domingo, 6 de enero de 2013

Mano Dura, No es Represión!

“Para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada.” Edmond Burke –

Quizás ha sido el poco rigor de la justicia al momento de aplicar las sanciones, la causa mediata de la escalada de violencia en que están terminando los conflictos que aquejan a nuestra sociedad. Hay quienes creen que hacer justicia por su propia mano es más efectivo y no trae grandes consecuencias sociales.

Quizás es la falta de una fiscalización y seguimiento oportuno a las leyes que se aprueban para regular las actividades sociales, también ha tenido una alta cuota de responsabilidad, porque da mucho espacio a la delincuencia tradicional y de cuello blanco para perpetrar sus delitos.


Pero, quizás el mayor responsable de esta ola de violencia y del aumento de la delincuencia en nuestro país es la ineficiencia del Estado, porque no da respuesta oportuna a las demandas ciudadanas. Es conducido por gobernantes que deben vencer las presiones de una oposición obstruccionista y oportunista. Los gobiernos responden más rápidamente a los intereses económicos y políticos de sus copartidarios, porque temen perder su popularidad y continuidad en el poder.

Nadie ha dicho que gobernar sea fácil. Sabemos que es difícil conducir los destinos de una empresa y hasta llevar las “riendas” de un hogar. Pero, si se quiere alcanzar un objetivo es necesario que quienes tienen la responsabilidad de alcanzarlo, actúen con sabiduría, rigurosidad y adoptando decisiones oportunas.

Los tribunales de justicia se crearon en la sociedad para poner fin a los conflictos y no para devolver la felicidad a las víctimas ni a las partes involucradas. Nada ni nadie puede devolverle la paz a un hogar que ha perdido a uno de sus miembros por la acción de un delincuente. Nada ni nadie puede devolver el tiempo y dejar las cosas en su estado original. La acción de la justicia se podrá mejorar, pero jamás le devolverá la paz a las víctimas ni podrá aplicar una sanción que termine con la delincuencia

Como sociedad, no debemos temer ni justificar por ningún motivo a los agentes del mal, que siempre van a existir, ni disfrazar sus actos malevos con eufemismos, porque tienen apelativo propio. Son terroristas, secuestradores, violadores sexuales, pedófilos, anarquistas, xenófobos, proxenetas, traficantes de armas, narcotraficantes, ….Ninguno de ellos tiene fronteras geográficas, ni morales. Ninguno de ellos conoce la compasión, ni le importa el dolor ajeno. Son cobardes criminales, porque se ocultan en justas causas sociales y dicen tener una razón que nunca es la de ellos. Generalmente, mueren en sus guaridas, bajo las faldas de mujeres y la protección de los niños, por la espalda, porque jamás dan la cara. Atacan en jauría, encapuchados y con la "complicidad" de las masas o de la oscuridad..


No hay comentarios:

Publicar un comentario