(A propósito de los temas de seguridad, comparto la respuesta dada a un amigo que le preocupa el nuevo rol que pueda tener Carabineros de Chile)
Estimado amigo, me
quedo con la parte de tu comentario en el que afirmas: "Carabineros de
Chile es una institución indispensable para la gestión de la seguridad
nacional. Chile necesita a Carabineros y su presencia y actuación es
imprescindible. No se discute.". Creo que es el punto central, el más
importante y en donde efectivamente, no tendremos discusión.
Sobre las
masacres que relatas, creo que la historia de los chilenos y de la humanidad en
general, está llena de atrocidades que a diario se cometen por regímenes,
instituciones, organizaciones y movimientos, que caen en manos de líderes
nefastos, abusadores del poder, cuando no es que derechamente, están en manos
de mentes criminales.
He sido testigo,
he leído y también he sido víctima de esas atrocidades que siempre recuerdo con
dolor e inmensa tristeza, pero sin deseos de venganza ni resentimiento, porque
al igual que muchas otras personas, he resistido a la manipulación que algunos
hacen del dolor y el sufrimiento de los demás. Es como dice el poeta en
"Los Motivos del Lobo": “...En el hombre existe mala levadura. Cuando
nace viene con pecado. Es triste. Más el alma simple de la bestia es
pura." ... ¿Cuánto daño nos hemos hecho y seguimos haciendo a nosotros
mismos, a los demás y al planeta, en nombre de la justicia, la verdad, la
libertad, el amor y un sin número de causas, que han estado brotando con el
auspicio, de no se sabe quién?
De todas maneras,
creo que la frase del "Nunca más", que escuchamos decir a las
autoridades después de cada atrocidad, debe permanecer como el deseo al que no
debemos renunciar, al igual que al de soñar con un mundo mejor, donde el tango
"Cambalache" sólo sea el recuerdo de un pasado que nadie quiere
repetir... Lamentablemente, la historia está llena de lecciones que al parecer,
nadie tiene interés en aprender y con razón se dice, que "la experiencia
es como la mierda de perro, que todos conocemos, pero que muy pocas personas
recogen." Seguimos obligados a perseverar y hacer algo para sobrevivir en
el presente y hacer realidad, para las futuras generaciones, los sueños que las
personas, de manera honesta y sensata, compartimos.
Todos debemos
contribuir a combatir el crimen organizado, el terrorismo, el narcotráfico, el
tráfico de armas, la migración en masa provocada por regímenes criminales y la
delincuencia, que no para de sorprendernos con su extrema violencia y
creatividad para cometer delitos, porque de permanecer indiferentes frente a lo
que sucede en el país e impedir la labor de las autoridades, el caos aumentará
y será cada vez más difícil tener un gobierno capaz de recuperar el control del
Estado, que asegure la paz y pueda dar solución a las demandas sociales. Chile
será otro "caldo de cultivo" de la región, para que las "mentes
criminales" se tomen el poder y se lo alternen, permaneciendo
indefinidamente en él. Es el drama que ya se vive en varios países de América
Latina y el mundo desde hace varias décadas...
No debemos
creer que el orden, la paz y la seguridad llegarán con campañas mediáticas,
medidas aisladas, ni generosas o temerarias a quienes hacen de la violencia, el
crimen y la delincuencia su forma de vida. En otros escritos recientes he dicho
que, al nivel que ha llegado la delincuencia y el crimen organizado en nuestro
país, se requiere abordarlo como una Política de Estado para lograr una
auténtica solución, en donde la clase política de todas las orientaciones e
ideologías, junto al empresariado y la dirigencia social, acuerden un plan con
medidas de corto, mediano y largo plazo, porque los problemas y las
consecuencias negativas que está provocando la inseguridad en la sociedad, son
muy graves, cada vez más grandes, transversales y complejas.
Debemos partir
por reconocer la función de los Carabineros y apoyarlos sin complejos.
Reconocer la igualdad de ellos ante la ley, la cobertura que también les
corresponde de los Derechos Humanos, como a todos los seres humanos y mantener
para ellos la presunción de inocencia y la buena fe en el ejercicio de sus
funciones, como a cualquier persona que se crea haya cometido un delito. No
existe ninguna razón para discriminarlos y debe ser la justicia, mediante un
proceso, la que determine el correcto o incorrecto comportamiento de un
Carabinero dentro de un operativo. Otra cosa diferente, es asignar sanciones y
penas mayores para ellos, cuando se comprueben faltas o delitos... Es absurdo
declarar la necesidad y la importancia de los Carabineros para el país,
formarlos como profesionales y al mismo tiempo, tender un manto de dudas sobre
sus actuaciones e impedirles a priori, el uso discrecional de su fuerza y sus
implementos de defensa.
Los ciudadanos
también debemos contribuir a la paz y la convivencia y para ello, no debemos
permitir el maltrato de palabra, ni de obra contra los Carabineros cuando están
cumpliendo con una misión ordenada por su institución. Le debemos respeto y
gratitud a quienes exponen su vida por defender y proteger la nuestra de manera
gratuita o remunerada, al igual que la debemos a los rescatistas, socorristas,
personas del aseo y cuidadores de enfermos, niños y personas mayores.
Los ciudadanos
debemos trascender y salir de una vez por todas de la "edad de piedra y el
garrote", y junto a las organizaciones sociales, aprender a vencer los
fantasmas del pasado y comenzar a construir un futuro sin más venganzas ni
resentimientos. Tenemos que salir de ese "carrusel". No permitir más
sacrificios, ni inmolaciones de personas inocentes. ¿Acaso, no son suficientes
todos los mártires que hay en el mundo, sabiendo, además, que muchos de ellos,
han sido parte de la estrategia de personas inescrupulosas y manipuladoras, que
hacen del dolor y el sacrificio de los demás el vehículo para alcanzar sus
egoístas intereses?
Debemos
contribuir a la generación de una cultura de Participación Ciudadana más
Inteligente, más Inclusiva y más y mejor Informada, capaz de contribuir al
mejoramiento de la Gestión Pública y la Fiscalización de las Instituciones del
Estado. En donde las movilizaciones sociales, las marchas y las protestas sigan
siendo legítimas para mover el Estado, pero no el espacio para el enfrentamiento
de los civiles con Carabineros, ni la oportunidad para que los delincuentes y
criminales destruyan los espacios públicos y privados. Nadie debe oponerse a
Carabineros en la recuperación del orden y los espacios de los ciudadanos, a
menos que se esté librando una revolución, en cuyo caso no son los Carabineros
los que deben contenerla. -Rubén Solano
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