martes, 11 de julio de 2023

Mes de la Participación Ciudadana: “De Dulce y Agras”

Iniciativas Populares de Norma - Audiencias Públicas - Diálogos Ciudadanos – Consulta Ciudadana

     Los resultados del Mes de la Participación Ciudadana, realizado del 6 de junio al 7 de julio de 2023, como parte del segundo Proceso Constitucional, son extremadamente malos. Deja en evidencia las consecuencias del fracaso de la Convención Constitucional, la de la extrema-izquierda, la de Loncon y Bassa. Es notorio además, el enorme daño y retroceso a los avances de la Participación Ciudadana Pacífica y Democrática, que con enorme dificultad se ha estado abriendo camino como alternativa a la histórica Participación Ciudadana de la marcha, la protesta callejera y la movilización ciudadana, con la cual la sociedad ha logrado legítimamente, un mundo con mayor equidad y justicia social, aunque con mucho dolor y pérdidas de vidas y materiales, innecesarias e injustificables, porque ya deberíamos estar saliendo de la era de la  "piedra y el garrote" haciendo uso inteligente de las conquistas y logros de tantas luchas a "sangre y fuego"... ¿Qué sentido tiene estar dispuesto a dar la vida por conquistar un espacio que nadie va a utilizar?  

      Es innegable el esfuerzo realizado por quienes han estado al frente de este proceso constitucional, tanto en la primera versión como en la actual, para motivar la ciudadanía y hacerla participar en las diferentes instancias como las tituladas en este artículo, y es una pena que el gobierno no haya estado a la altura en materia de divulgación en esta segunda etapa, quizás abrumado por el rotundo fracaso de la primera versión o sobrepasado por la contingencia nacional que no para de sorprendernos con sus malas noticias. Tampoco se puede negar el interés ciudadano en aceptar estas invitaciones, aunque decrecientes en su volumen y es por eso la preocupación, a juzgar por las cifras que muestran los resultados de estas convocatorias. Tal como se aprecia en la tabla:

Elaboración propia con datos de www.quieroparticipar.cl – Suplementos de El Mercurio

        Conviene recordar algunas cifras y detalles del primer proceso o de la Convención Constituyente, porque independiente del resultado del plebiscito de salida, en que ganó el “Rechazo” por una abrumadora mayoría, el proceso como tal estuvo cargado de una fuerte campaña y movilización de la ciudadanía, que a primera vista ha sido mucho más notorio que el que se ha visto para el actual proceso. En aquella oportunidad los ciudadanos presentaron 2.496 iniciativas, las cuales para ser estudiadas por la Convención, requerían juntar 15 mil firmas o patrocinios, meta que fue lograda por 78 iniciativas. Esta mirada es importante porque nos permite observar el avance o retroceso de la participación ciudadana en el proceso constitucional y en este sentido, claramente hubo un retroceso en las cifras, toda vez que la actual convocatoria alcanzó 1.309 iniciativas, un 48% menos que en el primer proceso. El número de iniciativas que alcanzaron la meta de apoyo también tuvo un notable descenso en la cifra con solo 31 iniciativas que lo lograron, es decir, un 60% menos de iniciativas alcanzaron la meta y está pendiente por confirmar, si los apoyos recibidos por estas iniciativas provienen de cuatro regiones como mínimo, tal como lo exigió el procedimiento; con dos detalles adicionales no menos importantes: a) en el primer proceso se requerían 15 mil patrocinios y en el actual tan solo 10 mil apoyos, y b) en el anterior proceso los ciudadanos podían apoyar hasta 7 iniciativas, en el actual hasta 10 iniciativas.

