Hoy es el último día de campaña electoral interna del partido y más que pedirle un voto para mí, quiero pedirle un voto para EVÓPOLI. Así es, un voto para Evópoli. Para ello, le comparto la siguiente reflexión que me surge de una pregunta: ¿En una sociedad que está perdiendo a pasos agigantados la credibilidad en la clase política y que se encuentra agobiada por la corrupción, el abuso del poder y la injusticia social, qué papel debe jugar en estos momentos un partido político como Evópoli que se funda justamente, para recuperar la confianza de los ciudadanos y ayudar a cumplir el sueño de los chilenos?
Un
partido que cree qué, para alcanzar este sueño, se debe cultivar la libertad, valorar
la diversidad, luchar por la justicia y fomentar el emprendimiento. Porque cree
en la capacidad de las personas para tomar buenas decisiones, y para
organizarse en una sociedad en que el apoyo y la confianza mutua son el soporte
más firme.
Pero,
¿acaso, Evópoli tiene vida por sí mismo? ¿Pueden las declaraciones y los
principios plasmados en los discursos, lograr hacer cumplir el sueño de tantos
y tantas chilenas? … De ninguna manera, porque las metas y los sueños solo son
posible alcanzarlos con el trabajo y la acción permanente de los seres humanos.
Las empresas no tienen vida, solo son instrumentos. Somos las personas, de
carne y hueso, las que con nuestro accionar le damos vida a las instituciones y
logramos que las cosas pasen.
Evópoli es un proyecto colectivo, que únicamente se hace realidad con la presencia física y el accionar de nosotros, sus militantes, no con la publicidad masiva, que gracias a la tecnología y a las redes sociales puede inundar el planeta, pero jamás cambiar el resultado que provoca nuestra presencia o nuestra ausencia.
A lo
largo de la historia de la humanidad, el hombre sensato ha tenido que jugar con
las reglas, con la información y con los instrumentos que han estado a su
alcance, y ha ganado o ha perdido. Pero, jamás, el juego ha ocurrido cuando
todos hemos estado ausentes.
Si
queremos que en nuestro país ocurra algo nuevo y que el sueño de Evópoli, que hoy
es nuestro sueño, se haga realidad, es el momento que despertemos, nos levantemos
y nos pongamos las zapatillas, porque esta carrera por un Chile más equitativo,
libre e inclusivo, ¡jamás la ganaremos sin nuestra presencia!
Evópoli
nos representa, a través de nuestras causas, que nos representan a nosotros
mismos. Demostremos que somos un partido diferente, capaces de producir
cambios, porque los militantes asumimos los desafíos y siempre decimos, ¡Aquí
estamos! Especialmente, cuando se trata de hacer realidad nuestros sueños.
Este sábado 5 de mayo, digamos SI a Evópli con nuestra presencia en las urnas. Digamos SI, a este proyecto colectivo que es muy jóven, que nos representa y que está despertando a tantos chilenos.
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