domingo, 23 de febrero de 2020

Independencia para las Organizaciones Sociales y Comunitarias


"No ha sido fácil para muchas Organizaciones Sociales y Comunitarias ver condicionado el apoyo a su labor a la simpatía que exigen algunos políticos y gobernantes locales y regionales inescrupulosos, que incluso las han utilizado en sus campañas políticas, como se puede mal interpretar hoy, con la medida del CNTV."

Después de conocer el fallo del TRICEL sobre las impugnaciones realizadas por las Organizaciones Sociales y Comunitarias al reglamento expedido por el CNTV, sobre la participación que tendrán en la franja de televisión asignada para la “Campaña del Plebiscito del 26 de Abril”, se confirma, una vez más, la paternidad y hegemonía que tienen los partidos políticos en la estructura general del Estado de Chile, frente al débil papel que tiene la Participación Ciudadana. El fallo desconoce la autonomía e independencia de las Organizaciones Sociales y Comunitarias, toda vez que condiciona la participación de éstas en la franja a su vinculación con los partidos políticos, en donde estos, a su vez, sólo aceptan la presencia de aquellas organizaciones que declaren tener afinidad de principios.

Adicionalmente, el tiempo asignado a las Organizaciones Sociales y Comunitarias demuestra su rol secundario en la sociedad y desconoce que ha sido la sociedad civil la que ha logrado convencer al país de exigir a las instituciones del Estado ocuparse de realizar un cambio estructural que dé cuenta de una real solución a las demandas sociales y termine con la corrupción, el abuso del poder y el enriquecimiento ilícito de algunos con los dineros públicos, causantes de muchas de las injusticias sociales y de la pérdida de credibilidad en la actual clase dirigente y empresarial de nuestro país.

La posición en que han quedado las Organizaciones Sociales y Comunitarias con la medida del CNTV es, a todas luces un retroceso en materia de Participación Ciudadana y un atentado a su autonomía e independencia. La medida, además, es inconsulta y forzada y no corresponde por ser altamente inconveniente, injusta e inequitativa.

Es inconveniente, porque al margen que los fundadores y dirigentes de las Organizaciones Sociales y Comunitarias puedan tener simpatía o militancia por un partido político, el trabajo que realizan se hace de manera transversal en las comunidades; razón por la cual, la base social de voluntarios y beneficiarios de aquellas, se construye separadamente de toda concepción política de carácter ideológico y/o partidista. Es injusta, porque desconoce la labor que por años realizan las más de 280 mil Organizaciones Sociales y Comunitarias, principalmente en las comunidades en donde por diversas razones no llega la acción del Estado y es inequitativa, porque los segundos asignados en la franja no se condicen con el mayor número de Organizaciones Sociales y Comunitarias que hay en el país, frente al menor número de partidos políticos, ni da espacio suficiente para hacer un llamado a la ciudadanía, con más criterio y autoridad, a participar en el proceso constituyente, que finalmente es lo que importa.

El CNTV desconoce el gran daño que puede hacer a las Organizaciones Sociales y Comunitarias que por años han luchado por realizar un trabajo en las comunidades, con autonomía e independencia, al margen de cualquier consideración de carácter político partidista. No ha sido fácil para muchas de ellas ver condicionado el apoyo a su labor a la simpatía que exigen algunos políticos y gobernantes locales y regionales inescrupulosos, que incluso las han utilizado en sus campañas políticas, como se puede mal interpretar hoy, con la medida del CNTV. RDS


“Por una Participación Ciudadana más Informada, más Inteligente y más Inclusiva, con Organizaciones Sociales y Comunitarias más Autónomas e Independientes, es importante la Aprobación del Plebiscito el 26 de abril”

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