Todavía no salimos de la "Ley del Empate", que de vereda a vereda, exhiben defensores incondionales de causas que fracasan una y otra vez por la ceguera de sus nefastos líderes.
"No condene lo que hago, mire lo que hicieron los otros", es lo que parecen decir, quienes son descubiertos en estúpidas acciones de corrupción y abusos de poder. No solamente hemos estado y estamos gobernados por una clase política corrupta, abusadora del poder e ineficiente en la gestión y la fiscalización pública, que entre paréntesis, no parece importarle a nadie, a juzgar por las pocas firmas que han recibido las más de veinte propuestas ciudadanas de enmiendas constitucionales pidiendo su erradicación y condena, sino que estamos en manos de una clase política llena de personas vengativas, que ocultan su resentimiento con promesas y discursos grandilocuentes que desaparecen, tan pronto llegan al poder, para dar rienda suelta al odio a los adversarios y cobrar las deudas de un pasado, del cual ellos también son deudores.
Somos los ciudadanos, que creemos en la importancia de tener un Estado, unas instituciones, unas autoridades y unos representantes fuertes y confiables, quienes debemos exigir y perseverar en una permanente modernización del Estado y eficiente gestión y la fiscalización pública, porque nada de esto llegará por iniciativa de la clase política que se disputa, cual botín de guerra, el poder y los recursos del país, mientras las necesidades y demandas ciudadanas crecen y las deudas históricas se continúan "chutiando pa'lado". -Rubén Solano
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