martes, 1 de octubre de 2024

DEMOCRACIA Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA

    Hablemos de democracia y participación ciudadana. ¿Qué pasa cuando los políticos no nos representan como deberían? ¿Cuándo las autoridades no cumplen sus programas y promesas de campaña? ¿Qué podemos hacer para que las cosas cambien y las promesas se cumplan?

    La Democracia Representativa, que rige en Chile y se ejerce a través de representantes elegidos libremente por los ciudadanos de forma periódica, no está funcionando como esperamos. Muchas veces los políticos se alejan de las promesas de campaña y las necesidades de la gente común. Se entraban en disputas por el poder y discusiones ideológicas, que sólo a ellos importa. Entonces, es hora de repensar la democracia y encontrar mecanismos de participación ciudadana que destraben la política y garanticen el cumplimiento de las aspiraciones y la solución de los problemas que nos aquejan.

    La Democracia Participativa es la opción, porque es un sistema político que busca incluir a la ciudadanía en la toma de decisiones y el control de las instituciones públicas. No reemplaza la Democracia Representativa, la complementa con mecanismos de participación ciudadana efectivos, algunos ya conocidos y otros por conocer: Plebiscitos Vinculantes, Referendum Revocatorios, Veedurías Ciudadanas, Silencio Administrativo Positivo, etc., que podrán activarse de manera oportuna, evadiendo los conflictos y caprichos de la clase política indolente, obstruccionista y oportunista.

    Pero, ¿cómo logramos este salto? Con voluntad de los políticos sensatos. Exigiendo transparencia y rendición de cuentas a nuestros políticos y funcionarios públicos. Ninguna institución pública o privada que reciba una sola moneda de centavo del Estado, de manera directa o indirecta, puede escapar a la transparencia en la información. 

    Fortalecer la consulta ciudadana y crear el voto programático es un imperativo. También necesitamos Formación Ciudadana sobre estos mecanismos, el funcionamiento del Estado y sus instituciones, para participar de manera activa y responsable. Está claro que la formación técnica y profesional nos prepara para sobrevivir y alcanzar nuestros sueños en un mundo altamente competitivo. Pero, es la Formación Ciudadana la que nos prepara para entender la importancia de vivir en un país democrático en donde las instituciones funcionan y son confiables, y exigir autoridades de gobierno y representantes en los poderes del Estado, honestos e idóneos. 

   La Participación Ciudadana no es sólo un derecho, sino una responsabilidad. Debemos asumir un papel más activo en la vida política y social de nuestras comunidades. Esto debe incluir desde participar en los procesos electorales y consultas populares, hasta involucrar las organizaciones civiles y movimientos sociales en la formulación de las políticas públicas, contribuir a una mayor y mejor gestión y fiscalización del Estado y sus instituciones. En este contexto, los partidos políticos deben ser responsables por las actuaciones de los candidatos que proponen a la ciudadanía y recibir sanciones ejemplares por sus candidatos que sean condenados por delitos de corrupción y abusos de poder, en el ejercicio de cargos públicos.

    Es hora de cambiar nuestra mentalidad de ciudadanos indiferentes e ignorantes en la administración del Estado y asumir una cultura política y social de mayor compromiso. Necesitamos un cambio de mentalidad para que la justicia social llegue a todos los rincones del país. La Democracia Participativa es el camino hacia ese propósito de un futuro más inclusivo y equitativo. ¡Hagamos que nuestra voz sea escuchada y respetada! -Rubén Solano

No hay comentarios:

Publicar un comentario