martes, 12 de noviembre de 2019

De la Democracia Representativa a la Democracia Participativa

"Es comprensible que hayan representantes y defensores de la Democracia Representativa que no les guste la idea de una Democracia Participativa, pero deben reconocer que ha sido por su incapacidad de dar respuesta oportuna a las demandas sociales, que hemos llegado a la situación actual en Chile." 

El desprestigio de una élite, que por años ha estado en el poder político, empresarial y social, nos han dejado sin representantes confiables y sumidos en esta profunda crisis. Abusos, corrupción y enriquecimiento ilícito, son el común denominador. Por ello, la Democracia Representativa ha sido desplazada por imparables y repetidas manifestaciones, marchas y protestas. Pero, esta estrategia no debe ser indefinida porque ningún país lo resistiría, dada la vulnerabilidad de las multitudes que igualmente, es presa fácil de grupos criminales y falsos líderes y oportunistas.

Se requiere un cambio en la forma de ejercer la democracia, no tengo la menor duda y por ello, creo que le llegó el momento a la Democracia Participativa, que le abre las puertas a la Participación Ciudadana que reclama estar más presente y de manera efectiva en la Gestión y en la Fiscalización Pública. La Democracia Participativa está un peldaño más abajo de la Democracia Representativa que actúa bajo delegación o en representación de los ciudadanos y por encima de la Democracia Directa, en donde la ciudadanía nada delega, sino que ella decide mediante plebiscitos.
Tomado de la Presentación de Fundescochile que invita a AUTOCONVOCARSE
Pero, ¿cómo hacer realidad la Democracia Participativa? Sin lugar a duda, se requiere un cambio en la Constitución para introducir al menos los siguientes mecanismos de participación ciudadana, explicados aquí en términos muy simples porque la idea es llegar a las personas comunes y corrientes y no a los intelectuales ni cientistas políticos:

1. Iniciativa Legislativa Popular. Este mecanismo permite a los ciudadanos solicitar al poder Legislativo discutir proyectos de ley que por alguna circunstancia los parlamentarios o el poder Ejecutivo se resisten a presentar.

2. Plebiscitos Vinculantes. Este es el mecanismo más importante de la Democracia, el cual se utiliza en todas sus alternativas. Sin embargo, en la Democracia Participativa se hace más especial porque son los ciudadanos quienes también pueden exigirla para dirimir conflictos que le impiden avanzar al país.

3. Revocatoria del Mandato. Es un mecanismo que sólo opera para las personas que ocupan algún cargo de elección popular, como alcaldes, gobernadores y presidente de la República. La idea es asegurar el cumplimiento del mandato ciudadano por parte del elegido. 

4. Silencio Administrativo Positivo. Muchos conflictos sociales se habrían evitado con la existencia de este mecanismo de participación ciudadana que obliga a las autoridades a dar repuesta oportuna, sensata y coherente a las demandas ciudadanas. En caso de no ocurrir la respuesta en un plazo previamente determinado, se entenderá que la solicitud o demanda ciudadana ha sido aprobada y en consecuencia la autoridad debe ejecutarla. 

5. Veeduría o Fiscalización Ciudadana. Este es un mecanismo que surge para permitir a la ciudadanía velar por el cumplimiento de los contratos que hace el gobierno local, regional o nacional. Con él se garantiza el uso responsable de los recursos y dineros públicos y es un freno al abuso y la corrupción.

Es obvio que todos estos mecanismos deben reglamentarse y la ciudadanía debe prepararse y formarse para poder hacer uso de ellos con responsabilidad y oportunidad. Es aquí en donde las Organizaciones Sociales y Comunitarias deben entrar y jugar un rol de gran responsabilidad. Porque es un hecho que un cambio en la Constitución Nacional no soluciona per-se todos los problemas sociales, muchos de los cuales, incluso es posible solucionarlos sin necesidad de un cambio o reforma constitucional. Sólo se requiere voluntad política. La que muy pocas veces ha habido, por el afán de imponer un modelo a "raja tabla" sin entender que muchas veces requiere de ajustes para acomodarlo a los nuevos y constantes cambios que surgen en la sociedad y el mundo.

Es comprensible que a los actuales representantes y defensores de la Democracia Representativa no les guste la idea de una Democracia Participativa, pero deben reconocer que ha sido por su culpa e incapacidad de dar respuesta oportuna a las demandas sociales, que hemos llegado a la situación actual que se vive en Chile. De todas maneras, para su tranquilidad deben saber, que los anteriores mecanismos no pone a los ciudadanos por encima de los Representantes ni de las instituciones tradicionales del Estado a cargo de la Gestión y la Fiscalización, sino que le da la posibilidad a los ciudadanos de actuar en ausencia o indiferencia de aquellos. Es posible, que cuando los representantes recuperen la confianza de la ciudadanía todos estos mecanismos, solo sean parte del paisaje necesario de la Constitución Nacional; un recuerdo permanente del importante rol que deben cumplir en beneficio de todos los ciudadanos y no solamente de ellos.
Tomado de la Presentación de Fundescochile que invita a AUTOCONVOCARSE

Finalmente, deseo hacer un llamado desde este humilde rincón, a los intelectuales, académicos, líderes y dirigentes sociales y en general a todas las personas sensatas, para que condenemos a nefastos líderes y políticos oportunistas, por la manipulación y el sacrificio al que han sometido a la inmensa mayoría de los ciudadanos, colocándolos como "punta de lanza" o "carne de cañón" para presionar cambios en la sociedad que ellos mismos, por egoísmo y oportunismo, han sido incapaces de realizar. Los cabildos, los encuentros o los diálogos ciudadanos, son muy importantes, pero no deben ser otra burla para el pueblo. No está bien generar falsas expectativas ni hacernos creer que con otra Constitución todos los problemas se solucionaran.

Convengamos, que no se entiende una familia, una comunidad y menos una sociedad sin reglas. Otra cosa diferente, es cómo se crean y se aplican esas reglas. Personalmente, soy demócrata y por eso rechazo toda clase de dictadura. Los gobiernos son responsables de hacer respetar el Estado de Derecho e igualmente responsables de proteger y hacer respetar los Derechos Humanos de todos los ciudadanos sin distinción alguna. Mantener este equilibrio es el mayor desafío de todo gobernante, el cual se hace mucho más difícil y casi imposible de lograr cuando no se tiene la fuerza ni la convicción necesaria para alcanzarlo...

Quienes desean conocer más sobre estos temas, relacionados con el rol que le corresponde a las organizaciones sociales y comunitarias y la participación ciudadana, no duden en escribirnos o ponerse en contacto con Fundescochile.  RDS

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