Honorable Consejo Constitucional:
La corrupción, el abuso del poder y la ineficiencia en la gestión y la fiscalización pública, crecen como espuma; son males endémicos que se apoderaron de nuestro país.
Estos males son los principales causantes del retraso en la solución de los problemas sociales, la fuga y el despilfarro de los recursos de la nación, la pobreza, el desempleo, la desigualdad, la injusticia y la rabia social.
Los chilenos, vivimos en una de las zonas más frágiles y vulnerables del planeta, sobreviviendo a constantes desastres provocados por las fuerzas incontrolables de la naturaleza, y ha sido gracias a la resiliencia de nuestra gente, al inmenso amor que tenemos por esta tierra y a ese espíritu solidario que aflora en cada chileno en el mismo instante en que emerge la tragedia, lo que nos ha levantado una y otra vez. Y es con la fuerza misteriosa de la mujer chilena y por el amor a ella, que todos permanecemos unidos para hacer frente y vencer las constantes desgracias.
Sólo hay algo que no hemos podido controlar ni vencer y que se contrapone a este sacrificio: La insaciable ambición de personas inescrupulosas, de mentes criminales que se roban el trabajo, el esfuerzo y el dinero, que con sacrificio entregamos al Estado en impuestos que pagamos cada vez que compramos el pan, la leche, la salud, la educación, la bencina, la ropa, el auto, la casa, la seguridad, todo, porque nada es gratis en Chile. Para todo hay un impuesto y hay productos y servicios que tienen varios gravámenes. Estos dineros que juntamos son para atender las necesidades, las demandas y los programas sociales que deben darle bienestar a todos los habitantes del país, sin discriminación alguna, llegando en primer lugar a los más vulnerables y da rabia saber que muchas veces las ayudas para ellos y para los damnificados de algún desastre natural no llegan, porque se quedan en los bolsillos de personas corruptas y miserables.
Sabemos que ninguna suma de dinero es suficiente para atender todas las necesidades de un país que crece en sueños y en número de habitantes. Por eso, resulta más lamentable que haya personas inescrupulosas e irresponsables que se apropian de los dineros de todos para su beneficio personal. Personas que, además, trabajan en el sector público, recibiendo una remuneración, que en promedio es mucho más alta que la recibida por los demás chilenos, que además gozan de privilegios que jamás tendremos los ciudadanos de a pie, que somos los que pagamos su factura para que realicen un trabajo honesto y profesional que pocas veces vemos.
Debemos ponerles punto final a estos abusos. Creemos que llegó el momento de enfrentar estos males de la sociedad y tal vez ésta sea la última oportunidad que tenemos como generación, para cambiar el futuro y dejarle a nuestros hijos y nietos un país en manos más honestas e idóneas.
Por todo esto, estamos pidiendo al Honorable Consejo Constitucional, que incorpore tres enmiendas a la Propuesta: Combatir la corrupción y el abuso del poder, involucrar a la ciudadanía en esta lucha entregándole más y mejores mecanismos de participación y capacitarles para ejercer una participación ciudadana con más información, inteligencia e inclusividad, porque, aunque en el Proyecto entregado por la Comisión Experta hay referencia a estos temas, creemos que la forma de abordarlos es insuficiente, ya que deja en manos del Congreso su legislación y reglamentación, lo cual consideramos contraproducente, porque no debería quedar la asignación de los castigos por corrupción y abusos del poder en quienes serán, precisamente, los potenciales fiscalizados y sancionados.
Similar situación es para la incorporación de la Democracia Participativa, la cual debe quedar garantizada constitucionalmente para que los mecanismos de participación que la harán realidad, no sean torpedeados por los fanáticos de la democracia representativa, que la perciben, erróneamente, como una amenaza a su autonomía y privilegios, asociándola con la democracia directa.
En el caso de la Formación Ciudadana, también es importante incorporarla constitucionalmente como un derecho y una obligación, porque no se percibe mucho interés en la clase política para relacionarse con una ciudadanía que esté mejor preparada. Sin Formación Ciudadana, seguiremos siendo objeto del capricho y la manipulación de líderes y políticos inescrupulosos, la participación ciudadana seguirá asociada a la protesta callejera y no saldremos de la era de la "piedra y el garrote". Seguiremos asistiendo al penoso espectáculo del enfrentamiento callejero de los ciudadanos con la Fuerza Pública, a la inmolación de personas desesperadas y a la destrucción de nuestros espacios públicos y privados, porque frente al abuso y la injusticia social, la ciudadanía se rebela, protesta, marcha, se moviliza y arrastra como infiltrados a anarquistas, mentes descontroladas, vándalos y delincuentes, que generan un inmenso daño a personas inocentes y a los bienes públicos y privados.
