Con
los resultados definitivos de las elecciones del domingo y con la posibilidad
de revisar los resultados de las elecciones pasadas, quiero dar a conocer
algunas conclusiones que me llaman poderosamente la atención porque rompen algunos
mitos, que algunos políticos, medios de comunicación y centros de encuestas políticas,
han pretendido instalar en la conciencia ciudadana:
1.-
Al revisar el número de votantes en Chile desde que se regresó a la democracia
en 1990, se ha mantenido prácticamente estable con una
pequeña tendencia a la baja, si recordamos que para la presidencia de Patricio
Aylwin votaron 6.979.858 personas y el pasado domingo votaron 6.576.948
personas. Con un “pick” el año 1999 en las elecciones que ganó Ricardo Lagos, en
que los votantes llegaron a sumar 7.178.727.
2.-
No se aprecia ningún efecto positivo en la decisión del actual gobierno de
instalar la inscripción automática y el voto voluntario. Una promesa de
campaña, motivada por la presión de un sector de la ciudadanía. Esta decisión aumentó el padrón electoral en más de un 68% al pasar de 8.285.186 personas habilitadas
para votar, a 13.888.643 en las actuales elecciones.
Como
se puede apreciar, el efecto fue prácticamente nulo, con la ventaja que ahora
sólo tenemos un interrogante, ¿por qué no sale la gente a votar?...Antes
habían más, por ejemplo, ¿por qué no se inscriben las personas?,
¿por qué salen a votar las personas?¿por qué no votan los jóvenes?. Y como es natural, las respuestas eran casi
infinitas, ajustadas a las conveniencias de cada analista político. Al fin y al
cabo, el mismo que hace la pregunta, la puede responder…
Mi
conclusión, para la única pregunta que queda, después de descontar las personas
que por razones de enfermedad, discapacidad o fuerza mayor, no pueden salir a
votar, y que son un porcentaje muy menor, es que las personas se sienten cómodas
en el sistema que viven. Dejan que otros hagan el trabajo por ellos, mientras
no les “pisen los callos”. Es el comportamiento cómodo y natural de los seres
humanos. Lo vemos a diario en las reuniones de apoderados, del condominio, la
junta de vecinos,…
3.-
El apoyo de la candidata Michelle Bachelet que aparecía en todas las encuestas desde
que dejó la presidencia en el 2010 y que llegó a subir al 85%, no solamente, no
se reflejó en las pasadas elecciones, sino que fue inferior al respaldo
obtenido por ella misma cuando fue candidata por primera vez. Recordemos que llegó
a la presidencia en el 2005 con 3.723.019 votos en 2da vuelta, habiendo obtenido 3.190.691 votos en la 1ra. vuelta. Estos guarismos están por debajo de los 3.070.012
que ahora incluyen los del PC por estar en la Nueva Mayoría.
No
se vio entonces el crecimiento que M.Bachelet iba tener en las recientes elecciones, con un índice de aprobación por encima del 80%, un respaldo de una
coalición más amplia, unas promesas de campaña que recogen todas las demandas
ciudadanas, un padrón electoral más amplio y un voto voluntario. Con una
supuesta ola ciudadana empoderada, inconforme y crítica del estilo de conducción y los logros del actual gobierno… Todo hacía prever un
apoteósico triunfo de M.Bachelet en primera vuelta.
Sin
embargo, M.Bachelet ni siquiera pudo aumentar el número de votantes desde su última
elección. Tampoco pudo superar el número de votos que obtuvo Eduardo Frei Ruíz-Tagle cuando perdió con el actual presidente Sebastián Piñera. En esa oportunidad
E.Frei Ruiz-Tagle, perdió la presidencia en segunda vuelta con 3.367.790 votos.
Lo
anterior me lleva a una terrible conclusión, y es que el Fenómeno Bachelet, es la
más grosera de las demostraciones del poco profesionalismo de algunas empresas que se ocupan de las encuestas electorales, que junto a algunos medios de
comunicación, han presentado a una candidata como la gran revelación de las
ideas y las aspiraciones de todos los chilenos.
,
Estoy
convencido, que de no haber sido por esta campaña inflada por los “encuestólogos
y los opinólogos” los resultados de los demás candidatos,
hubieran sido muy diferentes. Porque tampoco me voy “subir por el chorro”. Creo
que el resultado obtenido por la candidata de la Alianza E.Matthei, responde mucho
mejor a otras causas, relacionadas con la forma en que se sucedieron los
candidatos dentro de la coalición y al poco tiempo de campaña que ha tenido.
Este
mes es crucial. Estando por fuera los “encuestólogos”, por la pérdida de autoridad
moral, solo quedan los ciudadanos que libremente salgan a votar el próximo 15
de diciembre. Ahora, “sí o sí” M.Bachelet tendrá que destapar la “Caja de Pandora” y los ciudadanos tendremos que confrontar las sorpresas que nos trae con los
resultados cuantitativos y cualitativos de los 4 años de un gobierno, que para
mi gusto, ha sido de los mejores que he seguido en las últimas décadas de la historia republicana de Chile,
y por lejos, mejor que el que han tenido muchos países de América Latina, el
Caribe y el resto del mundo. Así también, lo han reconocido a nivel internacional.
Una
última reflexión para quienes son dados a la estigmatización y al
encasillamiento de quienes nos atrevemos a opinar: No se trata de votar por la
izquierda o la derecha, por el “SI” o por el “NO”, por “Miss Simpatía” o “Miss Garabato”…Ni
siquiera se trata de votar por un tipo de “modelo socio-económico”. Hace mucho tiempo aprendí que ni el mundo ni la vida es de dos colores y que los seres humanos podemos vivir muy bien o muy mal, en cualquier lugar del espectro. Los único cierto el día de hoy, después de las elecciones, es que los cambios
que Chile requiere y espera, no son estructurales. De haberlo sido, otros
serían los candidatos.
Ahora, la
pregunta que yo me hago es: ¿por qué debe cambiar un gobierno, que está dando buenos
resultados, que ha cumplido en un alto porcentaje su programa de gobierno, que ha
aceptado muchos de los ajustes que ha propuesto la oposición, que ha atendido
muchas de las demandas ciudadanas,…?
Que nadie nos engañe, la
EXCELENCIA y el ÉXITO no son un punto de llegada, sino un camino, una opción
que tomamos las personas, un compromiso de hacer cada día mejor nuestra “pega”.
Somos excelentes y exitosos no por lo resultados de hoy, sino por lo que hemos
construido y por la forma como estamos construyendo nuestro futuro. Debemos exigir a todos nuestros gobernantes que caminen por el sendero de la excelencia y el éxito...Para eso les pagamos bien!... VOTE
INTELIGENTE. VOTE POR LA SENSATEZ!!
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