Un grupo de inmigrantes venezolanos acampando en el paso
fronterizo Chacalluta. Foto: Alexander Infante DEL DIARIO LA tERCERA
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¿Por
qué tanta exigencia para que Chile abra las puertas sin ningún control a los
migrantes venezolanos, mientras hacen nulas exigencias a la dictadura chavista
para que no obligue al pueblo a salir de su país?
Vergüenza
le debería dar al chavismo y a sus incondicionales, causantes de la tragedia
que vive Venezuela. El chavismo ha instalado un régimen corrupto, genocida,
dictatorial e incompetente, que está en manos de seres inhumanos, desalmados,
ambiciosos y miserables, que han obligado al pueblo venezolano al
desplazamiento interno y luego al exilio del país que les pertenece. Son
millones los venezolanos que han llegado a las fronteras de otros países en
busca de protección y albergue.
Estos
millones de personas exiliadas buscan desesperadamente ayuda humanitaria en los
países de la región; países que también afrontan por años graves problemas
sociales internos, con lo cual la migración les cae como un "balde de agua
fría". En tan precarias condiciones de la región, Chile resulta un destino
muy atractivo por su situación económica, política y social, aunque lejano por
su clima, su geografía y la distancia que los separa.
¿Por
qué insiste el chavismo en su modelo y por qué otros lo apoyan, cuando no
solamente hace daño a su país, sino que también desestabiliza la región? Han
pasado veinte años, en donde el modelo no ha logrado la aceptación de los
venezolanos que, por el contrario, se han visto obligados a huir por millones y
quienes lo soportan, lo hacen por la imposibilidad de exiliarse con sus
enfermos, ancianos y niños. Los que permanecen en Venezuela deben ser
incondicionales al régimen o vivir en silencio, para recibir una tarjeta que le
da derecho a una limosna.
Cuando
todo termine, sabremos que esta incondicionalidad era una mentira para
sobrevivir, porque quienes viven en Venezuela y no están de acuerdo con el
régimen, están bajo amenaza permanente de los "colectivos" que son
bandas de criminales apoyadas por el régimen chavista.
La
estrategia del chavismo, al igual que la de todo régimen dictatorial y
genocida, se basa en una falsa defensa de los derechos de los más vulnerables
para ganar el poder y una vez en él, inventar un enemigo interno y externo para
negar su fracaso y ocultar su incompetencia e imposibilidad de dar solución a los
problemas de la gente. Dejar que el paso del tiempo y la impotencia de la
ciudadanía para revocarles el mandato, se encargue de mantenerlos en el
poder... Así, va naciendo y creciendo una nueva generación, manipulada e
ideologizada, que sólo conoce como legitima, la dictadura y la represión. Una
generación formada en la mentira y en la ausencia de la libertad de los medios
de comunicación, que cree que los exiliados eran sus enemigos y que los países
que se unen en contra del régimen son los causantes de la miseria.
Con
el apoyo de otros regímenes, igualmente dictatoriales y genocidas, y de
dirigentes con intereses económicos y políticos, van consolidando su poder, se
deshacen de la oposición y de todo atisbo de democracia. Quienes están en el
exilio sólo les queda integrarse con fórceps a otras culturas, viviendo en
condiciones precarias y trabajando como esclavos para enviar un poco dinero a
sus familiares y cercanos, a fin de que puedan sobrevivir en un país, que
finalmente es capturado por mentes criminales.
El
desafío es rescatar los países capturados por regímenes dictatoriales y
genocidas. Es la razón de ser de los organismos
internacionales, aunque hoy también parecen estar igualmente capturados y
responder a dudosos intereses. Por ello, ésta debe ser la preocupación
de gobiernos, políticos, dirigentes y personas sensatas de todas las
ideologías, credos y tendencias.
De
todas maneras, no debemos olvidar que son los errores de los gobiernos
democráticos, de los políticos incapaces de hacer acuerdos, de defender el
Estado de Derecho y de poner la solución de los problemas sociales por encima
de sus intereses personales o de camarillas, los que terminan sirviéndole en
bandeja y entregando el país a regímenes populistas, cuando no a una banda de criminales,
como es el caso de Venezuela, que además, trajo el caos y la destrucción a uno
de los países más ricos y prósperos de América y el mundo, sumando otra
desgracia a la ya vivida por otros pueblos de América, que se debaten entre
morir en sus países o sobrevivir a los grandes obstáculos, las dificultades y
las humillaciones en un paso fronterizo.
***
Solamente
con una participación ciudadana inteligente e inclusiva estaremos inmunes a gobiernos populistas, a falsos líderes,
corruptos y abusadores del poder, únicos causantes de la injusticia social que
se vive en el mundo de hoy y de siempre. Creo que el desafío de los partidos
políticos, es formar sus militantes y preocuparse que ellos integren las
organizaciones sociales y comunitarias, como el camino más fácil y lógico de
contribuir en la solución de los problemas sociales, ayudar en la gestión pública y contribuir en la defensa de la
democracia y sus instituciones. RDS