viernes, 18 de octubre de 2024

ES EL MOMENTO DE SALIR A FLOTE

      El próximo 26 y 27 de octubre tenemos que salir a ejercer nuestro derecho a votar y volveremos a hacerlo por el "menos malo", debido al desprestigio en el que ha caído la clase política, que no da señales de querer salir.

   De la corrupción, el abuso de poder y la mediocridad en el que está sumergido nuestro país, sólo saldremos ejerciendo una participación ciudadana más inteligente, inclusiva e informada, que contribuya al mejoramiento de la gestión y la fiscalización pública, porque ni la indiferencia, ni la violencia son el camino, eso ha quedado demostrado. Tampoco será por la conducción del país por partidos de izquierda o de derecha. Hoy lo sabemos, al haber tenido gobiernos de todo el arco de la política, desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda. Tampoco serán las personas mayores, ni los jóvenes, ni los hombres, ni las mujeres, ni los ricos, ni los pobres, ... El camino para salir adelante son las personas sensatas, competentes, honestas, idóneas, capaces de responder a las demandas sociales, que elaboren y generen las políticas públicas con los ciudadanos y juntos hagan respetar el Estado de Derecho y sus Instituciones.

   Necesitamos forjar una nueva clase política, que condene el abuso de poder y la corrupción, declarando estos delitos imprescriptibles, separando de por vida a los condenados por estos ílicitos, de contratos con el Estado y cargos públicos y obligándoles a devolver, hasta el último centavo, lo esquilmado a las arcas del país.

   La variedad y cantidad de actos de corrupción y abusos de poder que hemos conocido en Chile en el último tiempo es tan grande, que ya nada sorprende ni deja a la imaginación. De aquel Chile emprendedor, reserva moral de Latinoamérica, ya no queda nada.

    ¿¡Cuánto dinero ha robado la clase política y cuánto daño ha hecho a la construcción de una sociedad segura, ordenada, justa y equitativa!? Es incalculable y de conocerse, las cifras serían abrumadoras.

    Las Instituciones del Estado, creadas para administrar y fiscalizar el uso de los limitados recursos del Estado, se transformaron en las "cajas pagadoras" de sobornos, favores y silencios de una clase política ambiciosa, que perdió hasta la vergüenza. Los candidatos, sólo esperan su oportunidad para enriquecerse sin límite y sin importar la forma. Su mal comportamiento nos recuerda lo peor de otros países de la región, en dónde es difícil encontrar un ciudadano que no se haya beneficiado, de alguna manera, con los dineros del narcotráfico y el crimen organizado. Por supuesto que hay excepciones, pero son tan pocas, que cuesta creer que no se contaminarán.

   Nadie parece escapar. Somos una sociedad en decadencia, con una clase política que no da señales de querer salir del estercolero. Así se ve por su actitud silente e indiferente frente a las crecientes demandas sociales y al abismo en que hemos caído.

   La verdad es que aspirar a un cargo público, por designación o elección popular, ya no es atractivo para quienes aspiren a contribuir a crear un mejor país. El problema, además, es que se han sumado algunos "requisitos" que rayan en la inmoralidad y la indignidad y que están prevaleciendo por sobre las competencias profesionales.

  En alguna oportunidad dije que no aceptaba ninguna postulación, mientras los "únicos" requisitos que interesen para aspirar a un cargo político sean: Tener tiempo, tener dinero, tener un "padrino", tener "cuero de chancho" y no ser escrupuloso. Porque me parece, que son requisitos para formar parte de un clan maligno. Ya no cuentan la idoneidad ni la probidad. Se olvidó hasta el significado de estas palabras. Se exigen más requisitos para ser maestro de escuela, que para ser presidente de la República. ¡Increíble! -Rubén Solano

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