Es verdad que las encuestas no
acertaron en los porcentajes que obtendrían los candidatos en la primera vuelta
de las elecciones presidenciales de Chile, el pasado 19 de noviembre. Y esto es
una legitima preocupación para los estrategas políticos, académicos,
investigadores y científicos que necesitan más rigurosidad y precisión en las
cifras, por cuanto los estudios que dependen de estos resultados, así lo
demandan y porque se trata de probar en cada oportunidad la validez y seriedad
de las una metodología de investigación que utilizan los peofesionales de la estadística. Sin embargo, no nos
digamos mentiras, el pueblo no necesita precisión de las encuestas, sino
tendencia o preferencia. Por ejemplo, interesa saber quiénes pasaran a segunda vuelta en
una elección y conocer si acertaron los encuestadores en dicha decisión. Esto es más importante
para los ciudadanos, que saber el porcentaje obtenido por cada candidato y la
diferencia porcentual con las cifras oficiales. Esta opinión entonces, puede considerarse una mirada desde la participación ciudadana.
Teniendo en cuenta lo anterior, presentaré a continuación un
análisis realizado a los resultados de las preferencias pronosticadas por las
Encuestadoras frente a los resultados finales suministrados por el SERVEL, para
explicar de mejor forma lo expuesto y con el propósito adicional de contribuir
a la defensa de estos estudios de opinión, que de no existir, los ciudadanos
estaríamos mucho más expuestos a la manipulación de los voceros y de los
dirigentes políticos, que siempre y no pocas veces, de manera temeraria y
abusiva, tratan de convencernos que representan a toda la sociedad, porque dicen tener el apoyo de una inmensa mayoría, que solo sería posible comprobar después de las elecciones...
Según los resultados oficiales del SERVEL, a la segunda vuelta pasaron
Sebastián Piñera y Alejandro Guillier. El tercer lugar lo ocupó Beatríz
Sánchez. Este resultado, que es un hecho aceptado, fue pronosticado por todas las casas de
investigación de Chile, CEP, MORI, CADEM y ADMIARK. Ver Tabla 1.
ENCUESTAS
|
PIÑERA
|
GUILLIER
|
SANCHEZ
|
CEP
|
1
|
2
|
3
|
CERC-MORI
|
1
|
2
|
3
|
CADEM
|
1
|
2
|
3
|
ADIMARK
|
1
|
2
|
3
|
SERVEL
|
1
|
2
|
3
|
Tabla 1. Elaboración propia.
Fuentes SERVEL y www.eleccion360.cl
Las encuestas tampoco se equivocaron, al
pronosticar que de los ocho candidatos, Eduardo Artés y Alejandro Navarro, eran los
que tenían menos aceptación de la ciudadanía. De ahí su ubicación en los lugares séptimo y octavo de las preferencias. Ver Tabla 2:
ENCUESTAS
|
ARTÉS
|
NAVARRO
|
CEP
|
7
|
8
|
CERC-MORI
|
8
|
7
|
CADEM
|
7
|
8
|
ADIMARK
|
7
|
8
|
SERVEL
|
7
|
8
|
Tabla 2. Elaboración propia.
Fuentes SERVEL y www.eleccion360.cl
Y si bien no todas las encuestas
coincidieron en el orden de preferencia que tendrían los candidatos Carolina Goic, José
Antonio Kast y Marco Enriquez-Ominami, en las elecciones. La verdad, es que
todas acertaron que los candidatos ocuparían los lugares 4, 5 y 6. Ver Tabla 3.
ENCUESTAS
|
GOIC
|
KAST
|
ME-O
|
CEP
|
5
|
6
|
4
|
CERC-MORI
|
4
|
6
|
5
|
CADEM
|
5
|
4
|
6
|
ADIMARK
|
4
|
5
|
6
|
SERVEL
|
5
|
4
|
6
|
Tabla 3. Elaboración propia.
Fuentes SERVEL y www.eleccion360.cl
Y para ser más justos, debemos
reconocer que la encuesta CADEM, estuvo acertada en el orden de preferencias
que tuvieron todos los candidatos, luego la CEP que no acertó con José Antonio
Kast y Marco Enrique-Ominami, y ADIMARK, que no acertó en el orden de preferencias
de Carolina Goic y José Antonio Kast. Por último está MORI, que
definitivamente, es la que más lejos estuvo con sus pronósticos de todos los resultados Ver Tabla 4..
ENCUESTAS
|
GOIC
|
KAST
|
PIÑERA
|
GUILLIER
|
SANCHEZ
|
ME-O
|
ARTÉS
|
NAVARRO
|
CEP
|
5
|
6
|
1
|
2
|
3
|
4
|
7
|
8
|
CERC-MORI
|
4
|
6
|
1
|
2
|
3
|
5
|
8
|
7
|
CADEM
|
5
|
4
|
1
|
2
|
3
|
6
|
7
|
8
|
ADIMARK
|
4
|
5
|
1
|
2
|
3
|
6
|
7
|
8
|
SERVEL
|
5
|
4
|
1
|
2
|
3
|
6
|
7
|
8
|
Tabla 4. Elaboración propia.
