sábado, 30 de diciembre de 2023

¡"APAGUE Y VAMONOS"!

"Les entrego el testimonio para que sigan el camino, hasta encontrar la luz que ilumine el destino de nuestro país y la mente de una nueva y mejor clase política."

 

Rubén Solano

    Está terminando el año y de nuevo queda un balance por hacer. Lamentablemente, no es bueno, claro que el del año pasado también fue malo, pero era el "primer añito" de los "niños", que sin experiencia, se les entregó el poder, como cuando se le pasa las llaves del auto al hijo adolescente. Este año fue diferente, porque quedó en evidencia su real talento y aprendizaje... Creo que los "niños" lograron manipular de nuevo a los adultos, asegurando su complicidad y la conducción del país por el resto de tiempo que les queda.

           El mal comportamiento de los políticos chilenos ha superado hasta el hastío mi opinión de la clase política. El gobierno de Gabriel Boric y sus "amiguis del cole" ha sido la "guinda de la torta", porque mató la esperanza y la poca confianza que me quedaba de ella. Siendo una nueva generación, depositaria de los valores, la energía, la experiencia, la intelectualidad y las reservas morales del país, heredera de una democracia recuperada después de una larga dictadura, ha demostrado en un tiempo récord su enorme mediocridad, irreverencia, improvisación, inmoralidad, deshonestidad y desvergüenza, superando con creces, todo lo que criticaban antes de llegar al poder: una clase política en decadencia, cargada además, de odio y resentimiento, que gracias a los errores de los “niños” volverán al poder en “gloria y majestad”, con más arrogancia y complejo de superioridad que antes.

    Lo cierto, es que no hay voluntad política para solucionar los problemas sociales que afectan las comunas, las provincias, las regiones, ni el país. Estamos en manos de una clase política mentirosa, cobarde, ineficiente, egoísta, abusadora, ambiciosa y fácil de corromper.

     Mientras los chilenos no nos sacudamos de esta clase política que hoy está en el poder y exijamos mayores requisitos para ocupar cargos públicos y perseveremos en una nueva clase, que sea más humana, digna, sensata, honesta y profesional, los problemas que nos agobian, no se solucionarán. Por el contrario, seguirán creciendo y traerán otros nuevos. Viviremos como "sapos en agua caliente", pero dentro de una olla a presión.

    Nuestra clase política sólo produce vergüenza. Saber que nos gobiernan es un escándalo, verlos y escucharlos a diario en todos los medios de comunicación, ya es demasiado. Personas afiliadas a movimientos y partidos políticos que pregonan principios, valores e ideologías, donde los militantes están lejos de entender, practicar y aplicar. Todos coludidos, forcejeando como en un circo, para alternarse el saqueo de las arcas del Estado, robarse los dineros del pueblo, porque NINGUNO de ellos aporta una "moneda de centavo", ni una "gota de sudor", para generar riqueza al país.

    Tantos conflictos internos y entre países que afectan al mundo, nos llenan de consuelo y nos distraen de nuestra penosa realidad. Estamos cada vez más cerca de otra guerra mundial en donde las armas y los refugios sólo están disponibles para proteger esa clase política. La destrucción y los muertos, como siempre, los pondremos los civiles, los ciudadanos comunes y corrientes bajo el pretexto de ser un daño colateral necesario para conseguir los objetivos, que siempre son los de ellos, porque los ciudadanos seguimos siendo ingenuos y regalados a causas que ni siquiera comprendemos y a promesas que jamás cumplirán.

     Hoy, son más los países donde los habitantes se ven obligados a abandonar en masa con sus ancianos, niños y enfermos, sus lugares de origen, renunciar a su familia, sus amistades, su trabajo, su patrimonio, su cultura, sus costumbres y emprender un largo y peligroso viaje sin retorno a lugares y países desconocidos, en donde la explotación y la humillación es el único destino.

