"No
me produce tanta tristeza la falta de respuesta a los problemas sociales, como
la que me produce la ausencia de una metodología co-creativa y pacífica
para encontrar las soluciones." rds
En América Latina se está haciendo costumbre que dirigentes políticos y
del alto gobierno no tengan ningún cuidado en la emisión de sus declaraciones,
cayendo en vergonzosas contradicciones y demostrando tener una doble moral al
atacar o defender, a conveniencia, las mismas. Una moral que exigen a sus
opositores, pero que es diferente a la que practican y que reclaman como un
derecho para ellos mismos.
Ilustraré lo afirmado precedentemente, con las permanentes declaraciones
de voceros de la izquierda o autodenominados progresistas, en relación con el
rechazo a la presencia de Carabineros en las protestas y manifestaciones
públicas, la que consideran prácticamente como una provocación a los
manifestantes. Para nadie es extraño el silencio cómplice de la mayoría de este
sector, cuando Carabineros es ofendido y humillado de palabra o incluso es
agredido físicamente y puesta en peligro su vida, en medio de los hechos de
violencia en que generalmente terminan las convocatorias, por el comportamiento
incontrolado y demencial de algunas personas extremadamente agresivas.
La doble moral queda en evidencia con el silencio sepulcral que asumen
con los graves sucesos de violencia que están ocurriendo en países dominados
por regímenes de su signo, como por ejemplo en Venezuela, Nicaragua y Cuba, en
donde las policías han excedido todas las prácticas de las fuerzas del orden de
cualquier país del mundo. En estos países, los asesinatos y torturas de
manifestantes se cuentan por cientos y en algunos por miles. Allí, nadie puede
poner en duda el derecho a la autoprotección de los integrantes de la policía,
ni la defensa a cualquier costo, que estos hacen del régimen. La pregunta es:
¿por qué razón nuestros Carabineros, que son valorados y reconocidos
profesionalmente por propios y extraños, son tan poco apoyados y respetados, en
circunstancias que cuando la izquierda está en el poder también hace uso de
ellos y exige su respaldo incondicional? ¿Por qué tanta incoherencia y doble
moral?
Pensemos que no existe ningún país del mundo que no tenga una fuerza de
policía, con lo cual queda demostrada su importancia y necesidad. Y con
excepción de unos pocos países europeos, (Reino Unido, Noruega, Nueva Zelanda,
Irlanda e Islandia) cuya población en conjunto, solo alcanza a una tercera
parte de la población de Brasil, todas las policías están armadas y hacen uso
de ellas para proteger su integridad, menos en Chile…
La seguridad, el orden y la sana convivencia son derechos transversales
e inclaudicables para todos los ciudadanos sensatos, al margen de su
orientación política. Por ello, no existe ninguna razón para aceptar esta doble
moral de políticos de la actual oposición, que solo revela un carácter
oportunista, irresponsable e incoherente.
Una actitud correcta sería que los políticos de todos los partidos y
coaliciones cerraran filas en defensa de la democracia y del estado de derecho.
Que trabajaran en la recuperación de la confianza de la ciudadanía en las
instituciones del estado y rodearan la institución y el personal de Carabineros
de Chile, para devolverle la jerarquía y el respeto que se merecen, como el
primer enlace que son y quizás el más importante, entre el Estado y la
sociedad, al ser garantes de una convivencia pacífica. Reconozcamos que nuestro
país está muy lejos de tener una cultura ciudadana similar a la de los países
en donde la policía no lleva armas y estamos mucho más lejos de las sociedades
que piensen en prescindir de ella.
Finalmente, quiero reiterar que no se trata de avalar el eventual abuso
del poder que algunos miembros de Carabineros puedan realizar y que
lamentablemente ocurre. Estos actos de abuso de Carabineros, deben ser
investigados y condenados de manera ejemplar para erradicarlos de la
institución. De todas maneras, no olvidemos que cuando un carabinero se excede
en su rol y funciones, no solamente puede ser separados de la institución,
algunos inclusive son condenados y llevados a la cárcel, y no pocas veces las
familias de las víctimas son indemnizadas por el Estado. Por ello, la otra
pregunta que me surge es: ¿Por qué razón la izquierda es tan reacia a condenar
y sancionar a quienes atentan contra Carabineros de Chile?
No está bien y lo encuentro asocial y hasta inhumano, que haya gobiernos
que envíen permanentemente a grupos de Carabineros a la calle para que sean
objeto de la burla, la ira y el descontrol de personas que parecen dementes y
criminales. Me produce vergüenza y tristeza estas escenas que se repiten por
los medios de comunicación. Al igual que me produce tristeza la falta de medidas
y carácter de las autoridades, que siempre se muestran sorprendidas frente a
acontecimientos que día a día somos testigos los ciudadanos, pero que padecen
en “carne y hueso” nuestros Carabineros. ¿¡Hasta cuándo!?
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