Creo que hay algo positivo en el "experimento" político que está viviendo Chile, con un gobierno radical, de extrema izquierda, de ideas refundacionales, con autoridades muy jóvenes, autoinvestido de una superioridad moral, que se perciben anticipados a los tiempos y con una visión de la sociedad muy superior a la que tenemos los demás habitantes del país, que de por sí, ya creíamos estar viviendo en la "Copia Feliz del Edén".
Este gobierno cierra el círculo y ahora los chilenos podemos decir, que en menos de cuarenta años lo hemos visto y probado todo, porque hemos sido gobernados por todas las tendencias ideológicas que existen en el amplio arco que cubren los partidos políticos. Gobiernos de hombres, mujeres, mayores, jóvenes, con paridad y sin paridad de género. Con trayectoria profesional y política y sin ella, brillantes y mediocres. Todo, absolutamente todo lo hemos vivido y experimentado y esto es un "privilegio", que no todos los países de Latinoamérica han tenido.
Después de este gobierno de Gabriel Boric, lo que sigue es "repetir los platos", quizás preparados y servidos por otros cocineros y garzones, pero será la misma receta ya probada, porque el restaurante es el mismo y el personal tiene la misma formación. No habrá cambios en el menú, aunque podemos esperarlos en la envoltura, la presentación y las promesas que ahora dirán "son mejores". Todo cambia para seguir igual, es la única verdad que por décadas nos acompaña.
Lo cierto es que hemos visto una clase política en estos cuarenta años, que ha disfrutado del legado económico y el crecimiento de un régimen, que para muchos, sólo dejó tristeza y dolor. Sin embargo, el aporte de los gobernantes postdictadura es precario, no tanto como lo vociferaron los "octubristas", pero insuficientes para reconciliar el país. Sin el pago de ninguna deuda histórica y por el contrario, con la generación de otras nuevas y con una clase política que, de lado y lado, no asume ninguna responsabilidad por el quiebre de la sociedad en el pasado. Mucho menos es capaz de reconocer el fracaso de sus decrépitas ideologías, que sobreviven como la cantinela de religiones de mil dioses y demonios que a nadie asisten ni asustan.
No tienen un modelo de sociedad que cautive a los ciudadanos. Sólo una larga lista de promesas que crece con cada abrazo que dan a sus agobiados y potenciales electores, pero que están lejos de poder cumplir. Lo peor, es que parece importales poco o nada, al fin de cuentas ya tienen identificado en la "vereda del frente" el enemigo, que acusarán de sus incumplimientos y fracasos...
Por todo lo anterior, antes de emprender el camino para dar otra vuelta a este ciclo político, porque "es lo que hay", pensemos en lo sucedido hasta el presente y sin perder la esperanza, seamos los ciudadanos quienes en adelante cambiemos de actitud y estrategia para no permitir que se repitan los mismos errores, ni caer en falsas promesas.
Lo primero, es tomar distancia de tanta ideología, exigiendo a las autoridades y representantes, la solución de los problemas y demandas sociales, con oportunidad y suficiencia. Saltando como chimpancés de rama en rama, siempre en busca de mejor sombra, alimento y seguridad, es una buena estrategia.
En este nuevo ciclo político, debemos preocuparnos de vencer la indiferencia y tener una mayor y mejor formación ciudadana, permaneciendo actualizados en la organización y el funcionamiento del Estado y sus instituciones, colaborando con las autoridades en la formulación de las políticas públicas, especialmente con las locales y regionales, para que haya una mejor gestión y fiscalización pública.
Debemos hacer uso oportuno, inteligente y racional de los Mecanismos Democráticos de Participación Ciudadana, cuando fallen las instituciones. Debemos permanecer unidos, porque el dolor es igual para todos, rechazando la violencia, el anarquismo y el totalitarismo.
Debemos ser intolerantes con los abusadores del poder y quienes cometan delitos de corrupción porque atentan contra nuestra dignidad, socavan los recursos de la nación y retrasan la solución de los problemas y demandas sociales.
Hoy los chilenos tenemos una oportunidad para cambiar y equilibrar la relación Estado-Sociedad-Individuo participando de la elaboración de una Nueva Constitución, porque apostar por el "nada pasará", no es una buena recomendación. Por eso apoyaremos las enmiendas propuestas por Fundescochile junto a Manos Libres y les invitamos también a firmar por ellas, las cuales han sido declaradas admisibles por la Secretaría de Participación Ciudadana y que se podrán ver en detalle y firmar por ellas a partir del 21 de junio y hasta el 5 de julio, consultando los códigos que la identifican en el link: www.quieroparticipar.cl
1.) Combate al Abuso del Poder y la Corrupción. (N°4043)
2.) Chile, una Democracia Participativa. (N°3959)
3.) Formación Ciudadana como Condición para el Ejercicio de la Democracia Participativa. (N°7337)
-Rubén Solano
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