    Es la clase política sin excepciones, la actual que gobierna los países y el mundo, la única culpable de la desgracia humana. Igual que en Chile, han confundido la necesidad de la humanidad de tener quien gobierne, con la monstruosa oportunidad de enriquecerse sin límite, explotar las personas, robar sus ahorros y su trabajo, saquear las riquezas del planeta para vivir como dioses. Sin escrúpulos y sin importarles la creciente miseria humana.

    Por supuesto, que hay personas dentro de esta clase política que escapan a esta dura acusación, pero son tan pocas y tan débiles que no vale la pena justificarlas, porque sucumben con rapidez al camino de silencio y sobornos, que les ha trazado la mayoría. Para ellos, es más fácil justificarse, "mirar para el lado", decir que hacen lo que pueden para no tener que renunciar a los privilegios que les ofrecen.

   Los civiles también somos responsables, porque hacemos poco o nada para exigir que cambien las cosas. Somos tan pobres e ignorantes, que un "paquete de espagueti" es suficiente para venerar incondicional y eternamente a quien lo obsequie. Nos resignamos a escoger el menos malo en cada elección, como si en Chile los casi 20 millones de habitantes fuésemos todos iguales e insuficientes.

    Las provocaciones y las agresiones de regímenes criminales, totalitarios y terroristas, crecen como espuma en el planeta, aunque todavía se contienen, por el temor a las consecuencias de una respuesta nuclear y a las amenazas que muestran regímenes aliados, que nada hacen por la paz, ni gratuitamente. Las organizaciones internacionales creadas después de la Segunda Guerra Mundial, como la ONU, son inoperantes, burocráticas y ridículas. Son el refugio final de la clase política mundial. El lugar donde se pagan los favores a los “incondicionales”.

    La clase política, las organizaciones criminales y los grandes capitalistas del mundo se mueven como uno solo. Ellos responden a sus intereses particulares, porque no tienen ni respetan ideologías, tendencias políticas, ni religiosas, conforman una sola y nueva casta en la humanidad. Aprendieron a no invadirse sus espacios. Ellos se reparten y controlan el mundo y se preparan para vivir en la "galaxia". Los conflictos entre ellos son por ser los "capos" dentro su casta y se mueven como “perros callejeros”, marcando territorios y haciendo alianzas, temporales o permanentes para asegurar sus intereses.

   Se termina el año y con él también doy por terminada otra etapa de mi vida. No tengo nada más que aportar en materia de opinión política. Todas las teorías que aprendí y los autores que leí, más grandes y superiores, ya lo habían dicho todo y de nada ha servido. Me retiro con la tranquilidad de haber hecho y dicho todo cuanto he querido, y con la tristeza, de no avizorar señales que me llenen de esperanza. Todavía no alcanzo a ver la luz al otro lado de este túnel en que estamos metidos. Me recogeré en la paz de quienes me rodean y en la fantasía que sólo la naturaleza, la lectura y la música pueden darnos. Les entrego el testimonio para que sigan el camino, hasta encontrar la luz que ilumine el destino de nuestro país y la mente de una nueva y mejor clase política.

      Agradezco el seguimiento y los comentarios durante estos casi catorce años de opinión a través de las redes sociales. Ellas guardan los debates que tuvimos y todo lo que aprendí de ustedes. De todas maneras, les dejo en mi blog la memoria de ésta y todas mis opiniones compartidas. Resiliencia (rdsolano.blogspot.com).  -Rubén Solano

 


domingo, 17 de diciembre de 2023

¡Y el Ganador es...!

    Hoy gana la derecha con cualquier resultado, porque Chile continuará con la Constitución de Augusto Pinochet o tendrá una Nueva Constitución más neoliberal y conservadora a juzgar por los comentarios de los voceros de la izquierda chilena. Por las mismas razones la izquierda será la gran perdedora, porque además, fue quien inició y lideró el proceso en dos oportunidades y en ambas fracasó. "La tercera NO será la vencida", si recordamos que antes de estos dos procesos M. Bachelet ya había hecho uno que también fracasó.

