¡Es indignante! ¿De verdad es así de fácil apoderarse de un país? ¿Basta con tomar el poder por cualquier medio: fraude, fuerza o aparentando democracia, luego armarse y atrincherarse para perpetuarse en el poder? ¡No lo puedo creer!
¿Dónde están las organizaciones internacionales como la ONU y la OEA, creadas después de la Segunda Guerra Mundial precisamente para prevenir que individuos con mentes criminales se apoderen de países?
¿Qué ha sucedido con los principios del Contrato Social, el Leviatán, la idea del "monstruo" que adoptaron los países democráticos, según los cuales los ciudadanos renunciamos a la violencia, a la justicia por nuestra propia mano para delegar el poder, el control y la administración de la sociedad en un Estado de Derecho?
¿Cómo es posible que las instituciones democráticas del mundo hayan abandonado a millones de familias, obligadas a dejar atrás sus hogares, cultura, tradiciones y medios de subsistencia, solo porque algunas mentes criminales han logrado apoderarse de su país y ahora parecen intocables?
¿Qué ha sucedido con la responsabilidad de proteger a los ciudadanos y garantizar su bienestar? ¿Dónde está la clase política sabia y sensata? ¿Por qué no se toman medidas efectivas para prevenir, sancionar estos abusos de poder y abierta violación de los derechos humanos?
La impunidad y la inacción son un insulto a la humanidad, un peligro para la paz y la estabilidad global. ¡Es hora de que las organizaciones internacionales y los gobiernos democráticos tomen cartas en el asunto, defiendan los derechos y la dignidad de todos los ciudadanos! ¡Basta de tanta cobardía! ¡Fuerza Venezuela! ¡Fuera el régimen genocida y miserable de Maduro y su pandilla! -Rubén Solano
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