¡Libertad para Venezuela! |
La consulta popular o plebiscito vinculante es una de las varias
herramientas de la Participación Ciudadana,[1]
que en América Latina están comenzando a utilizarse para resolver conflictos
socio-políticos. Pero, estos instrumentos de nada han servido, ni servirán, con
ausencia de una ciudadanía formada para su utilización y de un gobierno que no
esté dispuesto a respetarlos.
Una experiencia exitosa que se recuerda en América Latina, en la cual
tanto el gobierno como la ciudadanía coincidieron en poner fin a un conflicto mediante
un plebiscito fue en Chile, cuando los ciudadanos votaron para decidir sobre la
continuidad del régimen militar. En aquella oportunidad el gobierno aceptó el
resultado del plebiscito y el país retornó a la democracia. Por el contrario, nunca
en Venezuela el chavismo ha respetado la voluntad del pueblo cuando éste ha pretendido utilizar los instrumentos de participación ciudadana disponibles, no obstante que
es el país que cuenta con la Constitución Política más moderna y participativa
del continente. En Colombia, donde la constitución del año 1991, abrió las
puertas a la participación ciudadana, los acuerdos del gobierno con las FARC,
firmados en la Habana, fueron rechazados en un plebiscito, cuyo resultado fue
finalmente desconocido por el gobierno...
¿Entonces, qué puede hacer un pueblo contra un régimen dictatorial,
genocida, criminal, narcotraficante y corrupto, como lo es el de Venezuela? Un
régimen que ha se burlado de la Constitución Nacional, quebrado las
instituciones democráticas, corrompido las fuerzas militares, asesinado la
oposición, destruido la economía y enviado al exilio a la inmensa mayoría de la
población activa, para finalmente quedarse con los más vulnerables, a los
cuales puede manipular y someter porque en su mayoría son gente humilde,
ancianos, niños y enfermos…
Todas las manifestaciones, marchas y protestas del pueblo han terminado con mucha sangre y dolor, sacrificando la vida de personas inocentes, que desesperadas e impotentes, lo único que les ha quedado es terminar en la cárcel, la posta o el cementerio. ¿Acaso, son pocas las vidas humanas que se han perdido en Venezuela? ¿Qué poder y capacidad de resistencia puede ofrecer un pueblo humillado, hambriento y enfermo, frente a un régimen de asesinos armado y desalmado?
Lo único que queda para estos países, que caen en las garras de criminales ambiciosos de poder, es la solidaridad internacional, que lamentablemente, en América Latina está bastante cuestionada, porque se ha descubierto que los inmigrantes son generalmente esclavizados y explotados en varios países anfitriones. Además, toda la ayuda humanitaria que se envía a los países que están secuestrados por regímenes dictatoriales y corruptos, es acaparada por mafias de delincuentes que especulan con ellas y hacen más difícil la sobrevivencia para los rezagados.
Una intervención militar ya no es posible ni tan simple, los dictadores
han aprendido que para sostenerse en el poder deben controlar las fuerzas
militares y ganar tiempo… Sólo queda el repudio diplomático y el bloqueo
económico, que por lo demás, los aliados del régimen criminal estarán prestos a compensar.
En estas circunstancias, es normal que se sientan “ganadores” los amigos de la dictadura venezolana o de su "modelo de sociedad". Solamente, nos queda esperar la caída del régimen por su incapacidad para resolver los problemas y responder a la presión de la comunidad internacional. Suplicar que los países donde llegan los exiliados, controlen la explotación y la esclavitud a los inmigrantes y no permitan la especulación con el envío de mercaderías ni de ayuda humanitaria a Venezuela.
Mientras tanto, los ciudadanos que creemos en la democracia debemos continuar promoviendo con más fuerza y convicción la generación de una Participación Ciudadana más Inteligente e
Inclusiva, no para que enfrente las dictaduras, sino para impedir que potenciales
dictadores se tomen el poder de más países democráticos. Debemos aprender que los
únicos enemigos del pueblo a lo largo de la historia de la humanidad y a los cuales hay que combatir sin tregua, son la
injusticia social, la corrupción y el abuso del poder. No las izquierdas ni las
derechas.
[1] Otros instrumentos de
Participación Ciudadana de carácter vinculante son la Revocatoria del Mandato,
las Veedurías Ciudadanas y la Iniciativa Legislativa Popular. El Sentido de la
Participación Ciudadana es intervenir en la fiscalización y la gestión pública
en ausencia, deficiencia o debilidad de las instituciones democráticas de
representación tradicional y sólo hasta que las instituciones del Estado recuperen
la confianza de la ciudadanía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario