La
percepción que hemos escuchado de los candidatos, en los más de veinte
conversatorios realizados, coincide con la percepción generalizada de la
ciudadanía, que también considera que se ha perdido la confianza en la clase
política, empresarial y social. Nos quedamos sin líderes ni referentes. Los Políticos,
religiosos, profesores, comunicadores, artistas, deportistas ... Todos, de una
u otra forma, nos han fallado, nos han decepcionado. Al interior de la familia,
los padres y abuelos encuentran cada vez menos respeto de los hijos y de los
nietos. Todo es motivo de provocación a la autoridad y a la sociedad, como la
que hacen las personas que insisten en saltarse las medidas de seguridad
dispuestas por las autoridades sanitarias para controlar la pandemia del COVID-19.
El panorama es desolador. La violencia se ha tomado las calles, las plazas, los
barrios, el transporte, los medios de comunicación, los centros comerciales,
las redes sociales, ... ¡Todo!
En lo
que hay diferencias de percepción entre la gente y la clase política, es respecto
de los avances y progresos que ha tenido el país en diferentes temas. Cada
político por separado, tiene un balance positivo de su gestión. En tanto, la
creencia de la ciudadanía es que los gobiernos y el congreso sólo responden a
las demandas que se hacen en marchas y protestas. Prácticamente, tienes que
inmolarte en la plaza pública para tocar la sensibilidad de las autoridades. Otros
políticos consideran que el país avanza y que cualquier retraso o fracaso, es sólo
responsabilidad de los gobiernos que le antecedieron y de la actitud
obstruccionista de la oposición. Lo cierto es que la democracia pierde cada vez
más interés de la sociedad. La abstención es creciente y las elecciones, continúan
siendo para algunos la oportunidad para perpetuarse en el poder o para llegar a
cualquier precio a ocupar un espacio dentro del Estado y usufructuar los
privilegios que otros han tenido por décadas. Parece que no hay consciencia
para el servicio público, sino para servirse de lo público.
Lamentablemente,
lo que hemos visto en los conversatorios es que muchos candidatos desconocen
los problemas locales, regionales y nacionales. Tienen una débil vinculación
con las organizaciones de la sociedad civil y con honrosas excepciones, la
mayoría tampoco tienen una formación apropiada ni experiencia suficiente para
ocupar el cargo al que aspiran. Es extraño, pero hay quienes parecen estar
convencidos que lo único que necesitan para ganar las elecciones es sólo una
frase sonora que puedan repetir como cacatúas y sumarse a la crítica que en las
redes sociales hacen a la labor realizada por el gobierno de turno. La verdad,
no se escuchan muchas ideas ni propuestas nuevas ni viejas. Solo frases
virulentas contra sus adversarios...
Definitivamente,
no podemos continuar así y creemos que ustedes tienen un enorme desafío y
responsabilidad de darle una nueva oportunidad a la democracia y a la política.
Debemos poner un alto y acordar una tregua, porque nadie, absolutamente ninguno
de nosotros está haciendo bien las cosas y quien crea que lo está haciendo
bien, seguramente no tiene consciencia lo mal que lo hace, porque nadie escapa
a la responsabilidad del caos que vivimos, ya que hasta la pasividad y la
indiferencia de muchos también son responsables de lo que nos está pasando, del
zapato chino en que todos estamos metidos… Ningún momento es mejor que este
para recordad la frase de Martín Luther King cuando dijo, frente al crecimiento
de la ola de racismo en Estados Unidos y el mundo: ”No me duelen los actos de
la gente mala, me duele la indiferencia de la gente buena” y es justamente la
indiferencia y la pasividad lo que nos pasa en Chile.
Y aunque
no lo escuchamos decir a viva voz, se siente en el ambiente un reconocimiento
de impotencia, incapacidad. Parece que creemos haber perdido la autoridad moral
y por eso nadie se atreve a levantar la voz para proponer un cambio de actitud
en la sociedad, por temor a que lo tapen a gabaratos y destruyan tu vida y la
de tu familia con mentiras o verdades a medias. Nos cubre un sentimiento de
culpa y de temor. Aunque, de verdad, hay que tener cuero de chancho para estar
en la política o querer asumir un liderazgo en la sociedad…
Sin
embargo, debemos sobreponernos a todo esto. Tal vez hayamos tocado fondo y sea
una señal para salir a flote como sociedad. Partir con humildad, reconociendo
que, aunque la sociedad haya perdido la credibilidad en la clase política
tradicional y no veamos aflorar ningún liderazgo de confianza, no vamos a quedarnos
en el fondo del pozo. Debemos estar dispuestos a comenzar una nueva etapa,
porque tenemos ganas de producir grandes cambios y comenzar a hacer bien las
cosas, todos de la mano, en alianza co-creativa y co-productiva: Estado local,
regional y nacional, con los centros de formación superior, la empresa privada
y las organizaciones sociales. Debemos hacerlo ahora ya, para ejemplo de quienes
nos rodean y para dejarle una nueva y mejor sociedad a las futuras
generaciones.
Por lo
anterior, desde FUNDESCOCHILE, queremos hacerles una invitación y es nuestro
compromiso que perseveremos en una Formación Ciudadana, que contribuya a generar
una Participación Ciudadana, más Inteligente, más Inclusiva y más y mejor Informada,
para rescatar y perfeccionar la democracia como el sistema de organización
social, que debe continuar conduciéndonos. Para estar cerca de nuestros representantes
y autoridades de gobierno apoyando su gestión y observando con atención sus
actuaciones. Haciendo uso de mecanismos democráticos de participación, que
permanecerán latentes, para impedir que nadie desvíe ni torpedee la
implementación ni el avance de las políticas públicas de los gobiernos y
representantes aprobados por mayorías. Para asegurar una permanente y
sistemática formación, tanto en deberes como en derechos ciudadanos, en
organización y funcionamiento del Estado y en defensa del Estado de Derecho.
El
grito de las marchas de “No son treinta pesos, son treinta años”, tiene un eco
profundo, que dice: “tampoco es la pobreza de muchos, ni la riqueza de unos
pocos, es la corrupción y el abuso del poder”
Debemos
perseverar unidos, clase política, sociedad civil, empresa privada y centros de
formación superior, en la construcción de una sociedad más justa y con igualdad
de oportunidades para todos. Combatiendo juntos el populismo, la manipulación,
la corrupción y el abuso del poder. Debemos revertir con acciones y declaraciones
claras y concretas, la percepción que hay en la mente de muchas personas, en el
sentido, que el Estado debe hacerse cargo de todo, hasta de nuestros cotidianos
y pueriles actos de irresponsabilidad. Por ello, Les invitamos a mantener sus vínculos
con la sociedad civil, contribuyendo al fortalecimiento de las organizaciones
sociales y comunitarias, que son un eslabón muy importante, clave en la cadena,
especialmente en tiempos de crisis, porque ayuda a hacer realidad las políticas
públicas y los planes de gobierno nacional, regional y local, llevando las
soluciones a todos los rincones del país, porque son más de 320 mil
organizaciones y no existe ninguna comuna que carezca de estas organizaciones
territoriales y funcionales. Les reiteramos nuestra gratitud por aceptar
nuestra invitación y les deseamos muchos éxitos en sus campañas. #PorElDiálogo RDS
Campaña de Fundescochile:
“Contribuimos al mejoramiento de la
gestión de las Organizaciones Sociales y Comunitarias y
Abogamos por una Participación
Ciudadana más, inteligente, más Inclusiva y más y mejor Informada.”