miércoles, 22 de noviembre de 2017

A PROPÓSITO DE LOS RESULTADOS DE LAS ENCUESTAS. UNA OPINIÓN DIFERENTE.


Es verdad que las encuestas no acertaron en los porcentajes que obtendrían los candidatos en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Chile, el pasado 19 de noviembre. Y esto es una legitima preocupación para los estrategas políticos, académicos, investigadores y científicos que necesitan más rigurosidad y precisión en las cifras, por cuanto los estudios que dependen de estos resultados, así lo demandan y porque se trata de probar en cada oportunidad la validez y seriedad de las una metodología de investigación que utilizan los peofesionales de la estadística. Sin embargo, no nos digamos mentiras, el pueblo no necesita precisión de las encuestas, sino tendencia o preferencia. Por ejemplo, interesa saber quiénes pasaran a segunda vuelta en una elección y conocer si acertaron los encuestadores en dicha decisión. Esto es más importante para los ciudadanos, que saber el porcentaje obtenido por cada candidato y la diferencia porcentual con las cifras oficiales. Esta opinión entonces, puede considerarse una mirada desde la participación ciudadana.


Teniendo en cuenta lo anterior, presentaré a continuación un análisis realizado a los resultados de las preferencias pronosticadas por las Encuestadoras frente a los resultados finales suministrados por el SERVEL, para explicar de mejor forma lo expuesto y con el propósito adicional de contribuir a la defensa de estos estudios de opinión, que de no existir, los ciudadanos estaríamos mucho más expuestos a la manipulación de los voceros y de los dirigentes políticos, que siempre y no pocas veces, de manera temeraria y abusiva, tratan de convencernos que representan a toda la sociedad, porque dicen tener el apoyo de una inmensa mayoría, que solo sería posible comprobar después de las elecciones...

Según los resultados oficiales del SERVEL, a la segunda vuelta pasaron Sebastián Piñera y Alejandro Guillier. El tercer lugar lo ocupó Beatríz Sánchez. Este resultado, que es un hecho aceptado, fue pronosticado por todas las casas de investigación de Chile, CEP, MORI, CADEM y ADMIARK. Ver Tabla 1.

ENCUESTAS
PIÑERA
GUILLIER
SANCHEZ
CEP
1
2
3
CERC-MORI
1
2
3
CADEM
1
2
3
ADIMARK
1
2
3




SERVEL
1
2
3
Tabla 1. Elaboración propia. Fuentes SERVEL y www.eleccion360.cl

Las encuestas tampoco se equivocaron, al pronosticar que de los ocho candidatos, Eduardo Artés y Alejandro Navarro, eran los que tenían menos aceptación de la ciudadanía. De ahí su ubicación en los lugares séptimo y octavo de las preferencias. Ver Tabla 2:

ENCUESTAS
ARTÉS
NAVARRO
CEP
7
8
CERC-MORI
8
7
CADEM
7
8
ADIMARK
7
8



SERVEL
7
8
Tabla 2. Elaboración propia. Fuentes SERVEL y www.eleccion360.cl

Y si bien no todas las encuestas coincidieron en el orden de preferencia que tendrían los candidatos Carolina Goic, José Antonio Kast y Marco Enriquez-Ominami, en las elecciones. La verdad, es que todas acertaron que los candidatos ocuparían los lugares 4, 5 y 6. Ver Tabla 3.

ENCUESTAS
GOIC
KAST
ME-O
CEP
5
6
4
CERC-MORI
4
6
5
CADEM
5
4
6
ADIMARK
4
5
6




SERVEL
5
4
6
Tabla 3. Elaboración propia. Fuentes SERVEL y www.eleccion360.cl

Y para ser más justos, debemos reconocer que la encuesta CADEM, estuvo acertada en el orden de preferencias que tuvieron todos los candidatos, luego la CEP que no acertó con José Antonio Kast y Marco Enrique-Ominami, y ADIMARK, que no acertó en el orden de preferencias de Carolina Goic y José Antonio Kast. Por último está MORI, que definitivamente, es la que más lejos estuvo con sus pronósticos de todos los resultados Ver Tabla 4.. 