Fuentes SERVEL y www.eleccion360.cl
Otro aspecto que ha llamado mi
atención y al cual deseo referirme, es a la forma como se pretende desprestigiar
la labor de los encuestadores por no haber acertado en algunas de las decisiones
más icónicas de los últimos tiempos, como la decisión de los ingleses de salir
de la Comunidad Europea, conocido como el BREXIT. Creo que los estudios que
pretenden anticipar resultados en temas que dividen de manera tan pareja, la
opinión de quienes deben tomar una decisión, debería limitarse a dejar
constancia del hecho, sin pronosticar resultado a favor o en contra de una
opción. El acierto de las encuestadoras para el público está en pronosticar o anticipar, el pequeño margen de
diferencia entre una opción y otra. En el caso del BREXIT, las encuestadoras
siempre plantearon lo difícil de la decisión y esto fue un acierto porque la
diferencia entre una opción y otra fue de 3.8%. Con un 51.9% la opción de que
Gran Bretaña se retire de la Comunidad Europea, frente al 48.1% de quedarse.
Algo similar pasó en Colombia con
el plebiscito convocado para decidir sobre el apoyo a los acuerdos de paz que
el gobierno nacional estaba firmando con el grupo armado de las FARC. En esa
oportunidad los encuestadores también pronosticaron un margen muy estrecho
entre una opción y otra, y así ocurrió cuando el voto a favor de los acuerdos
fue del 47% y el voto en contra de los acuerdos, que fue el ganador, obtuvo
52%. Es decir, la diferencia entre las opciones fue tan sólo de un 5%.
Otro caso que llamó la atención y
que fue objeto de la crítica a las encuestadoras fue el de las elecciones
presidenciales de Estados Unidos, que dieron como ganador al actual presidente
Donald Trump. Aquí la diferencia entre los candidatos en dispuesta fue del
7%. Hilary Clinton obtuvo 46.5% y Donald
Trump 53.5%.
En conclusión, me parece que los profesionales
de las encuestas, estadísticos e investigadores, están a salvo con el pueblo. Son más los aciertos y en medio de tanta competencia, los pronósticos se hacen mucho más probables. Los estadísticos y demás profesionales de la investigación, han avanzado considerablemente,
con la ayuda de potentes herramientas tecnológicas y plataformas digitales, en las
metodologías, formulas, cálculos y análisis de las investigaciones de mercado y
de opinión, tan necesarias en la toma de decisiones, realización de inversiones
y formulación y evaluación de proyectos. Por ello, deben merecer nuestro respeto
y reconocimiento a su labor y no permitir el manejo mal intencionado de sus
resultados, especialmente de una clase política desprestigiada, que debe aprovecharlas para recuperar la confianza ciudadana y acertar en sus propuestas de contribución en la solución de los problemas sociales.
Quizás los encueadores deberían hacer más énfasis en los resultados que serán más cerrados, destacando sí, el pronóstico sobre la diferencia que arrojará los resultados de la investigación, sin pronosticar una inclinación de la preferencia, a menos que ella pueda ser respaldada con una investigación mucho más cientifica.
Quizás los encueadores deberían hacer más énfasis en los resultados que serán más cerrados, destacando sí, el pronóstico sobre la diferencia que arrojará los resultados de la investigación, sin pronosticar una inclinación de la preferencia, a menos que ella pueda ser respaldada con una investigación mucho más cientifica.
Tengamos presente, que las
investigaciones de mercado y opinión se realizan sobre una pequeña muestra del
total del universo que deberá votar o decidir. Por ejemplo, muchas de las encuestas en Chile
responden a una muestra que no supera las mil personas, y por ello sus
resultados nos hablan de la seriedad y el profesionalismo de quienes las
organizan.
No me cabe la menor duda que en
el campo político, los candidatos aspiran a dar un golpe de opinión y para
lograrlo, algunos preferirían que no hubiera intervención de las encuestas.
Pero, hay otros que las encuentran positivas, porque les permite ajustar con
tiempo su estrategia de campaña, enmendando rumbos y/o haciendo énfasis en sus
propuestas. De cualquier manera, percibir el pulso de la sociedad o del mercado,
conocer lo que piensa y siente el electorado o los clientes, es importante para
alcanzar los objetivos. Por lo demás, siempre es posible contratar de manera privada,
investigaciones de opinión o de mercado, reservándose para si, los resultados
de la investigación, los cuales se pueden confrontar con las investigaciones de
carácter público. Pero la pregunta, que ningún candidato ha respondido hasta el
momento es: ¿Cuál fue el resultado de las encuestas privadas que hicieron y qué
tanto se acercaron o separaron con las investigaciones públicas?
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