Está por terminar la campaña a la presidencia de Chile para el período
2014-2017 y tengo algunas reflexiones que hacer:
1.- La mayoría de los países del mundo comprenden y coinciden en que cuatro años en el poder es poco para un buen gobierno y demasiado para uno muy malo. Creo, al igual que muchas personas, que el gobierno de Sebastián Piñera, ha sido como varios de los anteriores, un buen gobierno para Chile. Demostró su mejor capacidad al sobrevivir en medio de un enorme desastre natural, con grandes presiones ciudadanas y una oposición bastante dura. En estas condiciones, es injusto pedirle cumplimiento del 100% de su programa o insistir en que trajo muchas expectativas, cuando sabemos que en materia de promesas de campaña esto no es posible en ningún gobierno y en ningún país democrático, debido a las múltiples presiones e intereses que se mueven dentro de ellos. Sin embargo, y pese a lo anteriormente expuesto, su cumplimiento está muy por encima del 80%, no solamente en su programa de gobierno, sino en materia de reconstrucción. Además, incluyó otros temas no prometidos en campaña, pero que surgieron de las demandas ciudadanas, con lo cual también quedó demostrado, que ha sido un gobierno que sí escucha a la ciudadanía.
2.- Argumentar que el gobierno de S.Piñera es un fracaso porque no cumplió con ser de "excelencia," es no querer entender que la excelencia no es un destino sino un camino que jamás se termina de recorrer. Una opción contra la tradicional gestión mediocre de los gobiernos. Un cambio de estilo y de convicción sobre el deficiente actuar de los gobiernos, a los cuales de ninguna manera debemos regresar. En adelante, los ciudadanos podremos y debemos exigir gobernar nuestro país con excelencia y calidad.
3.- La actual oposición en Chile, no ha estado a la altura, no ha sabido utilizar sus "vacaciones" para hacer en primer lugar un "mea culpa" sobre las causas de su salida del gobierno. Ni siquiera hizo una catarsis que le permitiera entender su derrota, la cual nunca aceptó. Tampoco se ha preocupado de aprovechar el tiempo para levantar un mejor proyecto de sociedad con el cual re-encantar a los ciudadanos. El gran mérito de la Nueva Mayoría, ha sido el de crear un "enemigo" y juntar los partidos alrededor de él. Un enemigo imaginario, un fantasma traído del pasado, para revivir el odio y mantener dividida una sociedad cuyas generaciones cada día son más lejanas e ignorantes de los dolorosos acontecimientos ocurridos. La Nueva Mayoría ha sabido mantenerse en la primera plana de los diarios, debido a su estrategia de manipular las intenciones del gobierno y colocar nuevos y llamativos titulares en los diarios, los cuales se "pelean" entre ellos por patentar, como: "el gobierno de la letra chica", "es insuficiente", "las cifras no son creíbles",...
4.- ¿Qué sentido tiene entonces, volver a la vieja Concertación, que salió por el agotamiento de sus ideas y la fatiga de sus dirigentes, y que ahora pretende regresar de manera irresponsable, cargada de odio y enarbolando banderas de causas de las cuales ni ellos mismos están convencidos? ¿Por qué estresar una sociedad, que va por buen camino, hecho reconocido a nivel internacional, poniendo como punta de lanza el hambre y la miseria de una buena parte de la ciudadanía, por la cual también tienen responsabilidad de su estado de abandono y a la cual se le puede acelerar la solución de sus problemas de desigualdad con un simple pacto social? Recordemos que ambas coaliciones tienen como promesa de campaña la lucha contra la desigualdad y la injusticia.
5.- Varios políticos han sido muy irresponsables y manipuladores,
especialmente quienes se auto proclaman progresistas, porque vociferan
soluciones y cambios sociales, que demandan en primer lugar un cambio de
mentalidad de ellos mismos como dirigentes. Es necesario combatir y erradicar de los centros de decisión del país, a los políticos corruptos, egoístas y débiles
frente a cualquier oferta de dinero y figuración. Es decepcionante ver lo poco
que duraron en alto las banderas de la moralidad y la crítica a los políticos,
por parte de los nuevos jóvenes parlamentarios. Son una demostración del poder
de la manipulación y la fragilidad de nuestros líderes.
6.- ¿Para qué volver? La Nueva Mayoría, no ha demostrado ser diferente ni mejor a la vieja Concertación. Es más, sus aliados en América Latina y el mundo, no tienen nada que aportarle a nuestro país. Por el contrario, esos países atraviesan por graves crisis producto de sus fracasados experimentos sociales y solo esperan extraer parte de nuestra riqueza económica para calmar la furia de su gente, amparados en una "hermandad" latinoamericana, que todavía está muy lejos de existir.
Debe quedar claro que no pretendo cambiar la intención de voto de nadie, sino de llamar la atención de quienes me leen sobre el actuar irresponsable de algunos de nuestros líderes y dirigentes, que persisten en mantener la sociedad dividida entre buenos y malos, izquierdas y derechas, socialistas y capitalistas, ricos y pobres, "fachos" y "anarcos",... conceptos nefastos, anquilosados y alejados de la realidad social y de las necesidades de los habitantes del país, que son transversales y que por lo mismo no tienen color político, ni religioso, ni ideológico.
Por lo anterior, mi llamado es en primer lugar a votar, porque no debemos confundir la calidad de los candidatos en un momento determinado con la positiva razón de ser de los sistemas de elección y el ejercicio ciudadano de la democracia. En última instancia se puede votar en blanco, para demostrar una inconformidad con los políticos y no con el sistema de elección popular.
En segundo lugar, mi llamado es a votar de manera inteligente, a votar con sensatez. Está claro que ningún gobierno vendrá a solucionar nuestros problemas de la noche a la mañana y menos de manera individual. Sin embargo, sus decisiones influirán en el corto plazo en los resultados económicos y sociales alcanzados hasta el día de hoy. Pensemos que una sociedad de bienestar, con mejor justicia y paz, no se construye dividiendo y enfrentando a los ciudadanos.
Estamos en el futuro, la humanidad y todas las sociedades ha pasado por muchas guerras y ha superado muchos conflictos, en donde la lección más importante que nos ha dejado, es que debemos aprender a vivir con las diferencias, porque las guerras han sido inútiles, ya que ningún contendiente ha podido eliminar a su oponente. Solo han servido para traspasar el odio y el resentimiento de generación en generación y enriquecer a los mercaderes de la guerra.
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