ENCUESTAS
GOIC
KAST
PIÑERA
GUILLIER
SANCHEZ
ME-O
ARTÉS
NAVARRO
CEP
5
6
1
2
3
4
7
8
CERC-MORI
4
6
1
2
3
5
8
7
CADEM
5
4
1
2
3
6
7
8
ADIMARK
4
5
1
2
3
6
7
8









SERVEL
5
4
1
2
3
6
7
8
Tabla 4. Elaboración propia. Fuentes SERVEL y www.eleccion360.cl

Otro aspecto que ha llamado mi atención y al cual deseo referirme, es a la forma como se pretende desprestigiar la labor de los encuestadores por no haber acertado en algunas de las decisiones más icónicas de los últimos tiempos, como la decisión de los ingleses de salir de la Comunidad Europea, conocido como el BREXIT. Creo que los estudios que pretenden anticipar resultados en temas que dividen de manera tan pareja, la opinión de quienes deben tomar una decisión, debería limitarse a dejar constancia del hecho, sin pronosticar resultado a favor o en contra de una opción. El acierto de las encuestadoras para el público está en pronosticar o anticipar, el pequeño margen de diferencia entre una opción y otra. En el caso del BREXIT, las encuestadoras siempre plantearon lo difícil de la decisión y esto fue un acierto porque la diferencia entre una opción y otra fue de 3.8%. Con un 51.9% la opción de que Gran Bretaña se retire de la Comunidad Europea, frente al 48.1% de quedarse.

Algo similar pasó en Colombia con el plebiscito convocado para decidir sobre el apoyo a los acuerdos de paz que el gobierno nacional estaba firmando con el grupo armado de las FARC. En esa oportunidad los encuestadores también pronosticaron un margen muy estrecho entre una opción y otra, y así ocurrió cuando el voto a favor de los acuerdos fue del 47% y el voto en contra de los acuerdos, que fue el ganador, obtuvo 52%. Es decir, la diferencia entre las opciones fue tan sólo de un 5%.

Otro caso que llamó la atención y que fue objeto de la crítica a las encuestadoras fue el de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, que dieron como ganador al actual presidente Donald Trump. Aquí la diferencia entre los candidatos en dispuesta fue del 7%.  Hilary Clinton obtuvo 46.5% y Donald Trump 53.5%.

En conclusión, me parece que los profesionales de las encuestas, estadísticos e investigadores, están a salvo con el pueblo. Son más los aciertos y en medio de tanta competencia, los pronósticos se hacen mucho más probables. Los estadísticos y demás profesionales de la investigación, han avanzado considerablemente, con la ayuda de potentes herramientas tecnológicas y plataformas digitales, en las metodologías, formulas, cálculos y análisis de las investigaciones de mercado y de opinión, tan necesarias en la toma de decisiones, realización de inversiones y formulación y evaluación de proyectos. Por ello, deben merecer nuestro respeto y reconocimiento a su labor y no permitir el manejo mal intencionado de sus resultados, especialmente de una clase política desprestigiada, que debe aprovecharlas para recuperar la confianza ciudadana y acertar en sus propuestas de contribución en la solución de los problemas sociales.

Quizás los encueadores deberían hacer más énfasis en los resultados que serán más cerrados, destacando sí, el pronóstico sobre la diferencia que arrojará los resultados de la investigación, sin pronosticar una inclinación de la preferencia, a menos que ella pueda ser respaldada con una investigación mucho más cientifica.

Tengamos presente, que las investigaciones de mercado y opinión se realizan sobre una pequeña muestra del total del universo que deberá votar o decidir. Por ejemplo, muchas de las encuestas en Chile responden a una muestra que no supera las mil personas, y por ello sus resultados nos hablan de la seriedad y el profesionalismo de quienes las organizan.

No me cabe la menor duda que en el campo político, los candidatos aspiran a dar un golpe de opinión y para lograrlo, algunos preferirían que no hubiera intervención de las encuestas. Pero, hay otros que las encuentran positivas, porque les permite ajustar con tiempo su estrategia de campaña, enmendando rumbos y/o haciendo énfasis en sus propuestas. De cualquier manera, percibir el pulso de la sociedad o del mercado, conocer lo que piensa y siente el electorado o los clientes, es importante para alcanzar los objetivos. Por lo demás, siempre es posible contratar de manera privada, investigaciones de opinión o de mercado, reservándose para si, los resultados de la investigación, los cuales se pueden confrontar con las investigaciones de carácter público. Pero la pregunta, que ningún candidato ha respondido hasta el momento es: ¿Cuál fue el resultado de las encuestas privadas que hicieron y qué tanto se acercaron o separaron con las investigaciones públicas?    
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