Estuvimos presentes en varias competencias para llenarnos de esa magia y aplaudir los competidores. La sufrimos y nos emocionamos hasta las lágrimas con nuestros países y le hicimos barra a los más "débiles", porque todos merecen medalla y reconocimiento. No hay duda que es mucho el trabajo, el tiempo, el sacrificio y la disciplina que invierten, para finalmente, llegar a competir en unos Juegos Olímpicos.
Lo vimos todo. Los canales de televisión hicieron una extraordinaria cobertura. Los escenarios deportivos muy bonitos y la labor de la organización y el aporte de los voluntarios fue excelente. Nunca nos sentimos solos ni extraños. ¡Gracias!
Sabemos que todo es mejorable, pero cuando las cosas salen bien, la motivación se multiplica para que la próxima oportunidad resulte mucho mejor. Es el comienzo de un círculo virtuoso, del cual todos queremos ser parte. Ahora esperamos con el mismo entusiasmo los Juegos Parapanamericanos, que tendrán como antesala la TELETÓN, otro ejemplo de círculo virtuoso, donde también todos ganamos y del cual todavía tenemos mucho que aprender. En este sentido, el llamado es a las Organizaciones de la Sociedad Civil, que en el país suman más de 320 mil. No hay región ni comuna en donde la ciudadanía no esté organizada alrededor de una causa. Por eso, debe ser la sociedad civil la que haga del deporte y sus escenarios una causa común que todos, sin excepción, debemos apoyar y cuidar. Ojalá, la actual Organización de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Santiago 2023, junto al Ministerio del Deporte, hagamos perdurar este maravilloso legado, que mantenga el entusiasmo y siga la fiesta con nuestros niños y adolescentes llenándonos de orgullo, alegría y medallas por el mundo. -Rubén Solano
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