada su importancia y necesidad. Y con excepción de unos pocos países europeos, (Reino Unido, Noruega, Nueva Zelanda, Irlanda e Islandia) cuya población en conjunto, solo alcanza a una tercera parte de la población de Brasil, todas las policías están armadas y hacen uso de ellas para proteger su integridad, menos en Chile…

La seguridad, el orden y la sana convivencia son derechos transversales e inclaudicables para todos los ciudadanos sensatos, al margen de su orientación política. Por ello, no existe ninguna razón para aceptar esta doble moral de políticos de la actual oposición, que solo revela un carácter oportunista, irresponsable e incoherente.

Una actitud correcta sería que los políticos de todos los partidos y coaliciones cerraran filas en defensa de la democracia y del estado de derecho. Que trabajaran en la recuperación de la confianza de la ciudadanía en las instituciones del estado y rodearan la institución y el personal de Carabineros de Chile, para devolverle la jerarquía y el respeto que se merecen, como el primer enlace que son y quizás el más importante, entre el Estado y la sociedad, al ser garantes de una convivencia pacífica. Reconozcamos que nuestro país está muy lejos de tener una cultura ciudadana similar a la de los países en donde la policía no lleva armas y estamos mucho más lejos de las sociedades que piensen en prescindir de ella.

Finalmente, quiero reiterar que no se trata de avalar el eventual abuso del poder que algunos miembros de Carabineros puedan realizar y que lamentablemente ocurre. Estos actos de abuso de Carabineros, deben ser investigados y condenados de manera ejemplar para erradicarlos de la institución. De todas maneras, no olvidemos que cuando un carabinero se excede en su rol y funciones, no solamente puede ser separados de la institución, algunos inclusive son condenados y llevados a la cárcel, y no pocas veces las familias de las víctimas son indemnizadas por el Estado. Por ello, la otra pregunta que me surge es: ¿Por qué razón la izquierda es tan reacia a condenar y sancionar a quienes atentan contra Carabineros de Chile?

No está bien y lo encuentro asocial y hasta inhumano, que haya gobiernos que envíen permanentemente a grupos de Carabineros a la calle para que sean objeto de la burla, la ira y el descontrol de personas que parecen dementes y criminales. Me produce vergüenza y tristeza estas escenas que se repiten por los medios de comunicación. Al igual que me produce tristeza la falta de medidas y carácter de las autoridades, que siempre se muestran sorprendidas frente a acontecimientos que día a día somos testigos los ciudadanos, pero que padecen en “carne y hueso” nuestros Carabineros. ¿¡Hasta cuándo!?

martes, 9 de octubre de 2018

Elecciones en Brasil y el Duro Golpe a la Corrupción y al Abuso del Poder en América Latina

De ninguna manera considero a Jair Bolsonaro la mejor opción para la presidencia de Brasil. Pero, sí creo que los brasileros, al igual que los ciudadanos de otros países de América, están votando por la opción menos mala. Se está haciendo costumbre votar no  a favor de un programa o de un candidato, sino contra un candidato que la ciudadanía considera nefasto para el país. Es contra la corrupción, el abuso del poder, la injusticia social y la incompetencia. Las plagas de la humanidad. Los únicos, transversales y grandes enemigos que hoy tiene Latinoamérica.

Mi punto de vista es que por siglos muchos países han estado a merced de los ganadores de una permanente lucha por el poder que se disputan fuerzas políticas con una estrategia de campaña populista, que promete combatir esas plagas y solucionar todos los problemas. Pero, al final de cada gobierno el balance sigue siendo pobre o insuficiente. Es poco lo que se avanza. Las promesas de campaña quedan en nada y el resultado al final deja al descubierto el objetivo real: el Estado como botín a repartir entre los más leales... 

Adicionalmente, observo con preocupación que algunas fuerzas políticas autodenominadas o reconocidas como de izquierda o progresistas en Latinoamérica, que finalmente y después de una larga lucha han llegado al poder por la vía democrática y enarbolando las banderas contra la corrupción, el abuso del poder, la injusticia social y la incompetencia, han demostrado ser más corruptos, abusadores y peores gobernantes que quienes han sucedido en el poder. Más grave aún, han empeorado la situación económica de los países que mal-gobiernan, han profundizado las diferencias sociales, han llevado la población al límite de la guerra civil y han provocado una crisis humanitaria en la región; y no pocos lideres han logrado su permanencia en el poder con practicas antidemocráticas, dictatoriales y genocidas...

Está claro, que en estos casos habiendo sido peor el remedio que la enfermedad, la ciudadanía ha venido castigando a las izquierdas progresistas, como en Argentina, Perú, Colombia, Ecuador, Chile y ahora en Brasil. Se sostienen todavía en el poder los regímenes de Venezuela, Nicaragua y Cuba, no por democráticos y prósperos, sino porque los mal-gobernantes de esos países secuestraron la democracia, exterminaron la oposición y obligaron al exilio a una inmensa parte de la población... Ahora, estamos pendientes de la segunda vuelta en Brasil, la que creo perderá la izquierda y en Bolivia creo que también caerá el corrupto y mentiroso de Evo Morales...

Pero, no debemos conformarnos y menos alegrarnos por estos cambios en el poder que en algunos países pueden significar la alternancia de ideologías extremas y la continuación de la corrupción y el abuso del poder. Por todo ello, confío en que más temprano que tarde, todos los ciudadanos sensatos emprendamos el camino para el ejercicio de una democracia más consciente e inteligente, en donde sin renunciar a nuestras creencias políticas, económicas, ni religiosas, nos unamos en una cruzada contra la corrupción, el abuso del poder, la injusticia social y la incompetencia. Proponiendo y exigiendo la candidatura de los mejores, para que lleguen al poder los más honestos y competentes. 

Debemos trascender como sociedad y salir de la era de "piedra y el garrote", haciendo uso de manera inteligente de las conquistas democráticas y de los Instrumentos de Participación Ciudadana.