viernes, 11 de junio de 2021

¡Se Cosecha, lo que se Siembra!

"Por la irresponsabilidad de la clase política tradicional de izquierda y de derecha, se perdió la credibilidad en las instituciones del Estado, aumentó la corrupción y el abuso del poder, llegó a su techo la abstención y la apatía de la gente en la política, ha estado en peligro la democracia y estamos en riesgo de perder la libertad y todo aquello que  “a sangre fuego" ya habíamos conseguido."

Perú: José Pedro Castillo T. y Keiko Fujimori H.

Finalmente, me parece que ha logrado irrumpir con fuerza en Latinoamérica una nueva clase de gobernantes. Lamentablemente, más mediocres, populistas, de comportamiento poco diplomático, actitudes extremas, sin mayor formación académica, ni mucha experiencia en el sector público, pero más cercanos a la mayoría de los ciudadanos. No daré ejemplos de estos personajes, porque no es el propósito de este comentario y no deseo iniciar una discusión sobre los méritos, títulos y condecoraciones que hayan recibido, los cuales siempre serán de dudoso origen.

De todas maneras, esto que está ocurriendo no es tan nuevo, ni desconocido. Ya habíamos tenido señales y somos testigos de esta clase de gobernantes en los niveles local y regional o en los resultados de las elecciones municipales y de gobernaciones.

Mi teoría es que esta nueva clase de gobernantes, está surgiendo del voto de rabia ciudadano contra la clase política tradicional. De una élite arrogante y egoísta, que por su irresponsabilidad, nos tiene cosechando lo que sembraron de mala gana, porque poco o nada se han preocupado de la formación ciudadana para la participación cívica ni la gestión pública. Se reservaron para ellos, que son una élite impenetrable, el ejercicio del poder y se "apernaron" en los cargos, que sólo han compartido con sus familiares y áulicos incondicionales. La militancia de los partidos sólo les ha servido para alimentar su ego y justificar su existencia; es por ello, que es volátil, poco comprometida con los ideales de los partidos y crece en deserción. Muchos candidatos que buscan su apoyo, prefieren hacerlo como independientes, sólo para aprovechar la "maquinaria" y los beneficios económicos y de financiación del Estado a las campañas políticas. Prefieren figurar como independientes y no colocar sus logotipos en sus banderas de campaña, porque la idea es no ser asociados a partido alguno. ¡Sería una vergüenza!

¿Qué hacer? Creo que se deben abrir las compuertas, permitir el desahogo ciudadano, abrir el diálogo sin restricciones, reconocer la derrota de la clase política tradicional y aceptar la voluntad del pueblo y reconocer los gobernantes, porque "es lo que hay". Debemos recomenzar desde abajo, promoviendo la autoconstrucción de la sociedad y poner fin a la autodestrucción y a la auto-flagelación. Dejar de culpar el éxito de la oposición, sin asumir la responsabilidad del fracaso, cuando en décadas de gobierno no fueron capaces de mantener una base social que se ampliara con el tiempo y siguiera creyendo en sus falsas y restrictivas promesas. Debemos tener esperanza en que surgirá una nueva clase política. Ojalá, menos abusiva, corrupta, egoísta y arrogante, que nunca más gobierne de espalda a la ciudadanía y a sus demandas...      

Por la irresponsabilidad de la clase política tradicional de izquierda y de derecha, se perdió la credibilidad en las instituciones del Estado, aumentó la corrupción y el abuso del poder, llegó a su techo la abstención y la apatía de la gente en la política, ha estado en peligro la democracia y estamos en riesgo de perder la libertad y todo aquello que  “a sangre fuego" ya habíamos conseguido. -RDS

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