Es la misma consigna que han repetido en los países dominados por regímenes catalogados mundialmente de antidemocráticos y totalitarios como Cuba y Nicaragua y que personalmente califico, como países secuestrados por regímenes genocidas, corruptos, terroristas, mentirosos, manipuladores, mediocres, abusadores de poder y miserables, porque eso han sido: políticos que llegan al poder con muchas promesas que no cumplen, destruyen la economía del país y la vida de sus habitantes, culpando a otros de la desgracia que ellos han provocado y negándose a entregar el poder por la vía de la democracia a quienes legítimamente, el pueblo decide elegir. ¡Son unos miserables ladrones!
Ha sido de nuevo la extrema izquierda la que en esta oportunidad, celebró al instante este grosero robo de las elecciones presidenciales en Venezuela junto a Cuba, Nicaragua, Honduras, Bolivia, Rusia, China, Irán y Siria, países igualmente secuestrados por regímenes totalitarios. Países, en donde los habitantes huyen por cientos de miles; familias enteras que se ven obligadas a dejar sus lugares de origen en busca de refugio y un mejor futuro. Algo cada vez más difícil de conseguir, por la dificultad de los países anfitriones de poder brindar hospitalidad y bienestar a los migrantes que llegan en masa hasta sus fronteras y ponen en graves apuros a las instituciones y a los habitantes que ya tienen sus propios problemas. Pensemos: Si hoy sabemos de países donde los residentes se quejan del exceso de turistas, ¿qué pasa en los países que deben recibir los migrantes que huyen en masa?
¿Cómo puede ser la voluntad del pueblo ver a millones de personas a separarse en masa de sus hogares, familias y patrimonios por culpa de un régimen mediocre, que agotó las fuentes de trabajo, cerró la producción, despilfarró los ahorros y desperdició los recursos del país?
¿Cómo puede ser la voluntad del pueblo, cruzar a pie miles de kilómetros con niños, mujeres y personas mayores, saliendo a una aventura llena de peligros, delincuentes, abusadores, explotadores, proxenetas y en donde la lucha por la supervivencia es la única opción?
¿Cómo puede ser la voluntad del pueblo, esperar a la intemperie días y noches a que abran un paso fronterizo y les autoricen el ingreso para iniciar una nueva e incierta vida?
No señores de las extremas izquierdas y las extremas derechas, ustedes están mal de la cabeza. No pueden continuar aprovechándose de la ignorancia e indefensión de la gente, apoderárse de sus territorios, sus vidas, fuentes de trabajo y bienestar. No pueden seguir obligando a los habitantes a dejar sus bienes para apropiarse de ellos. No pueden seguir construyendo sociedades únicamente para los que piensan como ustedes y enviando al sufrimiento y la muerte a todos los demás.
La comunidad internacional ha rechazado la proclamación de ganador a Nicolás Maduro en Venezuela y le ha exigido publicar las actas para demostrar la veracidad de los resultados de las elecciones. Esta decisión de la comunidad internacional, se debe a la prohibición del régimen chavista, al ingreso de los organismos internacionales y de los invitados del candidato opositor, para asistir como observadores del proceso electoral en el territorio venezolano y de negarle el derecho a votar a la inmensa mayoría de los casi ocho millones de venezolanos que han tenido que huir al extranjero.
Y ha sido inédita la respuesta del régimen genocida y totalitario de Nicolás Maduro a esta petición de la comunidad internacional: decidió expulsar de Venezuela a todo el cuerpo diplomático y cerrar sus embajadas y consulados de siete países de Latinoamérica que no aceptaron el fraude: Chile, Uruguay, Argentina, Panamá, Perú, Costa Rica y República Dominicana, desconocen los resultados de las fraudulentas elecciones presidenciales. De todas maneras, la decisión de Maduro de cerrar las oficinas diplomáticas en esos países, son típicas de regímenes totalitarios y genocidas, que agravan mucho más la situación que ya pesa sobre los venezolanos en el extranjero. Además, presiona la salida de Venezuela de mucha más gente, con lo cual se avecina una crisis humanitaria de proporciones incalculables en el continente...
Ahora surge de nuevo la pregunta: ¿Cuál es entonces, el papel de los Organismos Internacionales como la ONU y la OEA?. ¿Por qué todavía permanecen países como Venezuela, con derechos y asientos en estos Organismos Internacionales?. ¿Por qué se defiende el principio de no intervención en estos países secuestrados por regímenes totalitarios y antidemocráticos que tanto daño hacen a sus compatriotas, a los países vecinos y a la comunidad internacional?
Un país que haya caído en manos de regímenes totalitarios y antidemocráticos, debería perder automaticamente todos sus derechos en los Organismos Internacionales y esta decisión no debe depender de la votación en sala plenaria de los representantes de países afiliados. Deberían ser suficientes las señales que salen al mundo de estos países secuestrados por regímenes nefastos, como por ejemplo: Una migración en masa, un cierre de embajadas y expulsión de los cuerpos diplomáticos de un país, la expropiación sin control de empresas, el cierre de medios de comunicación, la detención y envío al exilio de opositores políticos y el cierre de las fronteras que impidan la salida o el ingreso de sus propios connacionales. Cuando uno de estos hechos ocurra u otros similares, definidos previamente por los organismos internacionales, debe ser razón suficiente para que la comunidad internacional pueda intervenir esos países y exigir soluciones inmediatas. La intervención en política internacional ya no debe ser una opción, sino una obligación de la comunidad internacional, cuando está en peligro la paz en un rincón del mundo. -Rubén Solano
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