   Paradójicamente, y para "morderse los codos", el único que podría salir favorecido, pero siempre y cuando resulte ganador El Apruebo, es G. Boric, al cual se le volvería a "aparecer la virgen" por segunda vez (la primera vez fue cuando noqueó a Daniel Jadue en las primarias de la ultraizquierda). Ahora podrá dejar como legado para los chilenos una Nueva Constitución. 

  Con su comportamiento ambiguo podrá hacer un triunfo de la derrota y decirle mañana a la izquierda chilena: "Prometí cambiar la Constitución y eso hice, si no les gusta el texto, es porque ustedes no hicieron su parte" y en mi opinión, no le faltará razón, porque es la clase política partidista, no el gobierno, aunque haya metido mano descaradamente al proceso, el mayor culpable del fracaso, porque fue la que propuso las reglas y manejó los procesos. 

    De todas maneras, aunque ningún político pierde una elección, siempre tienen una explicación para todo y ésta no será la excepción, no creo que haya celebraciones públicas y eso, sería bueno. -Rubén Solano

martes, 12 de diciembre de 2023

LA VIEJA DES-CONCERTACIÓN

      El próximo domingo 17 de diciembre, con el Plebiscito de Salida que definirá la suerte de la Propuesta de Nueva Constitución, se cerrará el segundo capítulo de una tragi-comedia que no debió escribirse, y que por el bien de Chile y de los chilenos, deseo que no se escriban más capítulos, que se baje el telón y que todo quede en la historia, como otro mal recuerdo, de haber culpado la Constitución de los problemas sociales, cuando ha sido la falta de voluntad política, la ineficiencia en la gestión pública y los crecientes actos de corrupción y de abusos de poder.

     Han sido cuatro largos años, intentando escribir una Nueva Constitución. Aunque la verdad, han sido muchos más, si contamos el tiempo desde el 2016, cuando la ex-presidenta M. Bachelet también presentara su propuesta, después de los Encuentros Locales Autoconvocados, en el marco de un proceso participativo con el propósito de cambiar la actual Constitución.

      Realmente, ha sido agotador y nadie imagina lo costoso que ha sido para el país, el trabajo y el tiempo invertido para tal vez, concluir con un nuevo fracaso, tal como lo desean y esperan las extremas políticas de derecha y de izquierda del país, junto a quienes tampoco conciben que la Nueva Propuesta no haya tenido su liderazgo, ni lleve su impronta, aunque sí, su voluntad de cambio. Me refiero a los "pobres" integrantes de la "Vieja Concertación". Es como preparar y servir la Cena de Navidad y no estar en la mesa, y que sean los "archirivales" la que la disfruten. Mucho más lamentable será, que el texto lleve la firma y sea recordado en el futuro, por quien encabeza el peor gobierno de la historia de Chile. Un gobierno que se considera a sí mismo, "ejemplar" y de "superioridad moral"; que llegó al poder, después de participar en un doloroso estallido social que destruyó el país y trunco los sueños de miles de familias y personas inocentes que todavía no se recuperan. Un gobierno que en campaña, calificó de total fracaso la labor de los treinta años de los gobiernos que le precedieron y que culpó, de manera injusta y sin piedad alguna, de ser los causantes del desastre, la injusticia y la rabia social que vivía el país.   

     Es por eso comprensible, al menos para mi, que sean justamente los de la "Vieja Concertación" en bloque, los abanderados de votar EN CONTRA de la Propuesta, sin importarles que el resultado es producto de un cuidadoso plan por ellos mismos preparado, que involucró muchos "candados", pero que jamás imaginaron que el pueblo no les entregaría las llaves. 

   El gobierno de G. Boric debe estar con sentimientos encontrados, pero no creo que desconozca la enorme importancia de lo que ocurrirá después del Plebiscito si gana el A FAVOR: ¡Su firma estará en la Nueva Constitución! Será su legado. Con el paso del tiempo, los vericuetos del proceso se manipularán y olvidarán y su firma en la Constitución será la llave para que se vuelvan a abrir las puertas del poder... Seguramente repetirá: "Cualquier cosa que salga es mejor que lo escrito por cuatro Generales". La Nueva Constitución no es tan mala, será su otra "voltereta". -Rubén Solano