"Quizás lo mejor pueda ser, hacer un autodiagnóstico y confrontar nuestra
labor como dirigentes de Organizaciones Sociales y Comunitarias, frente a lo
conseguido o logrado para nuestras comunidades, sus necesidades y expectativas. La idea es que avancemos de la mano en el mejoramiento de la gestión de nuestras organizaciones y en el desempeño de nuestras competencias."
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Imagen de la TELETÓN del 2020 |
Quienes seguimos cada año la
TELETÓN, seguramente lo hacemos por diferentes razones, porque son tantas las
personas que participan, como voluntarios e invitados, las actividades
artísticas, de entretención, humor, chascarros, juegos, entrevistas y
testimonios de vida que se desarrollan en sus 27 horas, que no queda tiempo
para el aburrimiento. La TELETÓN siempre nos sorprende y este 2020 no ha sido
la excepción, porque Don Francisco y la organización que lo secunda, decidieron
desafiar la pandemia y la cuarentena e innovar haciendo una TELETÓN VIRTUAL y
ahora, no sólo estaremos los fieles seguidores conectados a la televisión desde
nuestras casas, sino que todos los organizadores, animadores, donantes,
artistas, invitados y todos los niños con sus familias, estarán igualmente
conectados a plataformas digitales desde sus hogares para hacer realidad esta
nueva versión. ¡Y vaya que la están rompiendo!
Son muchas las cosas que me
gustan de la Fundación TELETÓN, y destaco su naturaleza de Fundación, porque la
TELETÓN es una de las 300 mil Organizaciones Sociales y Comunitarias que hay en
Chile y que se han constituido de manera voluntaria a lo largo y ancho del país,
con gran sacrificio y carencias, para contribuir en la solución de los
problemas sociales que el Estado, por diversas razones, no ha podido solucionar
de manera adecuada, oportuna o suficiente. No es fácil para las Organizaciones
Sociales y Comunitarias cumplir con su misión y alcanzar sus objetivos. Prueba
de ello, son los cientos de ellas que ni siquiera son capaces de cumplir con el
mandato de sus estatutos de realizar una asamblea para renovar sus cuerpos
directivos o las que, por falta de competencias de sus dirigentes, no acceden a
los fondos concursables que el Estado pone a su disposición a través de
diferentes instituciones. Por ello, nos debe llenar de orgullo los logros de la
Fundación TELETÓN, saber que le ha “doblado la mano” a tantas adversidades y
ver el reconocimiento y gratitud de quienes se han beneficiado de su obra. Esto
debe animar a todos los dirigentes sociales a seguir adelante y perseverar en
el logro de la misión-visión de sus Organizaciones Sociales y Comunitarias.
Tal vez lograr un crecimiento y
desarrollo como el que muestra la obra de la Fundación TELETÓN no sea nada
fácil de emular. Muchos dirán que la TELETÓN es lo que es por la presencia de
Don Francisco y su capacidad de convocatoria y grandes contactos. Esto puede tener
algo de verdad hoy, especialmente cuando olvidamos o desconocemos los
sacrificios de su origen. Hoy parece fácil, pero nunca es así, aunque lo parezca,
porque es mucho más difícil sostener una gran obra, mantener la calidad de lo
que se ha logrado y no bajar el ritmo de crecimiento de una entidad que
igualmente, cada día es más demandada por la ciudadanía.
No tengo dudas que quienes
estamos al frente de una Organización Social y Comunitaria, debemos aprender
mucho de la TELETÓN y una es la pasión, el amor y la entrega de las personas
que trabajan en ella, con las personas y familias que acuden en busca de su
apoyo. Esto se refleja en cada uno de los testimonios que las familias y los
niños publican todos los años en cada versión de la TELETÓN. Transmitir esa
pasión y vocación de servicio a los beneficiarios y sus familias, debería ser
nuestro primer compromiso. Lograr que la comunidad acuda con entusiasmo al
llamado que hacen nuestras Organizaciones Sociales y Comunitarias, es el
termómetro que medirá la gratitud de la comunidad por la labor que a diario realizamos.
