Así de favorable y ventajosa, es la situación del Partido Republicano, después de los resultados de las elecciones de Consejeros Constitucionales el pasado 7 de mayo. Como diría Carlos Pinto: "Nadie parecía prever el fatal desenlace de esta nueva oportunidad, que tanto pidió la izquierda después del grotesco espectáculo de la pasada Convención Constituyente y al presentir la debacle del 4 de septiembre del año 2022".
Ni Pepe Auth, el Gran Gurú de los pronósticos electorales, que vaticinó un resultado favorable para los republicanos, imaginó la "masacre" que provocaría JAK a toda la clase política que lo ninguneó, despreció y mantuvo arrinconado desde el día uno en que comenzó esta teleserie, el 15 de noviembre de 2019, cuando las fuerzas políticas creyeron calmar la furia ciudadana desatada el "18-O", que clamaba por mejores pensiones, mayor seguridad y el cumplimiento de un largo etcétera de promesas incumplidas. Fue fácil, en aquel entonces, culpar a la Constitución de todos los males del país, mientras la ineficiencia en la gestión pública, la corrupción y el abuso del poder, principales causantes de la injusticia y la rabia social, continúan creciendo y apoderándose del Estado y de todas sus instituciones.
Lo que está pasando en nuestra sociedad, se refleja en las elecciones y es producto de la rabia y la desesperación de los ciudadanos que en primer lugar, con el resultado de las elecciones, demuestran que han emitido un voto de castigo al gobierno de turno. La mayoría ciudadana no está identificada con una u otra ideología política. Sólo esperan y exigen soluciones a sus demandas de parte de quienes gobiernan. Por ello, se pasa de una mayoría de ultra-izquierda a otra de ultra-derecha, en muy poco tiempo y sin mediar ningún trabajo de ideologización por parte de partido político alguno. Tal como lo dijera el líder comunista, Deng Xiaoping: "No importa que el gato sea blanco o negro; mientras pueda cazar ratones, es un buen gato" y los chilenos estamos buscando un buen gato... Aunque al parecer no hay mucho donde escoger, al menos así lo demuestra la cantidad de votos nulos y en blanco que se emitieron y la alta concentración de los votos en algunos candidatos y coaliciones.
Con los 23 Consejeros que obtuvieron los republicanos, más los 11 que obtuvo la coalición Chile Seguro (UDI + Evópoli + RN), la derecha ha quedado con 34 Consejeros del total de 51. En otras palabras, la derecha tiene los votos necesarios para resolver todas las situaciones que se pesenten al interior de la Consejo Constitucional, como: Los 2/5 para vetar cualquier norma, los 3/5 para aprobar todo lo que quieran y los 2/3 para rechazar lo que no les guste. Pero, como si todo esto fuera poco, la posición de los republicanos resulta ser mucho más cómoda todavía en el Plebiscito de Salida, porque ganan con cualquier resultado, toda vez que, si es aprobada la propuesta de Nueva Constitución, será con sus ideas republicanas, la cual deberá firmar Gabriel Boric como cabeza del gobierno y representante de la extrema izquierda; y si es rechazada, el país deberá continuar con la actual Constitución, la mal llamada "pinochetista". Algo increíble, cuando la bandera de los republicanos, hasta antes de los resultados del pasado 7 de mayo, era de participar en el nuevo proceso para defender sus banderas, pero al final, votar rechazo a la nueva propuesta.
Mantengo la esperanza que la Nueva Propuesta de Constitución incluya, entre los mínimos comunes, normas que contribuyen de verdad al combate de los delitos de corrupción, abuso del poder y modernización de la gestión pública. Mientras el desafío de las organizaciones sociales debe ser la generación de una cultura de Participación Ciudadana más Inteligente, más Inclusiva y más y mejor Informada. Mientras tanto, sigo creyendo que estamos muy lejos de ver la luz al otro lado del túnel en que estamos metidos. -Rubén Solano
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