miércoles, 4 de agosto de 2021

¿Dónde Están?

¿Dónde Están Quienes Empatizan con los Ciudadanos que
Padecen las Consecuencias de la Violencia?


La historia de la extrema izquierda y la extrema derecha en el poder en América Latina y el mundo es similar en odio, persecución, represión y venganza. Sus regímenes sólo son grandes en armamento y fuerzas de defensa, en donde sus líderes son protegidos por una temida guardia pretoriana. Estos regímenes, que generalmente son criminales, privilegian y priorizan su seguridad antes que la superación del hambre y la miseria de sus pueblos.

Claro que esto a nadie debe extrañar: son regímenes criminales con muchos enemigos. Lo que nos debe extrañar es el comportamiento de los candidatos aspirantes a déspotas, antes de llegar o tomarse el poder, porque es aquí en donde la extrema izquierda gana el "oro" Olímpico y se diferencia de cualquier otro régimen, porque son mentirosos e incoherentes mientras están en campaña. Todos se revisten de una falsa autoridad moral para rechazar y condenar toda presencia y acción militar por considerarla atentatoria y violadora de los derechos humanos. No les importar el aumento de la delincuencia, la que ven como producto de las injusticias del sistema, ¡qué son ellos mismos!, ni las consecuencias de los hechos graves de violencia callejera cometidos por delincuentes infiltrados en marchas y protestas, a las que legitiman, sin vergüenza alguna...

El reciente comportamiento del Diputado y Candidato a la Presidencia, Gabriel Boric en el Penal Santiago Uno, confirma una vez más lo dicho, no por pretender visitar un prisionero en una cárcel, lo cual siempre debe considerarse un bonito gesto de humanidad al margen de los crímenes que haya cometido el reo, sino por su gesto en favor de perdonar y premiar a las personas que destruyeron, vandalizaron, saquearon, incendiaron y arruinaron la vida y el ahorro de miles de personas y familias chilenas.

Gabriel Boric también abusó de su pequeño poder, dio mal ejemplo a sus seguidores y enloda sus aspiraciones políticas, al haber encarado en otro episodio anterior a las Fuerzas Especiales cuando se encontraban cumpliendo su deber en una manifestación que, por culpa de delincuentes infiltrados y algunos manifestantes, se salió de control. El uso de la violencia como medio para alcanzar objetivos no se debe aceptar, por muy legítimas que sean las demandas. Recordemos que aún en las familias más humildes, no se aprueban las pataletas ni rabieta de los hijos. Esta es una actitud que toda persona sensata debe reprobar y mucho más quienes aceptamos vivir en un Estado de Derecho. No creo que se requiera ser un Mandela para condenar el camino de la violencia, por ello, desde mi humilde morada escribo esta nota, que implora una vez más a quienes me lean, me sigan y me escuchen, el fin de la violencia y el respeto de las reglas de convivencia y al Estado, demando el cumplimiento de sus deberes. Para eso los elegimos y pagamos los impuestos.

Entonces, dicho lo anterior, le pregunto al Diputado Gabriel Boric y a todos los políticos que piensan como él: ¿Por qué tanta empatía y magnanimidad con quienes de manera constante ponen en peligro la vida y el patrimonio de quienes creemos en la democracia, el Estado y sus instituciones?

¿Por qué condenar e impedir la acción de Carabineros de Chile o de las FFAA, por las malas acciones que pueden cometer algunos de sus miembros? Sería como pretender bloquear la acción del Congreso, la Justicia o el Gobierno, por la mediocridad, el abuso y la corrupción que acumulan algunos honorables.

¿Por qué condenar a la miseria y al dolor a la señora Juanita, a la sociedad chilena, que lucha y ha logrado superar la pobreza alcanzando muchos de ellos un buen nivel de autonomía económica a pesar de la mediocridad, el abuso, la corrupción y el enriquecimiento fácil de algunos?

Piense: Usted y la gran mayoría de personas de su generación y posteriores, son los únicos y verdaderos privilegiados de toda América Latina, porque no conocen el hambre, la miseria, la violencia, el secuestro, el terrorismo, la violación de los derechos humanos, el exilio, la inestabilidad de gobiernos autoritarios o secuestrados por grupos armados, guerrilleros, paramilitares y/o narcotraficantes, que por décadas han tenido que padecer y soportar los jóvenes de los demás países de la región, que además, se amontonan en las fronteras de nuestro país.

Por favor, señores de extrema derecha y de extrema izquierda, aprendices y aspirantes a dictadores, no nos hagan más difícil la vida manipulando la ciudadanía y aprovechándose de nuestra ignorancia. Disfruten el dinero que mes a mes les pagamos y que es superior en más de cincuenta veces a lo que nosotros ganamos con sudor y sacrificio. Mejor, cuando tengan un poco de tiempo y recuerden quién les paga sus privilegios, solucionen uno de nuestros problemas y no aumenten los que ya tememos. ¡Dios y la Patria no se lo agradecerán porque no hablan ni sufren, pero nosotros los chilenos, sí! RDS 

"Participación Ciudadana en la Gestión y la Fiscalización del Estado y las Instituciones"

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