jueves, 15 de mayo de 2025

LA SABIDURÍA DE PEPE MUJICA

 
   La sabiduría que atribuimos al expresidente del Uruguay José "Pepe" Mujica, no radica en su pasado como guerrillero del Movimiento Tupamaros, sino en el cambio de vida, la experiencia alcanzada, demostrada y compartida al mundo con generosidad y coherencia hasta el último de sus días.

   Y aunque la sabiduría es personal, no colectiva, así como lo son las vivencias y el conocimiento, sería bonito saber qué lecciones ha dejado a sus seguidores y admiradores; porque es impresionante ver el reconocimiento que multitud de personas y personalidades de todas las tendencias ideológicas, edades y países del mundo hacen a Don Pepe Mujica. 

   Pero, ¿qué ha sido lo extraordinario que hizo para merecer tal reconocimiento y qué han aprendido de él los líderes y dirigentes latinoamericanos?

   Comenzaré respondiendo la última pregunta: Creo que nada han aprendido de este ilustre personaje y deseo equivocarme, como tampoco nada se ha aprendido de Nelson Mandela, ni del Mahatma Gandhi, ni del Papa Francisco, a quien recientemente vimos despedir de este mundo en medio de una mulitud de fieles y admiradores. Sólo veo reverencia protocolar y una foto junto al féretro, que nadie quiere perderse y que junto a otras selfies tomadas en vida servirán, muy seguramente, para mantener en la oscuridad pasados dudosos, lavar imágenes y mostrar a los ingenuos lo que les gusta ver, mientras se esconden tras bambalinas y hacen todo lo opuesto, porque ellos jamás estarán dispuestos a hacer lo mismo, ceder en sus caprichos e ideales fracasados, porque puede más la ambición personal, el enriquecimiento ilícito y las falsas reverencias y adulaciones de lacayos y parásitos.

   Pepe Mujica, demostró que puede ser inmesamente rico y feliz quien es capaz de vivir con lo que tiene, sin envidia, ni resentimiento, y no quien busca la venganza y acumular más que otros. Enseñó que la riqueza de un país es necesaria, pero más importante es apoyar a quienes son capaces de crearla, porque no todos son capaces de hacerlo. Por supuesto que criticó el capitalismo, pero se decepcionó mucho más del régimen castrista de Cuba y criticó la Unión Soviética. Jamás reconoció el Chavismo de Venezuela y al Orteguismo de Nicaragua, por ser regímenes totalitarios, corruptos y abusadores de poder, que según sus palabras: jugaban a la democracia, pero nunca reconocieron los procesos electorales, ni los resultados de las elecciones.

   Pepe Mujica, igual que el Papa Francisco, hicieron historia y pasarán a la historia como dos grandes líderes, revolucionarios, que supieron leer los tiempos que vivieron, hicieron ver los errores y fracasos de sus respectivas ideologías y con su ejemplo mostraron el camino correcto que se debe seguir, el camino que multitudes de personas, con sus manifestaciones silenciosas en su despedida, estarían dispuestas a seguir y sólo esperan que tomen la posta en todos los países de Latinoamérica y el mundo más Pepes y Franciscos. -Rubén Solano

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