lunes, 23 de junio de 2025

UN MENSAJE DE GRATITUD A TODOS LOS QUE HICIERON POSIBLE ESTE ENCUENTRO MATRIMONIAL

    Junto a mí Rosita estamos muy agradecidos y conmovidos por todos los mensajes que nos enviaron al Encuentro Matrimonial. Fueron un hermoso y oportuno detalle de amor, en un encuentro que estuvo lleno de sorpresas y buenas herramientas para que el amor permanezca entre nosotros y mantener para siempre una buena convivencia. Durante todo el Encuentro sentimos la presencia de Dios, en la manera como los organizadores, los expositores, las parejas y los padrinos se expresaron, se manifestaron y se comportaron. En cada detalle había mucha dedicación, entrega y amor, que vamos a atesorar en nuestro corazón, y en un álbum, que nos hará recordar siempre, que fuimos parte de este hermoso Encuentro donde recibimos una nueva Bendición y la importancia de amar, cuidar, respetar y proteger nuestra pareja por encima de todo. 

     Mí Rosita y yo nunca habíamos participado de un Encuentro Matrimonial y aunque nuestra relación está llena de amor y mutua comprensión, nos conmovió hasta las lágrimas saber que en nuestro mundo hay muchas personas que sufren en silencio los excesos y el mal comportamiento de sus parejas.

     El Encuentro no es un encuentro religioso, pero había una presencia invisible en el ambiente, que todos los presentes sentimos y que mi Rosita y yo no dudamos en atribuir a Dios, aunque otros pudieron haber pensado que eran las "buenas vibras" o la "energía positiva" que se concentra en los espacios donde sólo hay personas con "buena onda". Lo importante es que todos la sentimos, católicos, protestantes, metodistas, luteranos, cristianos, anglicanos y hasta los ateos, porque ninguna pareja es excluida en un Encuentro Matrimonial. Pero, debemos reconocer que son las Iglesias las que han liderado en el mundo esta maravillosa experiencia, que con el paso de los años han adquirido la enorme capacidad para hacerlos realidad y hacer que la luz, la guía y la sabiduría estén presentes durante todo el Encuentro. 

     No contaré detalles, ni hablaré del proceso, porque un Encuentro Matrimonial hay que vivirlo. Sólo diré con humildad y respeto, que ninguna pareja debería faltar a un Encuentro Matrimonial. Por eso, he decidido colgar este mensaje en mi muro de las Redes Sociales.-Rosita❤️Rubén

miércoles, 4 de junio de 2025

HERENCIAS MATERIALES

    Qué relato más cruel y doloroso. La verdad, es que nunca he entendido eso de las herencias. Agradezco a mis padres que me enseñaron a no esperar nada material de ellos ni de nadie, igual que la enseñanza que di a mis hijos, lo que no fue muy grato, pero sí muy saludable para todos, porque nada que no hayamos construido nosotros mismos nos pertenece. El mejor legado es la educación y el ejemplo. Es muy extraño el comportamiento de algunos humanos, que nunca tienen tiempo para estar cerca de los padres, involucrarse en sus proyectos económicos y sociales, ni atender sus demandas en la difícil etapa de la vejez. Pero, sí disponen de todo el tiempo necesario, para realizar los engorrosos trámites para quedarse con sus herencias...
 
    Soy Gerontólogo Social y desde mucho tiempo, antes de titularme, he asistido como voluntario en Hogares de Personas Mayores, los ELEAM, como se denominan en Chile (Establecimientos de Larga Estadía para Adultos Mayores), y en ellos he sido testigo del abandono en que se encuentran muchas personas mayores, algunas dejadas a la suerte y la caridad de quienes administran estos lugares. Conocí personas mayores cuyos familiares fueron a dejarlos a estos centros, pagaron el primer mes de atención y nunca más volvieron. En adelante, todos los gastos debieron ser cubiertos por el centro, porque no es posible devolver las personas mayores a sus lugares de origen, ya que sus propiedades fueron vendidas por sus herederos. Estos familiares, son seres miserables, se apropiaron de la herencia de las personas mayores y los dejaron en manos de personas desconocidas para que se hagan cargo de su cuidado. Para que decir, los cientos de miles de personas que están a cargo de los vecinos o de personas que no tendrían por qué hacerlo. Doloroso es saber que hay personas que son familiares y dicen estar a cargo de sus abuelos o padres mayores, cuando la verdad es que no los cuidan, sino que los maltratan y abusan de ellos.

     Lo anterior contrasta con el comportamiento de la sociedad, donde los habitantes tienen una esperanza de vida cada vez mayor, pero no desean llegar a la vejez para no ser una carga para la familia, ni para los hijos a los cuales dedicaron toda o parte de su vida desde el nacimiento. Por eso, es cada vez más común escuchar el deseo de la gente por una muerte asistida, la eutanasia y hasta el suicidio, el cual ha crecido de manera importante en los últimos años en las personas mayores, según datos de la OMS.

    Las herencias materiales no deberían existir. Los bienes materiales de las personas mayores deben ser destinados única y exclusivamente para su cuidado y atención hasta el último de sus días. Si algo queda al final, nadie que no lo merezca, debería creer tener derecho sobre ellas.

    Es hora de reflexionar sobre nuestros valores y prioridades. ¿Qué es más importante, la herencia material o la dignidad y el cuidado de las personas mayores? Es hora de cambiar nuestra forma de pensar y actuar. Debemos priorizar el cuidado y la atención de las personas mayores, asegurarnos que vivan sus últimos días con dignidad y respeto.

   Imaginemos un futuro donde las personas mayores sean valoradas y respetadas, donde su cuidado y atención sean la prioridad. Un futuro donde la herencia material no sea lo más importante, sino el legado de amor, respeto y dignidad que les dejamos a nuestros seres queridos. Es hora de trabajar juntos para crear un futuro más humano y compasivo para las personas mayores. 
  
     Esta reflexión no excluye la labor ni la obligación del Estado de hacerse cargo de las personas mayores, especialmente de las que no tienen redes de apoyo ni de cuidado y que igual merecen un trato digno y ser sacadas de la injusticia, el abandono, el dolor y la tristeza. -Rubén Solano