        La disminución del interés ciudadano por el proceso constitucional se confirma con el reducido número de personas que apoyaron las iniciativas, sólo 236 mil participantes de un padrón de más de 15 millones de votantes, es decir, el 1.5% del padrón. Esto es demasiado preocupante para el futuro de la Participación Ciudadana, porque en el borrador presentado por la Comisión Experta se propone la aprobación de la Iniciativa Legislativa Ciudadana, que en el artículo 47 dice: “Un grupo de personas habilitadas para sufragar equivalente al 4% del último padrón electoral y no superior al 6% de dicho padrón, podrá presentar a cualesquiera de las ramas del Congreso Nacional una iniciativa popular de ley para su tramitación legislativa.” Eso significa que una iniciativa de norma ciudadana va a requerir, en caso de ser aprobada la Nueva Constitución de mínimo 606.955 sufragantes, porque el padrón electoral es de 15.173.857 según los datos del SERVEL. Esta cifra, que pudiera ser sensata, al compararse con el número de votos que necesita un candidato para ser congresista, resulta decepcionante al compararse con los resultados obtenidos por la participación ciudadana en el actual proceso constitucional, en donde el conjunto de iniciativas, 1.309, recibieron el apoyo de 637 mil patrocinadores gracias al derecho de cada participante a apoyar 10 iniciativas. En este sentido, en promedio cada iniciativa recibió 487 apoyos, en donde la iniciativa más apoyada obtuvo 25.415 patrocinios. Sin lugar a duda, una cifra que está muy lejos de las más de 600 mil que se requieren para que una iniciativa de norma pueda presentarse al Congreso con la eventual propuesta de Nueva Constitución.

      En cuanto a las otras convocatorias de participación ciudadana, no hay cifras de comparación con el primer proceso constitucional, pero de por sí, ya es bastante bajo el número de Consultas Ciudadanas y de participantes a los Diálogos, 37.837 consultas y 10.856 personas. Además, del otro detalle que sucedió con las Audiencias del actual proceso, las cuales estuvieron muy bien en comparación con el número realizado en el primer proceso que recibió 1.063 audiencias, frente a las 1.841 solicitadas en el segundo proceso. Aunque la observación es que en el anterior proceso las audiencias se hicieron ante los convencionales en las Comisiones pertinentes, en cambio, en esta segunda oportunidad, se realizaron unas pocas ante el Consejo Constitucional y la mayoría ante un paciente ministro de fe, en las frías y solitarias aulas de clase de más de cuarenta universidades.

        Lo anterior, me lleva a confirmar y concluir el retroceso de la Participación Ciudadana, la cual se sintió burlada en el primer proceso que pretendió instalar una Nueva Constitución, afín a la ideología de las mayorías circunstanciales de la Convención, pasando incluso por encima de sus propias reglas, tal como lo hicieron al abstenerse de discutir en sala las iniciativas populares que habían cumplido los requisitos, pero que no simpatizaban con las ideas de los convencionalitas mayoritarios, al igual que lo hicieron con las más de 400 propuestas presentadas por los convencionales en minoría, a los cuales no les aprobaron ninguna propuesta.

       Considero que estas fueron razones suficientes para que la ciudadanía rechazara de manera tan abrumadora la propuesta presentada el 4 de septiembre del 2022 y les negara la participación mayoritaria a sus candidatos al Consejo Constitucional en el segundo proceso el 7 de mayo del presente año, el cual quedó en manos de sus más fervientes opositores. De todas maneras, los daños a los avances de la Participación Ciudadana Pacífica y Democrática, no creo que se alcancen a recuperar en el corto plazo. La confianza se ha perdido, tal como ha quedado demostrado con la enorme indiferencia o abstención de participar de la ciudadanía en las cuatro convocatorias a este segundo proceso. Algo extraordinario debería ocurrir al interior del Consejo Constitucional o del gobierno y/o de quienes desde los partidos políticos están a la  cabeza del Consejo Constitucional, para que se revierta la abulia constitucional y el proceso no fracase por segunda y última vez el 17 de diciembre por Rechazo o Nulidad y la ciudadanía no retome y profundice el camino de las marchas y protestas, para hacer valer sus derechos y soberanía, con las graves consecuencias de violencia y destrucción que arrastran los infiltrados.

      Finalmente, es importante reafirmar lo dicho al Consejo Constitucional en la Audiencia, en el sentido de atender las iniciativas populares de norma en consideración a la importancia de los temas y no al número de apoyos debido a la poca participación ciudadana producto de la pérdida de confianza en el proceso provocada por los errores de la primera Convención. Un caso concreto es el relacionado con la erradicación de la corrupción y el abuso del poder sobre el cual se presentaron 21 iniciativas, que no alcanzaron el mínimo exigido, pero que en su conjunto llegaron a 20.494 apoyos y en el proceso anterior una sola iniciativa de ellas alcanzó los 22.844 patrocinios. La petición es que la Nueva Constitución debe establecer entre otras, las siguientes sanciones para los culpables de estos delitos:
* Cárcel efectiva.
* Devolución de los dineros.
* No prescripción de los delitos y
* Exclusión indefinida de contratos y cargos públicos.
-Rubén Solano

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