Por lo anterior, se debe fortalecer la Democracia Participativa, que tiene Mecanismos Pacíficos y Democráticos de Participación Ciudadana, que podrán incorporarse gradualmente, como la Iniciativa Legislativa Popular, los Plebiscitos Vinculantes, los Referéndum Revocatorios, las Veedurías Ciudadanas. Podemos exigir el Voto Programático a los candidatos a puestos de elección popular y la extensión del Silencio Administrativo Positivo a las demandas ciudadanas locales. De esta manera, la ciudadanía también podrá colaborar con las autoridades en el mejoramiento de la gestión y la fiscalización pública. Ayudará a los parlamentarios a priorizar y presentar oportunamente las leyes y acelerar las medidas que se requieran para atender programas de gobierno, demandas ciudadanas y proyectos de impacto social. Aumentará la calidad de nuestras autoridades y representantes. Los Mecanismos de Democráticos de Participación no riñen con las funciones de los organismos ni instituciones del Estado, sólo permanecen latentes y se activan en ausencia o negligencia de quienes están a cargo y forman parte de las instituciones del Estado.
El combate a la corrupción y al abuso del poder, exige medidas enérgicas que todos los ciudadanos hace tiempo exigimos y esperamos ver, como: cárcel efectiva para los corruptos y abusadores del poder, recuperación hasta el último centavo de los dineros y recursos robados a la Nación, exclusión indefinida de toda contratación y vinculación con el Estado y declaración de la NO prescripción de estos delitos. Estas medidas no llegarán por iniciativa de la clase política ni de quienes gobiernan.
El combate a la corrupción y al abuso del poder es responsabilidad del Estado y sus instituciones, pero requiere del apoyo de la ciudadanía y de todos los sectores de la sociedad. Para que esa alianza tenga éxito, la ciudadanía debe tener las herramientas necesarias y estar capacitada para usarlas con responsabilidad y buen criterio. Es un camino largo, nadie lo puede dudar, pero es el camino correcto.
Finalmente, solicitamos muy respetuosamente al Honorable Consejo Constitucional, considerar estas enmiendas sin tener que pasar en esta oportunidad por el filtro de las 10 mil firmas, porque siendo un número razonable, son inalcanzables en este momento que el proceso constitucional ha perdido el entusiasmo de la ciudadanía, según las encuestas. Recordemos que en el anterior proceso varias iniciativas fueron burladas por los constituyentes a pesar de haber cumplido todos los requisitos.
La corrupción, el abuso del poder y la ineficiencia, nos agobian todos los días, cada vez con menos pudor de parte de quienes están involucrados en estos delitos. Hay más de 20 solicitudes de enmiendas que hacen eco de estos temas. Varios países de Latinoamérica han incluido medidas enérgicas en sus nuevas constituciones, siendo Bolivia la última en declarar la no prescripción de estos delitos. También existe una enorme bibliografía que ponemos a disposición de ustedes y estudios de la propia Contraloría General de la Nación, de Chile Transparente, de Transparencia Internacional y del Observatorio Internacional para la Democracia Participativa, entre otros, que por sí solos promueven un cambio hacia la modernización del Estado y una gestión y fiscalización pública más idónea y honesta.
A todos los chilenos les pedimos apoyar éstas tres enmiendas que son necesarias y se complementan entre sí, inundando con sus firmas la plataforma del Consejo Constitucional, porque el proceso puede fracasar, pero NO la señal de rechazo a la corrupción, al abuso del poder y a la ineficiencia en la gestión y fiscalización pública, que proviene de manera transversal, de todo el arco de la clase política. ¡Muchas gracias!
Ver link de la presentación con las diapositivas que contiene cifras y datos que sustentan el contenido: https://youtu.be/uMQBEeoT8yE
Rubén D Solano S
Director de Proyectos
www.fundescochile.org