Para decidir por quién votar debemos partir de los resultados de quienes gobiernan y han gobernado el país. Colocando en una balanza sus logros y fracasos, y convencidos que en materia de programas políticos, nadie puede cumplir el cien por ciento de lo que promete, debido a la cantidad de intereses que se mueven en la sociedad.
De todas maneras, al actual gobierno le abono el haber instalado el concepto de "Gobierno de Excelencia" aunque el concepto se haya caricaturizado y/o demonizado, al igual que otros. Es que la excelencia no es un destino, sino un camino por el cual todos deberíamos andar, especialmente quienes aspiran a gobernarnos. Siempre debemos dar lo mejor de nosotros mismos y entender que siempre hay espacio para mejorar y hacer mejor las cosas.
Por otra parte se debe partir de la buena fe de quienes votamos. Todos queremos vivir en una mejor sociedad. Todos trabajamos para construir un mejor futuro para nuestros hijos y nietos. Por ello, no debemos "etiquetar" de buenos o malos a nuestros semejantes, por el simple hecho de optar por una u otra alternativa política, que además, se ha legitimado ante la opinión pública y que tuvo que pasar por un proceso de inscripción ante un organismo del Estado como lo es el SERVEL.
Me produce pena quienes no entienden esto y se marginan de los procesos de elección popular, absteniéndose de votar y dando con su actitud un ingenuo apoyo a la anarquía. A la cual no le sirve ningún sistema ni modelo social, pero que paradójicamente, tampoco pueden vivir fuera de él, habiendo tanto espacio en el mundo.
Sobre los candidatos, creo que hay de todo. Pero, en general son malos estrategas. No parece que buscan votos, sino enemigos!
Algunos de ellos, más directos, violentos y agresivos, no reconocen ningún avance social ni económico y en su ignorancia, todavía ven el país con la lupa de la esclavitud y el feudalismo. Su estrategia raya en el deseo de matar al adversario. Otros, en su afán de convertirse en paladines de la justicia social, nos prometen vivir en un mundo de igualdad que no existe y que ellos no practican. Pero que se escucha muy bonito en las letras de las canciones y las poesías En la realidad queremos equidad e igualdad de oportunidades. Es que después de conocer el comportamiento de la raza humana, a través de la historia, nadie puede estar de acuerdo en darle el mismo reconocimiento a los flojos y a los emprendedores.
Así las cosas, mantengo las imágenes de la infancia, viviendo en una sociedad en donde todos están atrincherados. Muchos, más expertos y sagaces pasando "piola" para evitar ser alcanzados por una "bala perdida".
Las campañas políticas deberían ser alegres, como una feria de ideas con las mejores propuestas, con foros y debates en donde la inteligencia de nuestra gente tenga una oportunidad para exponer sus proyectos y cómo hacerlos realidad...
Los partidos políticos, las organizaciones sociales, las universidades y el gobierno mismo deberían promover, motivar e incentivar a la ciudadanía a ser parte de la identificación de los problemas y de sus soluciones.No es inteligente seguir haciendo esfuerzos por mantener dividida una sociedad que sueña con la unidad, ni promover la destrucción cuando lo que se quiere es construir, ni estimular el odio cuando lo que se quiere es vivir en paz. El dinero que se invierte en las campañas políticas, debería tener un componente destinado a otorgar un premio a las mejores ideas y el compromiso de los futuros gobernantes de sacarlas adelante.
Tenemos que salir de la trampa en la que nos han metido los nefastos líderes, que impulsan modelos sociales teóricos, obligándonos, como sociedad, a vivir en un sistema que esta de espaldas a las necesidades de la sociedad y que se mantiene rígido e inflexible, por fidelidad a una ideología. Negando que las necesidades de los seres humanos son las mismas para quienes se dicen de derecha, de izquierda, de centro o de nada. Y que tanto, los frustrados y decepcionados del capitalismo y del comunismo, seguirán soñando por igual.
Una lectura muy personal de la situación actual es que se desprenden 2 grandes orientaciones con 2 modelos de sociedad que, antes de ser antagonistas, son complementarios: el modelo capitalista necesita un mercado amplio y sano para ser exitoso y el modelo socialista necesita un ingreso regular de capital para poder sobrevivir. Desgraciadamente, son pocos los candidatos que ofrecen una real esperanza con un modelo equilibrado y sostenible. Escucho bien seguido referencias al modelo social europeo como ejemplo a seguir pero, al mismo tiempo, éste está pasando por un período de turbulencias muy fuertes. Alemania logró reaccionar a tiempo y cortar beneficios para la sobrevivencia de todos. Otros no supieron reaccionar y se están cayendo. En fin, son bien pocos los paises que lograron estabilizar su economía y, curiosamente, varios miran a Chile con cara de envidia con su modelo de desigualdad.
ResponderEliminarAhora, nosotros también estamos en una etapa de transición, con sus esperanzas y sus riesgos. Esperanzas en el sentido que la juventud se educa cada vez más y quiere subir en la escala social. Mi gran pregunta es si estos jóvenes tienen la preparación para el rol que quieren cumplir y si la sociedad tendrá un espacio suficiente para recibirlos. Otra esperanza es la promesa de aumentos de sueldos, idealmente alcanzando los niveles europeos. El nivel de vida en un país no es una decisión arbitraria de un gobierno y, por lo tanto, puede tener consecuencias si no se toma como una política global a nivel nacional. Chile es un país minero (el cobre representa la mayoría de las exportaciones) y tiene un nivel de vida compatible con esta actividad. En Europa, las minas tuvieron que cerrar porque no eran rentables, debido al costo de la mano de obra, por lo cual la dinámica prometida de los sueldos no tiene tanta libertad como los candidatos lo presentan. Una solución lógica sería desarrollar el área de servicios con valor agregado pero es un área muy competitiva y no estoy seguro que Chile esté preparado para este desafío - la llegada de jóvenes universitarios puede ayudar pero no veo siempre el rendimiento necesario para poder sobrevivir en este tipo de economía. Tiene que ser un proyecto de sociedad completo si no queremos que el mercado monetario internacional provoque un reajuste proporcional.
Para terminar, la división de la sociedad chilena es un hecho bien triste y dramático. Todo quiebre en una sociedad necesita plantar sus raices en un período negro y aquí se eligió el Golpe de Estado. Muchos lo viven como un dolor profundo, que echen de menos el antes o el después. Sin embargo, la situación de Chile no es única: recuerden la Revolución francesa, el período comunista de Rusia, las causas de las 2 Guerras Mundiales del siglo XX, la liberación de los paises soviéticos, la Guerra de Secesión en EEUU, las guerras en África... Las guerras civiles son todas distintas pero suelen empezar por problemas de distribución o acumulación de riquezas. Estas guerras terminan cuando los pueblos finalmente deciden construir un mundo nuevo sobre las cenizas del conflicto y, efectivamente, encuentro muy triste que los líderes políticos locales traten de justificar sus discursos cultivando el resentimiento. Mi sueño es que todos entierren las hachas de guerra y trabajen juntos al desarrollo nacional. Como decían los Mosqueteros: "Uno por todos, todos por uno".