miércoles, 31 de agosto de 2022

¿Por Qué Votar Rechazo a la Propuesta de Nueva Constitución para Chile?

Hablaré a título personal. No represento a ningún sector, ni partido político, ni grupo familiar... Votaré Rechazo a la Propuesta de Nueva Constitución para nuestro país. Pero, quiero dejar constancia de mi respeto y comprensión por quienes votarán Apruebo y por quienes tienen razones diferentes a la mías para también votar Rechazo.

Partiré diciendo que una Constitución es como el plano general de una casa en donde todos queremos vivir cómoda y tranquilamente. El plano debe ser la guía para su correcta construcción. Desde luego que ese plano puede ser tan esquemático o tan detallado como quieran los interesados.

Pensemos en la Constitución como ese plano de la casa que queremos habitar. Siendo nuestro país un extenso territorio de tan diversa geografía y heterogeneidad de culturas que lo habitan, cada una con una historia o un pasado que se desarrolla de manera diferente y que se cruza con todos y con todo, de múltiples maneras, es natural que el plano no resulte fácil de elaborar para ningún "arquitecto". Sin embargo, sí es importante insistir que el plano sea aprobado por una amplia mayoría de quienes habitaremos la casa, porque, no prestar atención a este detalle, nos obligará vivir por muchos años, en un constante conflicto con quienes no se sientan a gusto dentro de ella. Mucho más difícil será cohabitar con quienes son incapaces de acomodarse en el nuevo diseño.

Recordemos que el 4 de septiembre no vamos a elegir gobernantes o representantes. Si fuera el caso, estos podemos cambiarlos en un período relativamente corto sino cumplen el mandato o no responden a nuestras expectativas. Pero, una Constitución, que es como una casa, no es posible cambiarla sino después de muchos años. Y esta es la razón por la cual debemos tomarnos muy en serio, su elaboración y su aprobación.
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Es innegable que la Propuesta de Nueva Constitución tiene aspectos valorables, que debemos rescatar. Sólo mencionar algunos de ellos por razones de tiempo: la paridad de género, el reconocimiento de los pueblos indígenas, la descentralización, la protección de la naturaleza y del medio ambiente y el avance en mayor participación ciudadana. Aunque sobre este último tema tengo varias aprehensiones.

Sin embargo, también observo fallas estructurales, de diseño y de desconfianza ciudadana en quienes la elaboraron, estas me obligan a rechazarla con inmenso dolor, porque al igual que muchas personas, también me había forjado grandes esperanzas en este proceso.

Una de las principales quejas a la actual Constitución, la de "Pinochet", como algunos la llaman, es su imposibilidad de hacerle cambios por los grandes candados que tiene. Esto puede ser discutible, pero esa es la queja. El problema es que la Propuesta no solamente importó el “candado”, sino que le agregó otro más, al incluir el consentimiento previo de los Pueblos Indígenas sobre los temas que se vayan a reformar y que afecten sus derechos. Esto hace más difícil, por no decir imposible, cualquier reforma futura a la Constitución, incluyendo las promesas de mejorarla incluidas en el acuerdo firmado recientemente por la coalición de los partidos de izquierda, que por lo demás, no contó con la invitación, ni con la firma de los incumbentes. Esta es la principal razón por lo cual Rechazo la Propuesta.

Es que no debemos aprobar el plano de una casa que hace difícil y costosa, prácticamente imposible, una reforma o mejora. Mucho menos, cuando se sabe con anticipación, que la casa necesitará de reparaciones y de mejoras desde el mismo día de la inauguración. Otro:

Las quejas ciudadanas han girado una y mil veces por la creciente pérdida de confianza en la clase política, las autoridades de gobierno y la dirigencia social y empresarial del país. No fue por capricho que surgió la idea de una Convención Constitucional con independientes. Creemos que a diario se cometen muchos abusos de poder. Y que han ido en aumento los delitos de corrupción. Nos preocupa y llena de vergüenza las personas que llegan a las instituciones del Estado y a los Centros de Decisión del país, con muy baja preparación o sin competencias para responder adecuadamente a las exigencias de los cargos que se les encomienda.

La Propuesta de Constitución pasó por alto tomar las medidas correctas para combatir estos tres flagelos: abuso de poder, corrupción e ineficiencia en la gestión pública. Que por lo demás, son los principales causantes de la desigualdad, la injusticia y la rabia social. No está bien aprobar esta Propuesta de Nueva Constitución, que no incluyó la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción, ni el compromiso de perseguir hasta la última generación los recursos esquilmados al pueblo. Que tampoco exigió parámetros de competencias mínimas para quienes tengan aspiraciones de llegar a los cargos de representación por elección popular.

Burocracia no es Participación ciudadana. Más burocracia es mayor probabilidad de abusos de poder, ineficiencia en la gestión pública y más corrupción. La Participación Ciudadana es el compromiso libre, voluntario y no remunerado que hace una persona para contribuir a mejorar la gestión pública y la fiscalización del Estado, las instituciones y sus autoridades. 

Finalmente, tengo reparos en el diseño de la Propuesta, el cual considero excesivo en el articulado, agotador en su lectura y de difícil comprensión en buena parte de su contenido. Esto ocasiona confusión y dudas en la interpretación de algunos temas y suspicacia en el contenido de otros por no haberse concordado en la terminología a utilizar en el texto.
 
Todo lo anterior me parece suficiente para votar Rechazo a la Propuesta de Nueva Constitución para Chile. Y confiar en que habrá un nuevo proceso que se deberá escribir por personas idóneas para ello, con formación, conocimiento y experiencia. Sin odios, ni rencores, que deberán recoger lo mejor de esta Propuesta, corregirán los errores y llenarán los vacíos que han dejado tantas dudas en los chilenos. -Rubén Solano

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