"Luto en Lod", es un conmovedor documental con un final esperanzador que todos deberíamos ver, para comprender el profundo dolor y sufrimiento en que viven millones de familias atrapadas en una guerra de odio y venganza, que ya debería tener un punto final.
Desde comienzos del siglo XX, justo en 1920, para poner una fecha de partida, ya que este conflicto es tan antiguo como lo es el origen de las religiones monoteistas cristiana, islamita y judía, el Reino Unido, asumió el control de parte de los territorios del Medio Oriente, lo que duró hasta la Independencia del Estado de Israel en 1948. Desde entonces y hasta nuestros días, se han sucedido una serie de enfrentamientos entre Israelíes y Palestinos, por el derecho a vivir en el mismo territorio. Estos enfrentamientos han trascendido las fronteras de Israel y del Medio Oriente e involucrado otras naciones.
El documental deja en evidencia lo que también ocurre en muchos otros lugares del mundo, incluidos los países de Latinoamérica y que todo el mundo sabe: Es la guerra de unos pocos que involucra y pone en peligro la vida y la estabilidad de una inmensa mayoría de familias y comunidades que han superado el dolor de la historia y que sólo desean vivir en paz y construir un mundo de bienestar para sus familias, pero que son forzadas a involucrarse en un conflicto en donde se confunden los legítimos intereses de unos con los criminales intereses de otros.
Es que las guerras son así: Un oportunidad de negocio para mentes ambiciosas e inescrupulosas. Pensemos en la cantidad de dinero que se mueve a su alrededor y que no tienen control de entrada ni de salida. Por ejemplo: a) Suministro de material bélico, infraestructura y municiones. b) Ayuda humanitaria, alimentos y medicamentos. c) El negocio clandestino de la salud para estar en los primeros lugares de la lista de espera en momentos en donde las prioridades quirúrgicas cambian, y d) El mercado del narcotráfico, porque se necesita mucha adrenalina y una mente enajenada para ser parte del horror de una guerra. Se viene a mi mente algunas lecturas sobre la leyenda de la famosa "chupilca del diablo" en Chile.
Finalmente, el documental destaca el rol tan importante de la mujer en la reconciliación y la superación del dolor de la guerra. La guerra la hacen los hombres y la pacífican las mujeres. También recuerdo el rol de la mujer en los acuerdos de "Viernes Santo" cuando en 1998 se firmó la paz entre irlandeses e ingleses, otra de las guerras religiosas más largas, crueles y sanguinaria de la historia de la humanidad. El mundo no necesita que las mujeres imiten a los hombres en su brutalidad y estupidez, sino que asuman su rol natural de creadoras y defensoras de la vida. -Rubén Solano
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