La capacidad de organizar y
administrar los recursos es otra lección para aprender. Es obvio que cuando se
tienen recursos suficientes es más fácil armar una estructura organizacional
para responder a las demandas internas y externas de la entidad. Sin embargo,
no es menos cierto que sin una adecuada capacidad para administrar recursos es
imposible sacarlas delante. Es más, tanto la capacidad como la incapacidad
administrativa son visibles y por ello, cuando una organización como la TELETÓN
demuestra que “se la puede,” el dinero de los benefactores parece llegar con más
facilidad. Todos queremos ser parte del éxito y no del fracaso de un proyecto y
por tal razón, cuando dudamos de éste, tomamos distancia o demoramos en
adherirnos a él.
También podemos ver la TELETÓN como
un ejemplo, como cuando vemos a los ídolos de un deporte como el fútbol, en
donde en un océano de jugadores, son muy pocos los que llegan a sobresalir y
convertirse en figuras internacionales o como en el mundo de la música, en
donde igualmente, son muy pocos los que se transforman en grandes estrellas. En
ambos casos, en el deporte y en la música, aplaudimos y acompañamos nuestros
ídolos sin envidia, porque han vencido los obstáculos de la vida y reconocemos
su esfuerzo y sacrificio. Todos ellos son objeto de nuestra admiración y no
pocas veces nuestro ejemplo a seguir… Así pasa en todos los campos de la vida,
incluyendo el de las Organizaciones Sociales y Comunitarias.
Los problemas y la dificultad en
la resolución de conflictos internos, es quizás unos de los mayores desafíos de
la mayoría de Organizaciones Sociales y Comunitarias. Es sabido que éstas, aunque
pueden tener objetivos claros y comunes, se diferencian de las empresas comerciales
en la composición de las personas que las integran, las cuales pueden responder
a un origen e intereses muy diferentes en lo social, lo económico, lo político,
lo religioso, lo deportivo, etc. y es esta heterogeneidad la que obliga a sus
integrantes, especialmente a quienes estén en la directiva, a promover mecanismos
estratégicos que estimulen la inclusión, la buena convivencia y la tolerancia
entre sus miembros, de lo contrario seguiremos siendo testigos de un sector de
la sociedad civil que es numeroso en organizaciones, pero débil en su gestión,
incapaz de lograr sus objetivos, con un número muy reducido de personas afiliadas
y con una dirigencia de escasas competencias, muy vulnerable, dependiente de la
clase política y de las autoridades del gobierno local.
Es necesario revisar algunas de
nuestras viejas creencias sobre el papel de las Organizaciones Sociales y
Comunitarias, las cuales hoy se instalan dentro de una sociedad mucho más
empoderada, informada, tecnologizada y exigente. La afirmación de que son
organizaciones sin ánimo de lucro debe entenderse como que son sin ánimo de perdida
y que por lo tanto deben aspirar a una administración eficiente de los recursos
y obtención de recursos que garanticen su presencia con calidad a través del
tiempo y no sólo en un momento y en un pequeño espacio.
Por lo anterior, sería bueno que
las Organizaciones Sociales y Comunitarias promovieran un Encuentro con la
Fundación TELETÓN y/u otra que consideremos exitosas o que están cumpliendo a
cabalidad sus objetivos, para conocer su experiencia y aprender de sus éxitos y
fracasos. Quizás lo mejor pueda ser, hacer un autodiagnóstico y confrontar nuestra
labor como dirigentes de Organizaciones Sociales y Comunitarias, frente a lo
conseguido o logrado para nuestras comunidades, sus necesidades y expectativas. La idea es que avancemos de la mano en el mejoramiento de la gestión de nuestras organizaciones y en el desempeño de nuestras competencias. RDS
Rubén D Solano S
Presidente – Director de Proyectos
FUNDESCOCHILE
rdsolano@fundescochile.org