Con tristeza y preocupación se observa el aumento de las medidas de seguridad y protección que toman los vecinos para evadir la creciente violencia y delincuencia que tienen acorralado al país y superadas a las autoridades de gobierno, que ha sido incapaz de cumplir con el mandato principal de proteger la vida y patrimonio de los ciudadanos.
Es increíble que un presupuesto tan grande como el que tiene Chile, pagado con los impuestos y el sacrificio de pobres y ricos, sólo alcance para pagar la remuneración y la burocracia de un Estado paquidérmico en manos ineficientes, corruptas y abusadores del poder.
El día que los ciudadanos tengan consciencia, que todos los delitos de corrupción y de abusos de poder, son un robo al bolsillo y un atropello a la dignidad, ese día exigirán a la clase política que está en el poder, mayor eficiencia en la gestión y la fiscalización pública, y medidas efectivas contra quienes cometen estos delitos, para combatirlos y erradicarlos de verdad, como la imprescriptibilidad, la devolución de los dineros robados, cárcel efectiva y exclusión indefinida de contratos y cargos públicos, medidas que los ciudadanos han exigido en todos los tonos, pero las autoridades y representantes hacen oídos sordos.
A esta meta se debe llegar más temprano que tarde y mucho antes de duscutir qué ideología debe guiar el país, porque son los delitos de corrupción y de abusos de poder los principales causantes de la ausencia del Estado, la pobreza, la desigualdad, la injusticia y la rabia social.
Recordar que en Chile se pagan muchos impuestos directos, indirectos y hasta camuflados, como lo son todos aquellos desembolsos que hacemos por solidaridad, en incontables causas que el Estado debería atender con lo que les entregamos en:
• Impuesto a las Ventas y Servicios (IVA).
• Impuesto a las Bebidas Alcohólicas, Analcohólicas y Productos Similares.
• Impuesto a los Tabacos.
• Impuestos a los Combustibles.
• Impuesto a los Actos Jurídicos (de Timbres y Estampillas).
• Impuesto al Comercio Exterior.
• Impuesto de Primera Categoría a las rentas de capital.
• Impuesto Único de Segunda Categoría a las rentas generadas por el empleo.
• Impuesto Global Complementario a las rentas obtenidas en general por una persona natural domiciliada o residente en Chile.
• Impuestos por aranceles aduaneros.
Más todo lo que se paga para contribuir a la salud, las pensiones, desarrollar proyectos vía concesiones y por la ineficiencia en la gestión pública, como por ejemplo por la inseguridad, que obliga a la gente a tener cámaras de vigilancia, sirenas, personal de seguridad, seguros y cierres de viviendas y villas. En educación, por la mala calidad de ésta y la pérdida del control en los establecimientos educativos de carácter público, obliga a estudiar en establecimientos privados y a realizar costosos estudios complementarios de diplomas, magister y doctorados, para aspirar a un cargo y remuneración más digna.
Sin corrupción, sin abusos de poder y sin mediocridad en la gestión y la fiscalización pública, los impuestos alcanzarán para atender el presupuesto nacional, habrá más ahorro en las familias y solución oportuna y suficiente a las demandas sociales. -Rubén Solano
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