Pocas veces un deportista ha llamado tanto mi atención y me ha causado tanta admiración y respeto como Claudio Bravo.
Claudio Bravo ha brillado como guardametas, como deportista y como persona donde ha llegado. Su presencia inspira seguridad, disciplina y respeto.
Claudio Bravo nos dió muchas alegrías, llenó de orgullo y puso muy alto el fútbol chileno con su talento como cancerbero de nuestra querida "Roja". Nunca olvidaré sus atajadas para regalarnos Dos Copas América.
Claudio Bravo es el Capitán, un faro de seguridad, disciplina y juego limpio. Su presencia ha sido un factor clave en el triunfo de los equipos donde ha jugado. Su talento, su liderazgo y su carácter han hecho que sea considerado uno de los mejores porteros de la historia del fútbol chileno y del mundo.
Claudio Bravo ya habia anunciado su retiro del fútbol profesional y su sueño de hacer algo más grande por este deporte. Ojalá su legado como persona y jugador profesional sea aprendido por quienes siguen sus pasos.
Porque su palabra es ley, Claudio Bravo le dijo "NO" al equipo que lo hizo grande, al equipo de sus amores. No estará en la nómina del Cacique, no llegará a terminar su carrera en Colo-Colo y en lugar de producirme tristeza su decisión, me da alegría saber que se mantiene coherente y concentrado en lo que desea y sueña.
Es un verdadero placer rendir homenaje a un deportista que deja una huella imborrable en el fútbol chileno. Su trayectoria también será un ejemplo de dedicación, pasión y perseverancia, y su legado será una fuente de inspiración para generaciones futuras.
Si en el mundo de los Guardametas del fútbol hay reyes, Claudio Bravo es el Rey de Reyes y no necesita una corona para hacerse valer.
Claudio Bravo es un verdadero ídolo del fútbol chileno y su legado es una fuente de orgullo y inspiración para todos.
¡Gracias, Claudio, por tanta gloria, orgullo y alegría que nos has dado! -Rubén Solano
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